Cortitos

¿Y, arranca o no arranca?: Una de las consecuencias de las restricciones a la utilización de equipamiento de Huawei en redes móviles fue el impulso que tomó la tecnología Open RAN que permite prescindir de infraestructuras monomarcas, abriendo el juego al ingreso de nuevos jugadores. Sin embargo, Open RAN está perdiendo participación de mercado. Es que a pesar del bloqueo en distintos países, la mayoría de los operadores obligados a sustituir a Huawei recurrieron a Ericsson y Nokia y no a proveedores de Open RAN. La comodidad y el atractivo económico de tratar con un único proveedor parecen ser más importantes que la diversidad.

Club selecto: Sabido es que en el negocio audiovisual, y con más énfasis a partir del modelo de llegada directa al consumidor, el contenido es clave como diferenciador. Por lo tanto, la inversión en este rubro, ya sea para generarlo o licenciarlo, llega a cifras escalofriantes. Sólo en 2024, Disney planea invertir US$ 36,1 mil millones, tanto para su plataforma OTT como para sus canales tradicionales. Netflix invertirá US$ 16,8 mil millones, pero solo para su servicio SVOD. Evidentemente, un juego para muy pocos y con billeteras abultadas.

Barbas en remojo: Brasil cada vez más cerca de avanzar con el “fair share y que las plataformas digitales contribuyan con la expansión de la conectividad en ese país. Puede ser un leading case regional.

De socio a competidor: Para evitar el escrutinio regulatorio, Microsoft deja su lugar de oyente (no tiene capacidad de decisión) en el directorio de OpenAI, empresa con la que está asociada y a la que le provee de infraestructura. Mucho no le debe preocupar ya que está desarrollando su propia IA y bastante debe haber aprendido en estos años de asociación.

Acerca del autor

Enrique Carrier

Analista del mercado de telecomunicaciones y nuevos medios, basado en Buenos Aires, Argentina

Por Enrique Carrier

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