Cortitos

Cada vez más parecidos: Aunque los OTT de video comenzaron como propuestas de video bajo demanda, en su lucha con la TV paga tradicional fueron incorporando contenidos que se consumen de manera lineal. Tal el caso de los deportes, como sucedió con Star+, ahora bajo el paraguas de Disney+. Yendo un paso más allá, esta última plataforma anunció que incorporará canales lineales, incluyendo uno de noticias. En la medida en que estos enfoques vayan ganando terreno, también lo harán las presiones para que tanto OTT como TV paga estén sometidas a la misma regulación. De lo contrario, estaremos frente a una regulación que no será agnóstica desde el punto de vista tecnológico. Algo parecido a lo que ya sucede entre la telefonía tradicional y aquella a través de apps. Sin dudas, la batalla que se viene.

Madurando el negocio: En un interesante y completo análisis hecho por Bloomberg se observa que la industria del streaming va camino a la rentabilidad. Si bien actualmente la única plataforma que da ganancias es Netflix, varios de sus competidores están en un proceso de reducción de pérdidas. Esto se logra en base a ajustes de costos (más selectivos en la inversión en contenidos), suba de precios, incorporación de publicidad, restricciones a la compartición de cuentas. Aunque también, y como sucede en todo mercado de crecimiento explosivo que entra en la madurez, se viene un proceso de consolidación.

Avanza la compartición: Esta semana se conoció que Eutelsat (que se fusionó con OneWeb en el 2023) negocia la venta de la mayor parte de su infraestructura terrestre dedicada a satélites a un fondo de inversión. Lógicamente, lo que se busca es que esa infraestructura se comparta con otras empresas que operan satélites. Así, después de las torreras y las fibreras, llegan las “sateliteras”.

La mano invisible: La Cámara Argentina de Distribuidores Mayoristas de Informática, Productores y Afines (CADMIPYA) publicó un relevamiento según el cual, en el primer semestre, las ventas de informática en Argentina cayeron, en dólares, un 58%. Una situación que llevó a la oferta a bajar precios, por lo que la caída en unidades fue de sólo de entre un 5 y un 10%. Es importante destacar que cuando arrancó el año, tal como señala el artículo vinculado, las empresas fijaron sus precios especulando con un valor del dólar de $ 2.000, algo que finalmente no ocurrió. Al igual que lo acontecido en muchas otras actividades, y más allá del fuerte impacto del ajuste fiscal, hubo un error de cálculos de la oferta, con precios que subieron de manera tal que no eran convalidables por el circulante de pesos, más aún si, como se preveía, se iba a desacelerar la emisión. Pasó en otros rubros, donde el proceso fue el mismo: caída de ventas y posterior baja de precios. Fue un llamado de la realidad.

Acerca del autor

Enrique Carrier

Analista del mercado de telecomunicaciones y nuevos medios, basado en Buenos Aires, Argentina

Por Enrique Carrier

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