Esta semana, en el marco de su ya habitual Telecom Summit, Telecom Argentina expuso sus avances en su proceso de transformación “de telco a techno”, como suele definirlo. Si bien el encuentro pone el foco en el sector corporativo, en las distintas charlas se dieron a conocer algunos datos interesantes que van más allá de este segmento de usuarios.
Yendo de lo general a lo particular, y a menos de dos meses para cerrar el año, su CEO, Roberto Nobile, declaró que en los últimos 7 años la inversión de Telecom superó los US$ 6.000 M y sólo en el 2024 será de unos US$ 520 M. Un 160% más del mínimo para ingresar al RIGI (Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones), que es de US$ 200 M. Se vuelve a verificar que el sector de las telecomunicaciones en general, que año a año (aun en los más complicados) invierte cuantiosas sumas, no logra la repercusión mediática y política que sí logran otras inversiones de cuantía significativamente más baja.
En lo que es específico del segmento empresas, Telecom informó que lo que se engloba bajo “soluciones digitales” ya representa el 25% de la facturación del negocio B2B. Un proceso de cambio que queda bien definido en la frase “lo que nos trajo hasta acá no es lo mismo que nos lleva hacia adelante”. Ya no se trata únicamente de conectividad. No obstante, anunciaron que en breve comenzarán con la comercialización de Starlink, con el foco puesto en el segmento B2B como forma de complementar sus otras tecnologías de conectividad.
En relación a 5G, hubo datos interesantes. Telecom, a través de su COO Gonzalo Hita, afirmó contar con unos 800.000 clientes con equipos 5G, agregando que actualmente un 17% del parque de móviles cuenta con esta tecnología, hoy presente en uno de cada cuatro equipos vendidos. Adicionalmente destacó que allí donde hoy funciona 5G este representa el 25% del tráfico.
Siempre en relación a 5G, confirmó que están avanzando con despliegues de FWA (acceso fijo inalámbrico), naturalmente en zonas de baja densidad. Esto último tiene su lógica, ya que suelen ser zonas donde el despliegue de redes cableadas de alta capacidad llevan tiempo y dinero para atender pocos usuarios. Adicionalmente, el consumo de una conexión FWA equivale a unas 30 veces el de una línea móvil, con lo que es apto para zonas donde hay capacidad ociosa de la red (particularmente del espectro) y no tanto en áreas densamente pobladas. Aunque no mencionaron dónde se están dando estos despliegues, tiempo atrás se había adelantado que inicialmente serían en su mayoría en zonas del AMBA, particularmente en barrios cerrados que exigen el soterramiento de cables, lo que hace que la relación costo-ingresos de despliegues de fibra sea muy negativa.
Lógicamente, el evento cubrió una amplia variedad de temas, los cuales pueden ser accedidos desde aquí.