
Como suele suceder anualmente, Apple realizó el lanzamiento de toda una batería de productos, entre estos, su iPhone 17. En términos de producto, y más allá de que se puede acceder a lo publicado en diversos medios, no hay nada revolucionario. Sin embargo, hay ciertos aspectos para destacar que tienen que ver con el negocio de los smartphones, el impacto en la industria circundante y el producto en sí de cara al futuro.
Un dato de interés era ver cuál sería el impacto de las medidas arancelarias establecidas por EEUU este año. Más allá del sube y baja desde que comenzaron, lo concreto es que hoy los aranceles son mayores que un año atrás. La nueva línea de iPhone mantiene el mismo rango de precios que la anterior, lo que indica que Apple decidió absorber los aranceles impuestos por la administración Trump. Esto refleja la intensidad competitiva en el mercado de smartphones: Apple no quiso correr el riesgo de que sus productos quedaran descolocados en precios.
La vedette de los anuncios fue el iPhone Air, un smartphone que se destaca por su diseño delgado. Esto tiene como consecuencia que el espacio disponible es menor, por lo que este modelo sólo soporta eSIM. Esto adelanta un futuro cercano donde los smartphones ya no utilizarán SIM física, con implicancias para toda la cadena de valor. Un dato a tener en cuenta por operadores, canales de comercialización y empresas de logística que las distribuyen.
Por otra parte, este diseño más delgado (en línea con otros productos Apple como iPad y Mac) puede ser visto como un buen ejercicio previo al lanzamiento de un dispositivo plegable, un mercado del cual Apple todavía no participa y donde competidores como Motorola, Samsung, Huawei y otros ya han hecho importantes avances. Quizás los iPhone plegables lleguen en el próximo lanzamiento.
Por último, y sin mucha sorpresa, no hubo grandes anuncios en términos de IA, un campo en el que Apple todavía corre desde atrás y, por lo que se ve, sin desesperarse. Siguen rezagados pero no en pánico, lo cual es muy característico de su estrategia histórica. Pero no deja de ser llamativo en estos tiempos.