
“Starlink pagó US$ 17 mil millones por espectro para servicios móviles“. Más o menos así fueron los titulares que destacaron el monto involucrado, pero que esconden un momento de quiebre en la expansión de la conectividad satelital D2D (directa al dispositivo) y, consecuentemente, también de los servicios móviles terrestres. El negocio de la conectividad móvil satelital se está reconfigurando, y lo que sucede en el resto del mundo es un llamado de atención para nuestros reguladores, quienes deberán contemplar los nuevos escenarios que se están desplegando.
Con distintos enfoques, empresas como Starlink, Globalstar o AST SpaceMobile (entre otras) están inscriptas en la carrera para ser relevantes en un negocio que permitirá conectar no sólo smartphones en lugares remotos sin acceso a redes móviles terrestres, sino también objetos bajo el concepto de IoT. En realidad, esto último podría ser más relevante, ya que al tratarse de cobertura en áreas remotas, los volúmenes de clientes y la frecuencia de uso por parte de smartphones no parecen ser tan significativos —al menos inicialmente— como para justificar las inversiones en infraestructura espacial y, según el caso, espectro.
Donde sí parece haber más potencial es en el IoT, especialmente aquel dedicado a actividades en zonas remotas donde no hay otras alternativas de conectividad. Este es el caso de los sectores energéticos, mineros, agropecuarios, logística (incluyendo el marino), así como infraestructuras (por ejemplo, rutas). Y, lógicamente en estos tiempos, defensa.
Sin embargo, hay que recordar que estamos en las etapas iniciales de un desarrollo masivo de servicios D2D satelitales, no sólo por un tema de madurez tecnológica. También entra en juego un factor técnico que impacta no sólo en las características del servicio, sino que también influye en los planes de negocio y en la regulación: el tipo de espectro a utilizar.
En materia de espectro para conectar equipos móviles hay dos opciones: usar espectro propio y dedicado de Servicios Satelitales Móviles (MSS) o hacerlo con el espectro móvil (MS) de un operador de red móvil terrestre, lo cual implica un acuerdo previo entre éste y el operador satelital. Este último fue el camino tomado inicialmente por Starlink, que arrancó con un acuerdo con T-Mobile en EEUU, así como AST SpaceMobile. Pero más recientemente hubo adquisiciones de espectro MSS en las bandas S y L, demostrando su clara intención de llegar directamente al usuario sin necesariamente acordar con un operador móvil.
El MSS le da al operador satelital el control total del espectro, permitiéndole ofrecer servicios directamente a los suscriptores sin necesidad de asociarse con un operador móvil terrestre y reteniendo una mayor parte de los ingresos. No obstante, hay que tener en cuenta que las bandas S y L están armonizadas globalmente por la UIT (Unión Internacional de las Telecomunicaciones) en cuanto a uso, aunque su licenciamiento y explotación es país por país. En otras palabras, un servicio satelital que funciona en la banda L o S puede tener cobertura global desde el punto de vista técnico, pero requiere permisos regulatorios en cada país donde quiera operar comercialmente.
Por su parte, el espectro MS, si bien es más abundante y permite mayores anchos de banda, también ata al operador satelital a un operador móvil convencional, siendo este último quien tiene la relación con el cliente final. De esta forma, el operador satelital se limita a ofrecer su infraestructura, que manejará el espectro y tráfico del operador móvil terrestre, en una suerte de acuerdo de roaming. Adicionalmente, el uso de este espectro para conectividad satelital móvil requiere que la regulación nacional lo permita (algo que no ocurre en Argentina). Esto es lo que pretende Ofcom (regulador británico), quien anunció que planea permitir las comunicaciones directas a dispositivos (D2D) en bandas móviles originalmente terrestres.
También hay un factor adicional en el atractivo de un espectro u otro: la compatibilidad con los terminales móviles. Cuando se usa espectro MS no hace falta un smartphone especial, ya que es el mismo espectro que se usa en las redes móviles terrestres. En el caso de espectro MSS hace falta que el dispositivo sea compatible con esas bandas, lo cual no suele suceder. Es por esta razón que Apple sólo tiene disponible el servicio D2D en unos pocos modelos.
Inicialmente, los servicios D2D se basaron en ambos enfoques. En el caso de Apple, el servicio satelital del iPhone utiliza el espectro MSS operado por Globalstar, independientemente del operador móvil terrestre, razón por la cual solo está disponible para ciertos modelos. Por su parte, Starlink utiliza el espectro MS propiedad de los operadores móviles con los que tiene acuerdos, lo que le permite que los teléfonos celulares existentes, sin necesidad de hardware especializado, se conecten directamente a los satélites de Starlink en áreas sin cobertura terrestre.
Entre quienes acordaron con Starlink operar bajo este modelo están T-Mobile (Estados Unidos), Optus y Telstra (Australia), Rogers (Canadá), One NZ (Nueva Zelanda), KDDI (Japón), Salt (Suiza), Entel (Chile y Perú) y Kyivstar (Ucrania). Estos acuerdos permiten que Starlink utilice el espectro de estos operadores para brindar conectividad, funcionando como un proveedor de roaming en lugares remotos donde las redes celulares tradicionales no llegan.
No obstante, pareciera darse una tendencia hacia el uso creciente de espectro MSS para la conectividad D2D. Esto se evidencia con la adquisición de espectro en la banda L por parte de AST SpaceMobile y la reciente compra del espectro en banda S por Starlink. Sin embargo, estas adquisiciones no son globales, por lo que no alcanzarán para que los operadores satelitales dejen de lado su estrategia de asociarse con operadores móviles.
Esta movida recién comienza y hay todavía algunos desafíos por delante, como lograr que la mayoría de los smartphones (no tanto en el caso de equipos de IoT) sean compatibles con las bandas MSS. También que los satélites que se lancen transmitan en estas bandas de frecuencia. Por lo tanto, no habrá cambios importantes por ahora, pero algo se está cocinando y hay que estar preparados.