AutorEnrique Carrier

Analista del mercado de telecomunicaciones y nuevos medios, basado en Buenos Aires, Argentina

En busca del modelo

Las últimas semanas fueron turbulentas para el video online ilegal. Con el arresto del CEO de Megaupload, a nivel internacional, y el inicio de una causa penal al fundador de Cuevana, a nivel local, el hábito de hacer streaming de video por Internet se vio notablemente afectado. No obstante, nadie cree que esta estrategia sea la indicada para terminar con una práctica que está cada vez más arraigada.
No se trata de caer en el discurso neo hippie de que los contenidos deben ser libres y gratuitos. Cualquier actividad que no esté remunerada dejará de ser viable. Y así como ninguno de nosotros quiere trabajar gratis (salvo que sea ad honorem por una causa altruista o por un interés en un desarrollo posterior), si no hay algún tipo de retribución económica, los productores, directores, técnicos y actores se dedicarán a otra cosa.
Tampoco se puede emparejar la situación del negocio del video (películas y series principalmente) con el de la música. Existe una diferencia sustancial entre la música y el video. Quienes hacen música (cantantes, músicos, técnicos) pueden regalar sus grabaciones como una herramienta promocional para luego hacer dinero con las interpretaciones en vivo, como es el caso de Roger Waters y sus 9 conciertos en River o artistas menos populares en ámbitos más reducidos. Sin embargo, hasta ahora no se ha encontrado la forma de que quienes hacen una película puedan recuperar lo invertido si no es a través de una entrada de cine, una venta o alquiler de un DVD o, más recientemente, la venta de un abono o un pago del estilo PPV (pay per view) o VOD (video on demand).
No obstante, la tecnología ha cambiado y con ésta también lo han hecho los hábitos de las personas. Ya nadie quiere esperar meses para poder ver en su casa una película recién estrenada. Ni tampoco nos conformamos con ver en la TV estrenos de un serie que ya tienen 6 meses. Tampoco nos resignamos a dejar de ver una película francesa simplemente porque localmente no hay quien la distribuya. Y claramente, queremos ver algo en video en el momento en que más nos place y conviene, no en el día y horario elegido por el programador en base a múltiples compromisos. Por esto mismo, pensar que la gente mira películas por Internet simplemente porque es gratis, es equivocar el diagnóstico. Por algo existe un fenomenal negocio de DVD piratas así como alternativas legales por las cuales se está dispuesto a pagar. La cosa no pasa tanto por el precio sino por la forma de consumir. Y aquí, la demanda avanzó mucho más rápido que la oferta. El riesgo para la oferta (la industria) es que le saquen tanta ventaja que no pueda alcanzarla. Y si eso llegara a ocurrir, perderemos todos.

Aliviando la carga

Desde la explosión de los smartphones y su consecuente mayor consumo de la capacidad de las redes móviles, se buscaron distintas formas de poder lidiar con el fenómeno que hizo que la demanda por ésta creciera mucho más que la oferta.
Algunos optaron por limitar la demanda. Fue así como, luego de tarifas planas iniciales, muchos en la industria pasaron a productos de abono más un adicional por consumo de excedente. No obstante, esta es una solución de compromiso que no alcanza en una industria donde cada día hay más aplicaciones sedientas de capacidad. Primero fue la navegación lisa y llana (que se disparó con el lanzamiento del iPhone). Luego se agregó el video, potenciado por el crecimiento de las tablets más aptas para el consumo de este tipo de contenidos que los teléfonos. Ahora tenemos el caso del nuevo iPad que con su pantalla de altísima resolución generará más tráfico en las redes móviles. Y todo indica que este apetito por más capacidad no se detendrá.
La opción de aumentar las capacidades de las redes está, pero es cara y, sobre todo, lleva tiempo, cuando no hay otras complicaciones. Tal es el caso de las tecnologías 4G que no sólo requieren de importantes inversiones en la red, sino que también necesitan de espectro (en Argentina aún no hay fecha para la licitación del espectro necesario para esta tecnología) a lo que se suma la diversidad de frecuencias en las que puede trabajar, atentando contra las economías de escala.
Por todo esto, resulta interesante el anuncio del trabajo en conjunto entre la GSMA y la WBA (Wireless Broadband Alliance) para desarrollar un marco técnico y comercial que permita el roaming entre redes celulares y WIFI de una manera simple y transparente para el usuario. Así, en lugar de requerir que el usuario tenga que identificarse manualmente, el proceso de conexión ante un hotspot WiFi se hará través de la propia tarjeta SIM del dispositivo móvil.
En definitiva, ningún camino para equiparar oferta con demanda alcanza por sí sólo. Todo apunta a un mundo donde convivan el consumo por uso, las nuevas tecnologías de redes móviles de mayor capacidad y las redes híbridas fijo-móviles. Y ahí sí podremos hacer video llamadas HD en pantallas con tecnología Retina en el día del amigo sin ningún inconveniente…

Linkeando

  • Fomentando la digitalización: En una medida que parece más paraarancelaria que ecológica, el gobierno dictó una norma que limitará, a partir del mes de julio, el ingreso de libros provenientes del exterior en función de la cantidad de plomo que contengan. Sin dudas, una acción que impulsará el crecimiento de los e-books, que son libres de plomo (los libros, no necesariamente los readers). [Perfil]
  • Ponete las pilas: Según un reciente estudio entre usuarios de smartphones, una de las principales razones para amar u odiar su teléfono es la duración de las baterías. Y la cosa no hace más que empeorar día a día con pantallas más grandes, procesadores multi core. Y se pone peor con LTE. [Pando Daily]
  • Los juegos son cosa seria: Interesante entrevista al director del laboratorio de videojuegos del MIT, donde aborda el uso de los éstos para fines no lúdicos. [El País]

Crecimiento fueguino

A casi un año y medio de la sanción de lo que en su momento se dio en llamar “impuestazo tecnológico”, una de cuyas consecuencias fue el inicio de la fabricación de electrónicos en Tierra del Fuego, un 80% de los celulares comercializados en 2011 provinieron de la isla. Esto surge del informe “Mercado celular argentino – 2012” recientemente finalizado por Carrier y Asociados.
Previo al “incentivo” a la fabricación en la provincia más austral del país, sólo Motorola producía algunos modelos allí, por lo que en el 2009 representó apenas un 4% del mercado. La cifra creció aceleradamente en 2010, donde llegó al 38%. El 80% alcanzado en 2011 no estaría lejos del máximo, ya que no todos los modelos se fabrican localmente, al menos no inicialmente.

Estas cifras pueden ser vistas como un verdadero éxito para aquellos que sienten orgullo al ver el “made in Argentina” en productos tecnológicos. Y si el objetivo fue lograr sustituir la importación directa de productos terminados por componentes que se ensamblan localmente, éste fue alcanzado.
No obstante, otros podrán decir que es todavía temprano para medir otra clase de éxitos, más duraderos. Desde una perspectiva industrial más amplia, la movida será un éxito cuando nuestros teléfonos puedan ser exportados a precios competitivos y/o cuando la industria local permita el desarrollo de una red de proveedores de componentes más sofisticados que packaging o documentación, cimentando una auténtica industria electrónica nacional.
Lo concreto es que todavía la industria de Tierra del Fuego es como un niño que comienza a caminar. Por ahora, se mueve con andador, lo cual está bien para los primeros pasos. Pero los padres podrán estar orgullosos cuando se le quite el andador y el niño camine por sus propios medios.

LTE (La Tenés Embrollada)

Si bien el desarrollo de redes LTE no es una novedad, esta tecnología acaba de ganar mucha prensa con el lanzamiento del iPad (el nuevo, no los otros… qué confusión). Es que si bien despierta las fantasías tecnológicas más asombrosas, su realidad se presenta no sin complejidades.
Uno de los primeros llamados de atención que surgieron con el nuevo iPad es que el uso de LTE no será posible fuera de los EE.UU. y Canadá, obligando a sus dueños a usar estándares de menor velocidad (como HSPA+) estando de viaje. Esto sucede no porque no haya otros países que cuenten con LTE, sino que esta tecnología funciona, según el país, en distintas frecuencias, marcando la diferencia entre poder usarla o no.
Según la GSMA, para el 2015 habrá más de 200 redes LTE activas usando 38 combinaciones de frecuencia de espectro. Esto da la pauta de lo complicado que resultará para los dispositivos LTE (al menos los actuales) poder operar globalmente. Las múltiples frecuencias de uso son una pesadilla para los fabricantes de terminales, si es que se pretende que sean “globales”. Los dispositivos fabricados para una frecuencia determinada no funcionan en una red que trabaja en una diferente. La otra opción es tener distintos modelos para distintas regiones.
Quizás por esto es que el lanzamiento de equipos con LTE no se da al ritmo deseado por los operadores. Una de las cosas que llamó la atención en el MWC de Barcelona fue que no hubo tantos dispositivos LTE anunciados en el evento. Inclusive, desde la perspectiva de la infraestructura, hubo mucho énfasis en tecnologías como small cells (las herederas de las femtoceldas) o en la derivación del tráfico hacia redes fijas vía WiFi (lo que en la jerga se denomina WiFi offload). Quizás el hecho de que muchas de las noticias vengan hoy de EE.UU. donde tanto Verizon como AT&T (los dos más grandes operadores de aquél país) ofrecen una red LTE, hace pensar que esta tecnología está más madura de lo que la realidad indica.
¿Debería preocuparnos en Argentina estas demoras en el desarrollo de LTE? No por ahora. Para entender mejor esto, simplificando se podría decir que así como la 2G fue la tecnología para la voz y los SMS, la 3G lo es para los datos y la 4G lo es para el video. Esta última no es aún una aplicación imperiosa, salvo en el caso de las tablets, que por ahora es incipiente. Así, todavía no está clara la conveniencia económica de embarcarse en LTE, que requerirá de inversiones en espectro así como la infraestructura, especialmente en la red que conecta a las antenas, la cual indefectiblemente deberá ser de fibra óptica para poder transmitir los volúmenes propios de LTE. Además, mientras tanto podrán potenciar tecnologías como HSPA+ (de la cual todavía se discute si es 4G o 3G), que tienen un ancho de banda teórico más que suficiente para video pero con la ventaja que lo hace con la infraestructura de red ya instalada.
Otro detalle más que marca lo lejos que estamos de LTE en Argentina: todavía ni siquiera hay un cronograma (siempre postergable) para la licitación del espectro necesario para esta tecnología.

Reformulando el Monedero

Luego de muchos meses de negociaciones, donde claramente hubo cambios de escenario, esta semana se anunció la compra de la tarjeta Monedero por parte de Visa. Pero no se trata únicamente de un cambio de manos. Monedero seguirá existiendo, aunque será distinta.
La tarjeta Monedero perderá, en unos 6 meses, el mayor atractivo que hizo que gozara hoy de 1,2 millones de plásticos (la mitad de los cuales está activo): su capacidad para pagar por transporte público, o en otras palabras, dejará de ser SUBE compatible. El pago de transporte será monopolio del Estado. De esta forma, Visa no compró usuarios de Monedero sino su tecnología, infraestructura, recursos humanos y red de comercios y servicios adheridos. El objetivo de Visa es tener un producto de micropago que tendrá inicialmente dos  formatos: tag y online.
El “Monedero Tag” será un dispositivo RFID autoadhesivo que podrá pegarse en el celular. El uso con el celular es por un tema de practicidad y portabilidad, no porque haya ninguna interacción entre el tag y el teléfono. Este último es sólo un soporte físico, y por lo que se vio, queda bastante feo, aunque pueda ser práctico. Un atentado contra el diseño industrial. Más allá de esto, el Tag es el reemplazo directo de las actuales tarjetas y por sus características, mañana podrá adoptar otros formatos, como pulseras, llaveros o cualquier elemento que se porte. El “Monedero Online” es una cuenta virtual prepaga que se opera a través de una app móvil o desde la web. Se trata de una suerte de PayPal que permitirá realizar tanto pagos en Internet como en el mundo físico.
A pesar de mantener el nombre, Monedero cambiará sustancialmente. Es claro que la pérdida de la capacidad de pagar por transporte público le quitará el interés a muchos de sus actuales usuarios. Por otra parte, al ser un medio de pago que, al menos inicialmente, sólo podrá recargarse vía tarjeta de crédito o débito, reduce su universo de usuarios a aquellos bancarizados. Visto así, significa un retroceso. Pero a favor de la nueva Monedero está el respaldo de Visa (tanto como marca, know how, red de POS) y que dejará de ser un producto específico del AMBA (Área Metropolitana de Buenos Aires) para extenderse a todo el país.
En definitiva, un nuevo intento de Visa por desarrollar un monedero electrónico. No se trata de la primera vez. Años atrás lanzó Visa Cash sin éxito. El momento y el contexto son ahora más favorables, lo que no eximirá de ajustes sobre la marcha.

Linkeando

  • Resistentes a la baja: Ahora que está de moda la TV OTT, tanto a nivel internacional como local, hay quienes sostienen que esto no impactará en el aspecto económico de la industria. [Financial Times]
  • Ausschalten: Quizás en línea con el punto anterior, Telefónica comienza el “apagado” de su servicio de televisión digital en Alemania. El modelo de copiar al cable no tiene valor agregado. El cambio pasa por ser ubicuo y multiplataforma. [El Economista]
  • Big brother is watching you: Esto es lo que parecen decir los grandes ISP de los EE.UU., quienes anunciaron que vigilarán las descargas de archivos como forma de combatir la piratería online. [El País]

Twits selectos

  • Back to basics: Nokia se baja del negocio de m-money bit.ly/wrB3OW
  • Somos oficialmente viejos en términos tecnológicos. Somos de la era de la PC. read.bi/A05crs
  • Más teclados para tablets (ahora Playbook). Netbooks desvirtuadas y concepto controlado por fabricantes de celulares
  • Factor generacional, clave para entender los cambios en el consumo. Habla de hotelería pero es extensible nyti.ms/zn7sso

 

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