Los últimos años fueron de mucha “hype” en relación a 5G, una tecnología capaz de habilitar nuevas funcionalidades y de llevar a las redes móviles a un nuevo nivel de prestaciones. Sin embargo, y a pesar de su rápido despliegue, 5G tiene dificultades para justificar las cuantiosas inversiones que requiere. Y donde más se evidencia esta situación es en el uso tradicional de las redes móviles: la conexión de smartphones.
¿Y, arranca o no arranca?: Una de las consecuencias de las restricciones a la utilización de equipamiento de Huawei en redes móviles fue el impulso que tomó la tecnología Open RAN que permite prescindir de infraestructuras monomarcas, abriendo el juego al ingreso de nuevos jugadores. Sin embargo, Open RAN está perdiendo participación de mercado. Es que a pesar del bloqueo en distintos países, la mayoría de los operadores obligados a sustituir a Huawei recurrieron a Ericsson y Nokia y no a proveedores de Open RAN. La comodidad y el atractivo económico de tratar con un único proveedor parecen ser más importantes que la diversidad.
Si bien su historia y presencia es de más larga data, la irrupción de la IA (inteligencia artificial) a partir del lanzamiento en noviembre de 2022 de ChatGPT, con la IA generativa, fue el punto de partida para una aceleración sin antecedentes en su adopción. Lógicamente, tendrá impacto en los más diversos aspectos de la vida cotidiana así como en el desarrollo de las organizaciones y en la aparición de novedosos servicios y procesos. Dentro de los rubros impactados, promete hacerlo de manera significativa en el de los smartphones.
Allegro ma non troppo: Es sabido que China es el mercado de 5G más avanzado, no sólo en términos de líneas móviles (léase smartphones conectados) que es un indicador de relativo valor, sino también por el desarrollo de usos vinculados al IoT y aplicaciones industriales en sentido amplio. Sin embargo, ante la evolución de sus redes hacia 5G-A (Advanced), los planes de los tres operadores estatales (difundidos en el MWC de Shanghai) son algo imprecisos y no parecen despertar mucho entusiasmo por el momento. Después de las cuantiosas inversiones realizadas en las redes en los últimos años, deben querer tomarse un respiro financiero.
Esta semana se dieron los últimos pasos para dejar atrás al nefasto DNU 690. Es que más allá de su derogación a través del DNU 302/24, hubo decisiones que apuntaron en el mismo sentido. Por un lado, la declaración de nulidad por parte de la justicia y, por el otro, la derogación por parte del Enacom de diversas resoluciones que establecían los aumentos de precios autorizados, habilitados por el ya inexistente 690.
Winter is coming: A 5 años del lanzamiento de la primera red comercial 5G, los proveedores de tecnología para la misma ven como se desacelera el gasto por parte de los operadores luego del gran despliegue inicial. A esta situación que puede considerarse “natural” en el ciclo de vida de cada generación tecnológica se suman dos factores. Por un lado, la falta de monetización de las inversiones realizadas en espectro y red. Apenas cuentan con un claro caso de éxito que es la FWA (acceso fijo inalámbrico). Esta situación repercute en los números de los proveedores de tecnología de redes, que deben realizar ajustes para una situación que no parece vaya a revertirse en el corto plazo. Por otro lado, se sabe que muchas de las nuevas funcionalidades de 5G se logran contando con un core de red 5G autónomo (SA) frente al no autónomo (NSA), que es donde empezaron todos los operadores que partieron de una red 4G. Pero hay reticencia a seguir invirtiendo en la medida en que no haya retornos concretos sino promesas. Un caso de huevo y gallina. En definitiva, hay un panorama complicado por delante.
Exactamente hoy, 14 de junio, pero 22 años atrás, se publicaba la primera edición de Comentarios. Era el inicio de una relación semanal que con el tiempo fue creciendo y mutando. También cambió, y mucho, el contexto de la industria. No tanto, aunque con diferencias claro, lo hizo el contexto del país.
Encabezado y prólogo de la primera edición de Comentarios, el 14 de junio de 2002
Ayer como hoy, el país atravesaba una compleja situación económica, aunque partiendo de antecedentes distintos. Entonces, la crisis había llegado luego de casi una década de estabilidad macroeconómica, baja inflación y crecimiento económico (si bien este último entró en turbulencias hacia el final). Hoy, la crisis es el resultado de años de decisiones desacertadas, con un PBI similar al de 10 años atrás (aunque con mayor población), alta inflación e inestabilidad macroeconómica.
Avanzada satelital: Hay una nueva red de satélites LEO en el horizonte. Se trata de Telesat Lightspeed, que no apuntará a consumidores sino a empresas y gobiernos (donde competirá abiertamente con OneWeb), prevista para fines del 2026 y principios del 2027. Más acá en el tiempo, 2025, se espera el lanzamiento comercial de Kuiper, la constelación LEO de Amazon. No está claro si Kuiper ofrecerá directamente sus servicios como lo hace Starlink. Pero por lo pronto ya llegó a un acuerdo con Vrio (DirecTV) para que ésta comercialice sus accesos satelitales de banda ancha al segmento residencial en 7 países sudamericanos (Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Perú y Uruguay). Para Vrio es una movida estratégica, teniendo en cuenta la retracción de la demanda por TV satelital que es el principal ingreso de la empresa en la actualidad.
La semana pasada, desde esta publicación, se daba cuenta de los números con que finalmente cerró el 2023 en materia de indicadores de los servicios TIC. Entre éstos, tuvo repercusión lo sucedido en materia de TV paga y, más particularmente, en la TV satelital. Por esto, esta semana la intención es poner la lupa sobre lo que está pasando con este servicio.
Tomando el decenio que va desde 2014 a 2023, se observa que el total de suscripciones a los servicios de TV paga llega a su punto máximo en 2019 (alcanzando los 9,76 M de suscriptores) para, a partir de allí, comenzar un camino descendente que resultó un poco más pronunciado en 2023, con una caída de casi el 4%, totalizando 9,16 M de suscriptores. Sin embargo, en la apertura por tecnologías, se observa que mientras la TV por cable recién muestra una caída en 2023, de apenas el 0,3%, la TV satelital comienza a perder suscriptores a partir del 2017, con una profundización en 2021 (-13,4%), alcanzado su mayor descenso en 2023 (-17,9%). En definitiva, hay un fenómeno mucho más marcado de sat cutting que de cord cutting.
El rey ha muerto, viva el rey: La irrupción de la inteligencia artificial, que desde diciembre de 2022 dejó su lugar entre bambalinas para copar la escena, está reconfigurando el mercado tecnológico. Y como suele suceder en este tipo de circunstancias, con ganadores y perdedores. Esto se refleja en las capitalizaciones de mercado, que han visto a Apple perder la posición de liderazgo que ostentó por años, siendo desplazada por Microsoft primero y Nvidia después. La capitalización de Microsoft se vio impulsada por su inversión en Open AI y su fuerte apuesta a la inteligencia artificial, tanto en sus productos de escritorio, su nube y, más recientemente, en el impulso de una nueva generación de PC optimizadas para su uso. En el caso de Nvidia (que viene siendo la estrella bursátil desde mediados del año pasado), su crecimiento se basa en ser el principal proveedor de procesadores para IA, principalmente en servidores de centros de datos. Distinto es el caso de Apple, que llegó mal y tarde a la ola de la IA y está viendo ahora cómo es relegada en las preferencias de los inversores. Estos movimientos indican que estamos ante el fin de una era, el de los smartphones que impulsaron el ascenso meteórico de Apple con su iPhone, y el comienzo de otra, donde el crecimiento viene de la mano de la IA y que acaba de comenzar.