Cambio de nombre: Eso es lo que necesita el MWC, cuyo alcance ya va mucho más allá del mundo móvil. La edición 2024 reflejó claramente los tiempos corrientes, con una omnipresencia de la IA como tema, y automóviles vanguardistas (hasta voladores) como contenido mediático masivo. También fue un ámbito donde se habló (cada vez más) de fair share, lo que podría presagiar cambios en el mediano plazo. En esencia, se busca una regulación adaptada a la actualidad y no a la de 25 años atrás, que es la que domina la escena. A nivel Europeo, la UE se refirió a la necesidad de un verdadero mercado único digital, que facilite la conformación de operadores paneuropeos con la misma escala y oportunidades de negocio que en otras geografías. En cuanto a los móviles, y también reflejando el momento de la industria, a 5 años de su lanzamiento comercial, todavía se sigue hablando de cómo monetizar 5G…
Inclusión über alles: Después del fiasco de los soldados nazis negros (y otras “confusiones” similares) generados por Gemini, la IA de Google, el panorama se enturbió para la empresa. Por el lado económico, porque el sesgo de la inclusión de su IA generó desconfianza en la calidad y confiabilidad de su tecnología, haciéndole perder US$ 90 millardos a su valor accionario. Por el lado más político, este sesgo parece resultado de una calibración más que de una “alucinación” de la IA, lo que podría traer una reacción regulatoria por la manipulación de las respuestas.