Estos datos son alentadores no sólo para los fabricantes de los equipos que así mantienen sus niveles de ventas. También lo son para los operadores, porque un parque de terminales actualizado genera un mayor mercado (al menos potencial) para nuevos servicios.
Esta tendencia a la renovación seguirá, ya que uno de cada cuatro usuarios de telefonía celular planea cambiar de equipo durante el presente año. Esta relación es claramente mayor en el segmento adolescente, donde llega al 36%.
En cuanto a los terminales renovados, un 30% de quienes cambiaron de teléfono conservan el anterior sin utilizarlo. Y de éstos, un 40% están guardados con una línea activa (lo que equivale al 12% de los terminales renovados).
Pero el informe revela también la cara oscura de este proceso de renovación, ya que el tema de los robos de celulares emerge claramente. Un 17% de quienes renovaron su equipo en el último año lo hicieron como consecuencia del robo de su equipo anterior. Llevado al total de la muestra, esto equivale a que un 7,5% de los usuarios fueron víctimas de este delito en el último año, lo que proyectado da unos 2,3 millones de teléfonos. Visto de otra forma, sería un promedio de unos 6.300 celulares robados por día. Esta situación es más grave aún entre los adolescentes (menores de 18 años), ya que un 29% de los que cambiaron su equipo en este segmento etario fueron víctimas de un robo.