Dentro de la categoría de insufribles se puede agregar a los cada vez más presentes banners bajo el estilo pop-up. Si bien cuentan con la posibilidad de cerrarlos (por más que a veces están camuflados), hay que tener mucha puntería porque el botón para hacerlo es cada vez más chico. Hace falta ser Guillermo Tell para lograrlo en el primer intento (y no ser llevados al sitio del anunciante, lo que, por cierto, genera más click through).