Tendencia celular

La semana pasada tuvimos oportunidad de participar en Americas Com, un congreso regional de la industria móvil. Más allá de la llamativa ausencia de representantes de los operadores argentinos, fue interesante observar cuáles son los temas que acaparan la agenda de los involucrados con esta actividad, particularmente en Latinoamérica. Obviamente, el tema dominante fue 3G, tanto desde lo realizado y aprendido hasta el momento como lo que vendrá.
En líneas generales, da la sensación de que la industria móvil está en estos momentos apuntando a un modelo de provisión de la infraestructura de acceso, particularmente a Internet, pero sin ser necesariamente proveedor de contenidos. Se trata de un tema donde las opiniones están divididas. Tiempo atrás, ningún operador quería quedar fuera del juego de los contenidos, y así fue como cada uno desarrolló su propio portal móvil. Sin embargo, los resultados han sido decepcionantes. Esto no debería llamar la atención, ya que en realidad no hay razones para que los usuarios consuman contenidos de manera distinta entre el celular e Internet. El modelo de portal móvil propio es la repetición de lo que oportunamente hicieran los distintos ISP (con AOL como caso emblemático), quienes inicialmente intentaron competir con la Internet abierta y de contenidos infinitos con su propios portales, con resultados similares a los encontrados ahora por los operadores celulares. En el mejor de los casos, se le presta atención a posibles alianzas con especialistas en contenidos.
Así, surge una tendencia por la cual los operadores se convierten en ISP, y no sólo móviles (permitiendo el acceso a Internet desde terminales o notebooks conectadas), sino también complementando, y a veces sustituyendo, a los accesos fijos. Este enfoque puede resultar una forma rápida de monetizar las redes 3G, pero claramente resulta un paso hacia lo que otrora era tan temido por la industria: convertirse en meras tuberías. Si bien esto no debería necesariamente ser así, lo que queda claro es que los operadores (tanto fijos como móviles) no deben pretender competir en el mismo terreno que los proveedores de contenidos, porque claramente llevan todas las de perder.
Lo que sí parece claro es que, más allá del desarrollo de nuevos servicios como es el caso de la Internet móvil, todo indica que las tasas de crecimiento de la industria en los últimos años difícilmente puedan mantenerse en el mediano plazo. Por eso, otros de los temas fue la disminución de los costos, particularmente los operativos. Donde hubo coincidencia entre los distintos operadores que ya lanzaron el iPhone (increíblemente, aún no lo hicieron en Brasil) es que con el uso de este equipo se dispara el tráfico en la red. Así, la popularización de equipos que permiten acceder a Internet genera una fuerte presión sobre las redes, particularmente en el backhaul, lo que tarde o temprano exigirá mayores inversiones. Y así como ya varios planean interconectar sus estaciones base con fibra óptica, también entran en el radar otro tipo de opciones, como tercerizar redes, compartirlas y, en un plazo más lejano, migrarlas a infraestructuras totalmente IP.
Un punto aparte para destacar es que el tema TV móvil brilló por su ausencia, en contraste con lo que sucedía algo más de un año atrás donde era “el” tema. Se trata de un negocio muy incierto, y claramente los operadores no están interesados en apuestas tan altas.
Como se puede observar, la industria se encuentra en un punto similar al paso de la adolescencia a la adultez, donde algunos sueños e ideales son conservados como gratos recuerdos, pero donde las necesidades concretas imponen otro tipo de prioridades.

Acerca del autor

Enrique Carrier

Analista del mercado de telecomunicaciones y nuevos medios, basado en Buenos Aires, Argentina

Por Enrique Carrier

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