Intel viajes

Durante la semana que pasó se llevó a cabo el tradicional Intel Editors Day, que a pesar de su nombre no es un día sino tres en los cuales los distintos medios de la región (Argentina, Bolivia, Chile y Uruguay) son “aislados” en algún entorno agradable (esta vez fue en Punta del Este). Se trata de una experiencia interesante no sólo por los temas expuestos por los organizadores sino por la convivencia con periodistas de medios de distintos enfoques, lo cual permite tomar el pulso de lo que sucede en la industria y de cómo ésta es percibida por quienes tienen la tarea de comunicar.
En cuanto al mensaje de Intel, algunas cosas para destacar. Obviamente, se reflejó el crecimiento del mercado de PC y de notebooks en particular. En este último caso, se expresó claramente que el crecimiento de las portátiles había superado en este año las estimaciones más optimistas. También hay mucha expectativa con lo que pueda pasar con la nueva categoría denominada “netbook”, que nació con el concepto de la OLPC, se formalizó con el lanzamiento de la Classmate y hoy es una oportunidad enorme, quizás mayor que lo que los propios ejecutivos de Intel estiman. Es que estos dispositivos, que nacieron con la idea básica de ser la herramienta para los primeros palotes informáticos de niños en edad escolar, tienen el potencial de llegar también a un público adulto. Hay quienes las ven como notebooks más baratas, pero es un error. En realidad la diferencia fundamental es que las netbooks son equipos para consumir contenidos, no para crearlos. Es decir, ideales para acceder a Internet y sus servicios (mail, navegar, redes sociales, etc.), y en menor medida para usos de oficina. Pero es justamente esto lo que las hace atractivas más allá de los niños y aquellos que las ven como segunda máquina. Hoy hay millones de personas que consumen contenidos desde las PC públicas en cibers y locutorios y las netbooks, que hoy todavía tienen un precio alto pero que seguramente bajarán rápidamente, pueden lograr los mismos objetivos pero desde cualquier lugar y a cualquier hora. Es un tema de costos, tanto del equipo como de la conectividad. ¿Por qué entonces Intel insiste en catalogar a las netbooks como computadoras para niños, cuando de hecho muchos adultos no generan contenidos sino que sólo los consumen? La respuesta es simple, para no canibalizar las ventas de notebooks.
También se habló bastante del tema WiMax, aunque éste está encontrando algunas dificultades para terminar de dar su paso al mundo móvil. Para el caso argentino hay un tema técnico particularmente importante. En nuestro país las frecuencias licenciadas para el uso de WiMax están en los 3.5 Ghz, mientras que los equipos fabricados para las primeras experiencias móviles en los EE.UU. son de 2.5 Ghz. Así, si bien en breve Intel estará incluyendo los chips WiMax en sus máquinas como lo hicieran con WiFi (lo que implicó el despegue definitivo de esta tecnología), en Argentina esto no sucederá antes del 2010. Esto no parece preocupar demasiado a Intel cuyo negocio está basado en que se desarrolle la banda ancha, con nuevas y demandantes aplicaciones así como por la aparición de nuevos dispositivos conectables. Así, le restaron importancia cuando los periodistas plantearon un 3G vs. WiMax. Lo importante es que haya más banda ancha móvil porque esto incentivará la demanda por equipos con sus procesadores.
Es esta banda ancha móvil la que encierra una enorme oportunidad para su procesador Atom, diseñado para dispositivos portátiles por su bajísimo consumo (2V frente a 35 de un procesador de notebook) como netbooks o MID (dispositivos de Internet móvil) así como nuevas categorías tales como televisores con acceso a Internet incorporado. Así, Atom es la gran apuesta para entrar en nuevos mercados que permitan mantener el crecimiento.
En cuanto a los medios presentes, este año se observó una importante presencia de blogs, que se sumaron a los medios tradicionales y a los digitales que participaron en ediciones previas. Una clara demostración de la relevancia que Intel le da a esta nueva forma de hacer periodismo.
Y fue entre periodistas donde se habló de la reciente decisión de AMD de separar las tareas de fabricación en una empresa independiente, la cual es percibida como una señal de que no pudo seguir el tren de Intel. Pero esto, que parecería una buena noticia para Intel, en realidad no lo es tanto por dos razones. Por un lado, al perder fuerza un rival que le exigió tanto durante los últimos años, existe un riesgo cierto de aburguesamiento que podría impactar negativamente en el rendimiento de Intel como organización. Por otro lado, si AMD pierde relevancia en el mercado de procesadores, los ojos de las autoridades antimonopólicas podrán posarse sobre Intel con mayor fuerza. Y en Intel no quieren que suceda ni una cosa ni la otra.

Acerca del autor

Enrique Carrier

Analista del mercado de telecomunicaciones y nuevos medios, basado en Buenos Aires, Argentina

Por Enrique Carrier

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