Crisis, ¿qué crisis? II

Así como para los servicios el futuro próximo no parece muy complicado, la cosa es distinta cuando se piensa en productos físicos, como puede ser el caso de computadoras, celulares y otros electrónicos.
En el caso de las computadoras personales, se da un hecho curioso: si bien en la segunda mitad del año se percibe una clara desaceleración en las importaciones (tanto de notebooks como de desktops), las proyecciones para el 2008 realizadas en el 2007 se mantienen. Esto se debe a que durante la primera mitad del año el crecimiento permitía augurar un año extraordinario, pero los propios problemas de la economía argentina se ocuparon de que se levantara el pie del acelerador. Así, salvo que el último trimestre sea francamente desastroso, el año debería terminar con unos 2,35 millones de PC (de escritorio y portátiles) vendidas, lo que implicaría un nuevo récord.

Para el año que viene, podría registrarse una desaceleración si algunos (tanto consumidores como empresas) deciden postergar ciertos gastos, espaciando el tiempo entre renovaciones. Por otra parte, un dato no menor estará vinculado al valor del dólar, dependiendo de la magnitud de la devaluación del peso, que si bien no se sabe si será progresiva o de una sola vez, parece inevitable ante el contexto regional y la presión local.
En cuanto a los teléfonos celulares, la situación es distinta. Ya este año se prevé una caída del 7%, luego de haberlo hecho en un 9% en el 2007. En esto jugó que el mercado de líneas se desacelerara notablemente fruto de la saturación, con lo que la mayoría de los terminales nuevos son de reposición. En este contexto, una combinación de enfriamiento económico y devaluación del peso podría echar más hielo al balde.
Dentro de la industria de los fabricantes de celulares hay quienes creen que en una situación de estrechez económica, un equipo nuevo puede ser una forma de mimarse gastando poca plata. Esto puede ser verdad para algunos, pero también hay muchos usuarios que no se ven atraídos por las novedades (reproductor de MP3, cámara de fotos, acceso a Internet, etc.) sino simplemente un equipo que permita llamar e intercambiar SMS. En otras palabras, los deseos de autosatisfacción no alcanzarán para mantener el nivel de ventas en una economía desacelerada.
Pero aunque caigan los volúmenes, puede llegar a subir el precio promedio por equipo si se logra un desarrollo más acelerado de los datos móviles, aunque en este caso no toda la ganancia será para smartphones sino que habrá una proporción importante que será capturada por los módems 3G y las nuevas categorías de dispositivos que comenzarán a lanzarse en lo que queda de este año.
En síntesis, fabricantes de PC y de celulares tendrán un escenario más complicado que los proveedores de servicios. Estará en su ingenio y destreza minimizar un impacto que aunque previsible, no es aún mensurable.

Acerca del autor

Enrique Carrier

Analista del mercado de telecomunicaciones y nuevos medios, basado en Buenos Aires, Argentina

Por Enrique Carrier

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