¿Punto de inflexión?

En los últimos días el panorama de Telecom Italia (TI) en Argentina (a través de Telecom Argentina) se complicó notablemente. Es la resultante del ingreso de Telefónica entre los accionistas del operador italiano que también opera en nuestro país. Sin entrar a repasar en detalle lo sucedido (lo cual fue muy bien cubierto por los medios masivos), surgen algunas reflexiones en cuanto a lo sucedido en relación a la intervención del Estado en el tema y de las posibles consecuencias.
Desde la perspectiva del accionar del Estado (algunos dirán gobierno, aunque no es lo que técnicamente corresponde), cuesta entender cómo recién ahora se empiezan a tomar medidas concretas cuando en realidad la operación que da lugar a la intervención estatal se produjo a principios de mayo de 2007, prácticamente 2 años atrás. Mucho tiempo para determinar la legalidad de la participación de Telefónica en TI (y transitivamente en Telecom Argentina). Peor aún, todavía no hay un veredicto al respecto.
En cuanto a la decisión por parte de la CNDC (Comisión Nacional de Defensa de la Competencia) de que los representantes de TI no pueden participar de las decisiones políticas tomadas por el directorio, ésta deja entonces el control en manos de los socios argentinos, tanto los privados (Grupo W) como el Estado, a través del ANSES quien participa como consecuencia de las acciones que tenían las AFJP. Así, algunos creen ver una movida hacia la argentinización de Telecom, lo que sería un viejo anhelo de algunos personajes vinculados al poder. Obviamente, esto es lo que enfureció a los italianos, que llegaron a hablar de “confiscación”, lo que si bien parece un poco una sobrerreación, habla a las claras de cómo les cayó la medida.
Por otra parte, esta semana la agencia Reuters publicó un artículo significativo, según el cual, en una reunión realizada esta semana, los accionistas de Telco (que posee el 24,5% de TI y donde Telefónica tiene su participación) habrían quitado una frase en sus estatutos según la cual Telco ejercía “control y coordinación” de Telecom Italia. Se buscaría así mejorar su posición ante el escrutinio antimonopólico, tanto en Argentina como en Brasil, donde también TI y Telefónica tienen operaciones.
Si las cosas mantienen el rumbo adquirido esta semana, con acusaciones y amenazas de acciones legales, salvo que algún movimiento político tranquilice la situación, las cosas parecen encaminarse a una “desinversión” por parte de Telecom Italia que podría no ser consensuada, por lo que no habría que descartar una demanda por parte de TI hacia el Estado argentino (para alegría de los abogados eventualmente involucrados). Y por supuesto, ya resurgió la danza de nombres de posibles sustitutos para TI, lo que podría reconfigurar el panorama de las telecomunicaciones argentino de forma radical. Pero es temprano para entrar en esas especulaciones y todavía puede pasar mucha agua bajo el puente.

Acerca del autor

Enrique Carrier

Analista del mercado de telecomunicaciones y nuevos medios, basado en Buenos Aires, Argentina

Por Enrique Carrier

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