Surprise!!!

Esto es lo que gritó Oracle cuando anunció la compra de Sun. Es que luego del intento fallido de IBM, se especuló con otros nombres, pero Oracle no estaba en el radar. Lo interesante es que esta operación puede ser vista desde dos perspectivas: la puramente de negocios y la filosófica.
Desde el punto de vista del negocio, Oracle gana por el lado del software y del hardware. Suma así a Java, plataforma de desarrollo que según el CEO de Oracle implica “el activo de software más importante que jamás hayamos adquirido”. También el sistema operativo Solaris, principal plataforma sobre la que corren las bases de datos de Oracle. Además, con su adquisición, Oracle se asegura de que no caigan en manos de IBM, con quien compite en varios segmentos de software. Por otra parte, con el hardware de Sun, Oracle no sólo puede completar su oferta, sino potenciar el desarrollo de una propuesta de datacenter, promoviendo el cloud computing, tan en boga.
Más interesante es que la operación lleva a la unión de dos empresas emblemáticas del Silicon Valley, que tienen años de una alianza espiritual que comenzó en los 90 cuando, cada una por su lado, resistían al dominio de Microsoft. De hecho, estuvieron entre los principales impulsores del proceso antitrust contra la empresa fundada por Bill Gates. Por otra parte, y simultáneamente, promovían el concepto de thin client, que en aquél entonces respondía a la misma base conceptual que el actual cloud computing. Claramente, sus destinos estaban trazados para terminar profundamente entrelazados.
Visto más a la distancia, resulta interesante el cambio en las tendencias en la industria. Hasta los años 80, la informática era vertical. Empresas como IBM, Unisys y otras tenían una oferta completa de hardware, software y servicios. Más tarde, ya en los 90, la irrupción y masificación de la PC hizo que la industria se hiciera horizontal. Las empresas comenzaron a especializarse en algún componente de la oferta informática. Era la hora de los spin off. Ahora, en los 2000, se vuelve a la verticalidad. La diferencia en esta ocasión es que en vez de pretender vender individualmente los distintos componentes a sus clientes, las empresas los combinan para ofrecer la informática monolíticamente, aunque como servicio. Como dirían las abuelas, todo vuelve…

Acerca del autor

Enrique Carrier

Analista del mercado de telecomunicaciones y nuevos medios, basado en Buenos Aires, Argentina

Por Enrique Carrier

Your sidebar area is currently empty. Hurry up and add some widgets.