Buenos muchachos

A pesar de que el tema parece haber entrado en el freezer hasta al menos después de las elecciones legislativas, el proyecto de ley conocido como “impuestazo tecnológico” sigue generando noticias. En una evidente campaña de prensa destinada a revertir la imagen negativa de la medida, AFARTE (cámara que nuclea a los fabricantes de Tierra del Fuego) comunicó a los medios sus diferentes “concesiones” para que finalmente se apruebe una ley que favorezca a la fabricación en Tierra del Fuego.
Haciendo gala de una gran habilidad para transformar estas concesiones en beneficios para sus miembros, los directivos de AFARTE explicaron que hicieron llegar a la Secretaría de Comercio Interior (curioso, ya que el proyecto surgió originalmente de la de Industria…) sus propuestas.
Una es proveerles al resto de los fabricantes locales los monitores de PC al mismo precio que importan. Si la calidad fuera la misma que la de los importados, para los fabricantes sería indiferente. Sin embargo las empresas radicadas en Tierra del Fuego se asegurarían automáticamente una demanda importante, de no menos de 1,5 millón de unidades anuales (tomando como referencia las computadoras de escritorio vendidas los últimos 2 años). Nada mal para arrancar.
Por otra parte, aceptarían incluir un 25% de memorias nacionales en las notebooks que fabricarán en Río Grande y Ushuaia. Siendo que la movida se encuadra dentro de la lógica de la sustitución de importaciones y de la producción nacional, no tiene mucho sentido este tope. Deberían incluir todas las memorias que la industria nacional les pueda proveer y recién después acudir al mercado internacional.
También mencionaron la posibilidad de reabrir el régimen de radicación de nuevas compañías en Tierra del Fuego para que cualquier firma pueda producir en la isla. Y, para facilitar la transición (las plantas no se instalan y comienzan a operar en un día), se comprometen a fabricarles a los terceros “al costo” hasta tanto tengan producción propia. Así, nuevamente se aseguran demanda (al menos inicialmente). Sería bueno que aclarasen si el costo mencionado incluye la retribución al empresario, tal cual lo considera la teoría microeconómica.
Dentro de la variedad de artículos publicados en diversos medios, surgió una interesante declaración en una entrevista concedida al sitio Infobae Profesional por parte del presidente de AFARTE. Emulando a algunos políticos que en vez de seducir intentan lograr adhesiones en base al temor, el dirigente aventuró que si las laptops (o notebooks) no comienzan a producirse en Tierra del Fuego, con seguridad van a desaparecer del continente; por ello, si quieren competir deben venir sus fabricantes a instalarse en este distrito fueguino”. Una afirmación que, por apocalíptica, merecería una ampliación en sus fundamentos.

Acerca del autor

Enrique Carrier

Analista del mercado de telecomunicaciones y nuevos medios, basado en Buenos Aires, Argentina

Por Enrique Carrier

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