En un rasgo de gran modernidad, el gobierno de la ciudad de Buenos Aires ultima los detalles de un sistema que permitirá, antes de fin de año, reservar un lugar para estacionar por celular o por Internet. Aunque considerando la natural impuntualidad de los argentinos combinada con los inesperados eventos que pululan por las calles de la ciudad (marchas, cortes, recitales, repavimentaciones, etc.), habrá que ver si es efectivo. ¿Será que algunos funcionarios, cuando se miran al espejo, ven reflejado a un alemán?