A pesar de la revolución que generó el lanzamiento del primer iPhone dos años atrás, sus versiones posteriores (la 3G y la 3GS) fueron más bien evoluciones, introduciendo mejoras a un diseño básico casi inalterado. Si esta política se mantiene en el tiempo, el iPhone se convertirá en el Ford Falcon de los celulares (menores de 30 años, abstenerse).