MySpace oddity

Siguiendo con las redes sociales, en las últimas dos semanas quien estuvo en las noticias fue MySpace. Primero, al anunciar fuertes recortes de personal en los EE.UU. y luego, por ampliar esos recortes a sus operaciones internacionales, no sólo a los empleados, despidiendo a dos tercios del total, sino también cerrando oficinas, donde se incluyó a la de Argentina (cuyo accionar, hay que admitirlo, no fue muy visible).
Se trata de un caso curioso, ya que MySpace fue pionera entre las redes sociales, habiéndose lanzado en el 2003, antes que Facebook (2004). Desde entonces, MySpace alcanzó los 130 millones de usuarios activos (46% fuera de los EE.UU.), frente a los 200 millones de Facebook (70% del exterior). Pero mientras el crecimiento de MySpace se detuvo (con caída en los page views), Facebook sigue a buen ritmo, y creciendo rápidamente en los EE.UU.
La situación de MySpace deja entonces varias lecciones. La primera es que el famoso first mover advantage (la ventaja del que mueve primero), concepto muy celebrado durante la época de la explosión de las puntocom y que justificó muchísimos mamarrachos no listos para el mercado, no parece ser tan decisivo. Mejor que ser el primero es ser el mejor.
La segunda es que las externalidades de red en este mercado son letales. La gente está donde están todos (o la mayoría), por lo que prácticamente no hay lugar para segundos (concepto digno de Bilardo).
La tercera, es que el negocio de Internet no vinculado a la conectividad misma, aparenta ser inescrutable para las mentes de los inmigrantes digitales. Vale recordar que a mediados de 2005, News Corp. (el holding del magnate de medios Rupert Murdoch) desembolsó US$ 580 millones por algo que todavía no se entendía bien pero que ofrecía un importante inventario de espacio para vender publicidad y que se pretendía convertir en la versión online de MTV. Ninguno de los dos objetivos pudo cumplirse aún.
La cuarta, y quizás la más importante, es que los problemas de MySpace demuestran las dificultades existentes para mantener negocios a gran escala que estén basados principalmente en la publicidad (con Google como honrosa excepción). Dificultad que se hizo más evidente en el contexto de recesión mundial actual y que se potencia en el caso de los sitios internacionales, donde la relación entre ingresos y audiencias por geografías suele no correlacionar.
MySpace no está muerta, pero parece haber entrado en uno de esos procesos de decadencia que suelen ser irremontables

Acerca del autor

Enrique Carrier

Analista del mercado de telecomunicaciones y nuevos medios, basado en Buenos Aires, Argentina

Por Enrique Carrier

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