TV maravilhosa

Es feo enterarse de lo que pasa en casa a través del vecino. Esto fue lo que sucedió esta semana cuando el ministro de Comunicaciones de Brasil informó a la cámara de fabricantes de electrodomésticos radicados en Manaos que Argentina optaría por la norma japonesa-brasilera de TV digital. A su vez, el funcionario brasilero se había enterado porque se lo había comunicado el Secretario de Comunicaciones argentino. Según lo informado en distintos medios nacionales, el anuncio oficial será hoy mismo en la cumbre del UNASUR.
En realidad, la noticia no tomó por sorpresa a quienes siguieron todo el proceso de elección (o mejor dicho, de reelección, ya que oportunamente Argentina había optado por el sistema norteamericano) de la norma. El tándem Japón-Brasil ya pintaba como el caballo del comisario. Por lo tanto, sólo resta esperar al anuncio oficial para develar tres intrigas: la participación de Argentina en la producción de televisores y decodificadores aptos; el aporte, si lo hubiera, de inversiones de capital en al país (como sucedió con Brasil); y la fecha del apagón analógico. Habrá que esperar para saberlo.
En cuanto al impacto, por las demoras en la decisión quizás este sea menor al previsto originalmente.
Por un lado, al ser Argentina un país con tan alta penetración de TV paga (alrededor del 60% de los hogares), el cambio de norma impacta menos que en otros lugares. Al recibir los televisores la señal desde redes privadas (de cable, satélite y hasta radio), no se ven afectados por la norma de transmisión por aire y abierta.
Por otra parte, el proceso de transición entre la TV analógica y la digital no puede darse de un día para el otro. Esto es así no sólo por los tiempos técnicos que requiere la adecuación de las redes de transmisión, sino también porque cuanto más largo sea este proceso, más recambio de los televisores se hará naturalmente. Pero mientras el tiempo pasa, la gente va mutando sus hábitos de consumo de contenidos audiovisuales, tal como surge del informe “Usuario online – consumo de contenidos 2009”. Cada vez más, los usuarios se están acostumbrando, de la mano de Internet, a consumir contenidos bajo demanda. Esta tendencia sólo se profundizará en la medida en que los que actualmente son menores de 20/25 años vayan creciendo, independizándose y tomando sus propias decisiones de consumo. Así, salir con una nueva propuesta de broadcasting de acá a 5 ó 10 años, será un tanto anacrónico. Sin dudas el futuro del consumo de video y audio será bajo demanda, sea en formato fijo o móvil.

Acerca del autor

Enrique Carrier

Analista del mercado de telecomunicaciones y nuevos medios, basado en Buenos Aires, Argentina

Por Enrique Carrier

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