Con la reciente performance del seleccionado argentino de fútbol, ya son varios los vinculados al negocio de los televisores preocupados. Están rezando, convocando a brujas o lo que sea con tal de no quedar afuera y que se pierda la principal motivación para que la gente actualice en masa sus televisores, como suele suceder cada 4 años cuando las esperanzas se renuevan. Lo último que se pierde es la esperanza.