Notebooks fueguinas

La resolución por la que se autoriza la fabricación de notebooks y netbooks en Tierra del Fuego bajo las mismas condiciones que tienen otros bienes similares fabricados en aquella provincia, despertó algunas inquietudes entre los afectados. Sin embargo, al menos por el momento, su impacto no debería ser relevante.
Es que una cosa es contar con los beneficios que se otorgan a la producción en las islas y otra es, además, que se las incluya dentro de los bienes alcanzados por el impuesto tecnológico. Mientras la primera opción tiende a abaratar la producción en esa provincia a través de rebajas impositivas, la segunda encarece a los bienes del exterior al agregárseles impuestos y derechos aduaneros. Y, al menos por ahora, sólo ocurrirá lo primero.
¿Significa esto que los productores locales de portátiles cerrarán sus plantas en la Argentina continental para radicarse en la isla? Para tranquilidad de quienes trabajan en ellas, la respuesta es no. Esto se debe a que si bien los productores perciben una reducción de costos por rebajas impositivas, los mismos suben por otro lado: mano de obra (que, dicen los que conocen del tema, se multiplica por 3) y logística. La reducción real de costos resultante sería del orden del 5%, lo que no alcanzaría para compensar las inversiones necesarias y la menor agilidad para responder a las cambiantes demandas del mercado
Así, podría esperarse que luego de las correspondientes autorizaciones (que son caso por caso) sean las empresas que ya se encuentran operando en la isla las que añadan las portátiles a sus líneas de producción. Pero, al menos por ahora, no hay que prever una migración de los productores continentales hacia la isla y, consecuentemente, las tensiones que eso podría causar.

Acerca del autor

Enrique Carrier

Analista del mercado de telecomunicaciones y nuevos medios, basado en Buenos Aires, Argentina

Por Enrique Carrier

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