Muerte prematura

A escasos dos meses de su lanzamiento, Microsoft anunció que dejará de impulsar su celulares KIN, al anunciar que no comercializará los terminales en Europa y que fusionará la unidad que los desarrolló con la que trabaja en el próximo sistema operativo para móviles, Windows Phone 7. Esto y emitir su certificado de defunción es prácticamente lo mismo.
Más allá de las razones del fracaso inmediato de KIN, un aspirante a smartphone que estaba en una incómoda posición intermedia, el mismo evidencia los problemas que tiene Microsoft para hacer pie en el mundo móvil.
Heredero del sistema operativo Pocket PC, Windows Mobile fue lanzado en el 2003. No obstante tantos años de vida y de experiencia de poco le sirvieron ante los embates de la competencia, no sólo de Blackberry o Apple con sus modelos integrados de hardware y software, sino principalmente de Android. Es que cuando Google se lo propuso tuvo rápidamente un sistema operativo para celulares en el mercado con prestaciones muy superiores, lo que le valió una amplia aceptación por parte de fabricantes y usuarios. Es más, Microsoft promete recuperar el terreno con un sistema operativo aún no lanzado comercialmente, el Windows Phone 7. En otras palabras, a pesar de tantos años en el mercado móvil, sigue corriendo desde atrás.
Quizás la confusión de Microsoft se hace evidente en las denominaciones. Mientras los celulares en su transformación hacia smartphones se hacen cada vez menos teléfonos, en MS les pareció una buena idea de renovación cambiarle el nombre de su Windows para celulares de Mobile a Phone, cuando en realidad lo lógico hubiera sido que el cambio fuera al revés. En fin.

Acerca del autor

Enrique Carrier

Analista del mercado de telecomunicaciones y nuevos medios, basado en Buenos Aires, Argentina

Por Enrique Carrier

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