Archivoseptiembre 2010

Linkeando

  • El carro antes que el caballo: A pesar de los esfuerzos del gobierno, la TDT sigue sin mover el amperímetro, por lo que buscan que los comercios de electrodomésticos los incorporen a su oferta. En realidad, el problema es de oferta, pero sobre todo de contenidos. Hasta que éstos no estén, no tiene mucho sentido desembolsar entre $ 600 y 800 para una programación tan limitada. [El Cronista]
  • Internet.tv.ar: El fenómeno de la televisión por Internet no es privativo de mercados más desarrollados. En Argentina también empieza a haber oferta, aunque un poco tímida aún. [La Nación]
  • Adiós a los átomos: Que uno de los diarios más importantes de occidente, el New York Times, anuncie que en su futuro está la muerte de la edición en papel para convertirse en proveedor de contenidos vía Internet no es un dato menor. Y no sólo puede ser un leading case. También plantea la relevancia de un Papel Prensa en un futuro quizás no muy lejano. [Fortuna]

Big Google is watching you

Preocupada por declaraciones de Eric Schmidt, CEO de Google, respecto de la privacidad, la asociación Consumer Watchdog salió a criticarlo. Lo hizo a través de un video que fuera emitido en una pantalla gigante en Times Square, en la ciudad de New York. El video es imperdible aunque algo espeluznante.


Juegos homofóbicos

Al parecer, vivir en Fort Gay, West Virginia, es un impedimento para poder jugar juegos online con la consola Xbox de Microsoft. La empresa consideró que los datos de perfil de un jugador de ese pueblo de 800 habitantes eran injuriosos, por lo que lo suspendió. Al parecer, nadie se tomó el trabajo de chequear que ese pueblo, más allá de su curioso nombre, existe. Más detalles en Cnet.

Con la vista en el cielo raso

Desde hace un tiempo, y tal como lo demuestran las decrecientes tasas de crecimiento de las conexiones de banda ancha, el mercado de acceso a Internet viene dando muestras de acercarse a su techo. Al menos bajo el modelo actual de una PC conectada a un acceso fijo. Esto surge del informe “Acceso a Internet y tecnología en el hogar – 2010”, realizado por Carrier y Asociados.

Presente en aproximadamente el 38% de los hogares argentinos, la banda ancha fija choca contra limitaciones estructurales, especialmente la distribución socioeconómica y etaria, aunque también está el coto impuesto por el modelo de la PC como dispositivo central de acceso.

El cambio de paradigma se esboza por el lado de la conexión de dispositivos distintos de la PC. Esta última, sin desaparecer, está dando indicios de avanzar hacia una situación de amesetamiento, aunque disfrazada detrás de la renovación de los equipos de escritorio por equipos portátiles (notebooks y netbooks). Esto se debe a que, más allá del cambio de formato, una PC nueva no ofrece mucho más que la anterior si lo que se usa es principalmente Internet y sus aplicaciones. Así, más que a una PC nueva, el gasto se irá orientando hacia otros dispositivos conectables que amplíen la experiencia de Internet: celulares, TV, consolas y una amplia y floreciente gama de éstos.

El celular es omnipresente y se encuentra en proceso de conversión hacia un dispositivo de acceso a Internet, con todas sus implicancias. Ya un 11% de los usuarios de Internet y celulares accedieron a la red desde el móvil y la mitad de éstos lo hace regularmente. Su movilidad y conexión permanente los hace indicados para el consumo de servicios de comunicaciones, especialmente las alternativas de mensajería y las redes sociales. A éstas, el celular le agrega la dimensión de movilidad total (lo que equivale a conexión permanente), mientras que la PC apenas llega a la de portabilidad, ya que el uso de esta última es mayormente fijo (en un escritorio, una mesa).

Por su parte, la TV se perfila como un dispositivo de acceso alternativo en el hogar, especialmente para el contenido en video que cada vez más abunda en la red. Así, a los usuarios ya no les cuesta mucho imaginar una situación hipotética en la cual acceden a material en video proveniente de Internet a través de la TV, visualizándose como una alternativa al servicio de TV paga (por cable o satélite), que a pesar de su popularidad actual ve su futuro amenazado por el cambio de paradigma. No es descabellado imaginar un escenario donde se combina la TDT, con contenidos en vivo y con buena calidad de imagen, e Internet, con todo aquello que puede consumirse a demanda, en el momento que más se ajusta al usuario. En definitiva, el consumo de video por Internet marca la tendencia en cuanto a lo que los usuarios pretenden de un servicio de TV.

Resumiendo. No se trata de pensar que el acceso a Internet dejará de crecer, sino que habrá cambios en los dispositivos y las formas de hacerlo como también en la forma de medirlo.

Ecos

Si bien el caso Fibertel entró en el esperado recorrido judicial previo a definiciones de fondo, se siguen generando noticias alrededor del mismo.

Por el lado del gobierno, surgen indicios de una mayor conciencia de que el plazo original de 90 días resulta a todas luces exiguo. Y aunque no lo admitan, ya están curándose en salud. Primero fue diciendo que se trataba de 90 días hábiles, pero como esto no ayuda mucho ya reconocieron que el plazo podría extenderse de ser necesario.

Donde se está poniendo interesante es en el análisis de la competencia. Desde el punto de vista comercial ya son varios los que aumentaron la agresividad de sus campañas para incorporar nuevos clientes. Y no sólo se trata de Arnet y Speedy, sino también de ISP más chicos que salieron a decir “aquí estoy”, como fue el caso de Sion y algunas cooperativas. De todos modos, todo dentro de lo esperable en una situación como esta. No obstante, no deja de ser llamativo el silencio sobre el tema de fondo de quienes, a pesar de ser competidores, están en el mismo negocio.

Las telefónicas (Telecom y Telefónica) intentan, sin mucho éxito quizás, mostrarse como prescindentes en el conflicto, aunque sin dudas se les dibuja una leve mueca de placer siendo que responsabilizan al lobby de Cablevisión por su exclusión del negocio de la TV en la ley de medios. No obstante, les resulta muy difícil despegarse ya que son sin dudas los principales beneficiados de cumplirse con la resolución de la Secretaría de Comunicaciones. De este modo, quedan en una situación incómoda frente a la opinión pública tanto porque reflotan su imagen de monopólicas como porque emergen como cómplices silenciosos de la medida, especialmente frente a quienes se oponen al gobierno. Será interesante ver entonces en qué medida este conflicto afecta a la percepción de las mismas.

También es llamativo el silencio del resto de la industria de la TV por cable, tradicionalmente encolumnada detrás de las posturas de Cablevisión, como podía observarse, por ejemplo, en el accionar de ATVC. Quizás porque apuestan a pescar algunos abonados en este río revuelto, quizás porque temen represalias vía ley de medios. Lo concreto, es que ningún operador de TV por cable buscó hacer pública su posición en este tema. Ni a favor, ni en contra. Más bien silencio.

Por el lado de las cooperativas telefónicas, éstas no se ven mayormente afectadas por Fibertel ya que el servicio prácticamente no llega a sus zonas de influencia. Sí por las intenciones del gobierno de establecer una tarifa federal uniforme de $ 69 + IVA ($ 83,49 final) para conexiones de 1 Mb. La misma no siempre es viable no sólo por diferencias de escala sino también, y principalmente, por los costos de interconexión que tienen y que seguramente será un elemento clave en la negociación para apoyar la postura del gobierno. No hay que descartar que aprovechen la oportunidad para presionar por otros de sus reclamos históricos como el costo del CPP, recibir fondos del Servicio Universal, operador móvil, etc. Así, no debería llamar la atención que comiencen a elevar su perfil. Si bien es poco lo que en concreto pueden ofrecer en el tema Fibertel, frente a las dos grandes telefónicas, tienen la ventaja de su imagen asociada al romanticismo del movimiento cooperativo así como ser organizaciones de capitales totalmente nacionales que reinvierten el total de sus utilidades en el país. Y esto, como se dice coloquialmente, “garpa”.

Más allá de la suerte que en definitiva corra Cablevisión con su servicio de acceso a Internet, lo seguro es que igual sentirá el impacto. Por el lado de las nuevas altas, que independientemente de si puede legalmente o no habilitarlas, porque se verán afectadas por la incertidumbre actual. En cuanto a su base instalada de clientes, seguramente sentirá el impacto de las bajas de aquellos que por distintos motivos no quieran siquiera exponerse a la eventualidad de quedarse sin servicio en algún momento y decidan migrar antes de que haya una solución definitiva al conflicto. Como no hay mal que por bien no venga, lo positivo es que todo este asunto reforzó sus vínculos con muchos de sus clientes, quienes defienden con fiereza a la empresa. A estos deberá retribuirles la fidelidad de alguna forma.

Daños colaterales

Independientemente del desenlace final que se dé en el asunto Fibertel, el mismo habrá servido para que al menos una vez el gobierno preste algo de atención a lo que sucede en la industria de las telecomunicaciones.

La súbita decisión de declarar caduca la licencia de Fibertel hizo que el gobierno se diera cuenta de que no todo está tan bien en este negocio que involucra a muchos otros actores más allá de la propia Cablevisión y la inevitable referencia a Telecom y Telefónica. La dificultad para encontrar rápidamente proveedores alternativos en cantidad suficiente sin generar una concentración aún mayor del mercado de acceso a Internet tuvo un resultado no previsto: poner en evidencia la desidia reinante en el ámbito de las telecomunicaciones desde que estalló la crisis de finales del 2001.

Un resumen muy sucinto sería así. El gobierno de transición 2002-2003 estaba ocupado apagando el incendio de la crisis, con lo cual se puede tolerar que no haya intervenido en la materia. Luego, bajo las sucesivas presidencias del matrimonio Kirchner hubieron dos Secretarios de Comunicaciones: Moreno y Salas.

El primero comenzó a darle un perfil más alto a su ya célebre estilo de interacción. Independientemente de esto, Moreno veía a las telecomunicaciones como una industria en el sentido convencional, que fabrica teléfonos, cables y otros dispositivos pero no como la infraestructura básica que es de toda sociedad moderna. Apenas si hubo un intento por crear Comarcoop, un quinto operador móvil que agruparía a las cooperativas y que, por motivos desconocidos, nunca vio la luz. Así, no se registraron avances en la reglamentación de distintos aspectos previstos por el decreto 764/2000 de apertura del mercado de las telecomunicaciones, aunque tampoco se estableció un marco regulatorio alternativo si es que el vigente no era del gusto de las autoridades en ejercicio. El resultado fue una supuesta apertura que no fue tal y que culminó, como es hoy evidente, en un mercado altamente concentrado pero poco controlado.

Luego fue el turno del Salas, un funcionario que se caracteriza por sus silencios así como por su inacción. De hecho, las dos veces que levantó el perfil y participó, aunque sea simbólicamente, en alguna decisión fue para dar lugar a conflictos. Primero asignando numeración a Cablevisión/Fibertel para dar telefonía para luego, a los pocos días, revocar esa decisión. Más tarde para emitir la resolución que marcó la caducidad de la licencia de Fibertel y que, amén del conflicto político, dejó al desnudo la falta de planeamiento respecto de sus previsibles consecuencias.

Así, la nave empezó a hacer agua. Se hizo evidente que el Estado no cuenta con datos actualizados de los proveedores de acceso a Internet, que la competencia en términos de redes es limitada, que los trámites se sabe cuando comienzan pero nunca cuando terminan, y varios etcéteras. A duras penas, y presionado por la justicia por un lado y por el parlamento por el otro, se reglamentó la portabilidad numérica para teléfonos móviles apenas unas semanas atrás.

Así, el rey (en este caso las telecomunicaciones) quedó al desnudo. Y lo que muestra dista de ser agradable a la vista.

Linkeando

  • Se va la segunda: Cada vez más, los operadores de telecomunicaciones ven con terror como se quedan fuera de los negocios de contenidos y servicios ofrecidos sobre sus redes. Telefónica lo intentó en el pasado, con resultados que estuvieron por debajo de las expectativas, lo que no impide que vuelvan a la carga, suponemos, basándose en esas experiencias. [Cinco días]
  • Dale gas: El tema de la TV digital venía con mucho impulso hasta el último mundial de fútbol. Sin embargo, parece que ahora la cosa no estaría avanzando de forma tal de alcanzar los objetivos originales. De ser así, una lástima. [Perfil]
  • Voz HD: Así como la industria audiovisual está enloquecida con las tecnologías HD, las mismas están comenzando a aplicarse a la telefonía móvil para mejorar la calidad del audio. En el Reino Unido, Orange se apresta a lanzarlo. Si resulta como esperado, podría revitalizar un poco al negocio de la voz en medio de tanto dato. [Telecoms]

TV abandonada

No quedan dudas de que Internet es hoy una plataforma de distribución de contenidos de TV, vía YouTube y otros sitios similares. Este comercial de Logitech, quien producirá dispositivos para usar Google TV, reconoce esta realidad y la muestra de manera efectiva para promover el próximo lanzamiento de un servicio que promete alterar la forma de interactuar con el televisor.

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