Para no reinventar la rueda

Con respecto al tema de los monopolios, sigue vigente este comentario publicado en “Comentarios” hace exactamente 3 años, en octubre de 2007, por lo que decidimos volver a publicarlo. Para ese entonces, se acababan de registrar la fusión de Cablevisión y Multicanal y el ingreso de Telefónica en Telecom Italia.

El mismo se basa en la interpretación de lo que es un monopolio en el mundo de las redes de telecomunicaciones y porqué, consecuentemente, el foco debe estar en evitar los abusos de posición dominante más que en atomizar las redes.

“Sobre monopolios reales y competencia ficticia

Publicado originalmente el 05 de Octubre de 2007

”En los últimos meses, quizás como no había sucedido anteriormente, los debates y argumentaciones en cuanto a la formación de monopolios como consecuencia de adquisiciones parciales y totales están a la orden del día. Y cobró más fuerza como resultado de la guerra dialéctica entre cableras y telefónicas por las intenciones de estas últimas de dar servicios Triple Play.

”El primer caso importante fue la fusión de Cablevisión y Multicanal. El mismo evidencia que para despertar inquietudes no hace falta tener el 90% del mercado (de hecho, entre ambos operadores no llegan al 50%). Lo que sucede es que el mercado de la TV por cable tiene la particularidad de estar muy atomizado en términos de actores (gracias a los cientos de pequeños operadores que dan servicio en localidades pequeñas). No obstante, un importante número de éstos, sin importar su tamaño, operan en condiciones cuasi monopólicas, teniendo a la TV satelital apenas como un sustituto parcial. En el caso particular de Cablevisión y Multicanal, desde la perspectiva del cliente esto no implica un cambio significativo, ya que de hecho la superposición de sus redes es menor. Así, la mayoría de sus clientes tienen hoy las mismas opciones en servicios de TV paga que tenían antes de la fusión. En consecuencia, que ambos funcionen como uno o por separado, no cambia nada para la mayoría. Distinto es el impacto en el caso de los proveedores de señales, quienes con esta unión ven crecer sustancialmente el poder de negociación de un gigante de la TV por cable. Así se entiende por qué los proveedores de señales ven con muy buenos ojos que las telefónicas ingresen al mercado de la TV paga. Se sumaría un nuevo canal de distribución al tiempo que un elemento de presión en sus negociaciones con el mega cable.

”El segundo caso relevante es el ingreso de Telefónica al grupo de accionistas de Telecom, resultado de una operación llevada a cabo a nivel internacional con lógicas repercusiones en el mercado local. Olvidemos por un instante lo que dicen las condiciones de privatización de ENTel, ya llegaremos a este punto. También si la participación de Telefónica en Telecom Italia alcanza para regir sus decisiones. Es más, supongamos que Telefónica lograra el control total y absoluto de Telecom, para imaginar una situación similar a la que ocurre en el caso de Cablevisión y Multicanal. ¿Qué cambiaría desde la perspectiva de los usuarios? Realmente muy poco, ya que ambas empresas operan también en condiciones cuasi monopólicas (con el sustituto imperfecto de la telefonía IP o de los celulares). Hoy prácticamente nadie (salvo en lo más alto del segmento corporativo) tiene la opción de contratar a Telecom si está disconforme con Telefónica o viceversa. Por lo tanto, nada cambia para el usuario si ambas empresas operan como una sola o por separado. Sí hay diferencia en algún subsegmento del segmento corporativo y más aún en el caso de otros operadores que necesitan interconexión y compran conectividad a Internet o salida internacional, por ejemplo.

”Queda claro así que la existencia de múltiples empresas operando cada una en condiciones monopólicas en su área de influencia, no es muy distinto (desde la perspectiva del usuario) de éstas fusionadas pero sin cambiar los términos de relación monopólica con sus clientes. Con esto lo que se busca demostrar es que no tendremos un mercado con más competencia por el solo hecho de que hayan más empresas operando como consecuencia de impedir fusiones. Para que haya más competencia lo que hace falta es una adecuada regulación de la apertura del mercado, materia en la que nada se avanzó en los últimos 6 años. […]

”En otras palabras, en el caso particular de las telecomunicaciones fijas, lo que se necesita es una regulación que fomente la existencia de competencia en un negocio que naturalmente tiende a la concentración. Y la forma más efectiva de hacerlo no es impidiendo las fusiones. Esto se debe a que el alcance del servicio prestado por cada empresa está limitado a la cobertura de su red (cosa que no ocurre con otras actividades donde los frenos a las fusiones sí son un arma efectiva para garantizar la competencia). Así, es más efectivo que el Estado regule la apertura, evitando la tentación del abuso del poder dominante. Y que, por supuesto, también se ocupe de que esta regulación se cumpla. Si no, no será más que un papel escrito que puede catalogarse como ciencia ficción (como tantos otros que andan dando vuelta). […]”

Acerca del autor

Enrique Carrier

Analista del mercado de telecomunicaciones y nuevos medios, basado en Buenos Aires, Argentina

Por Enrique Carrier

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