I want to break free

Esta clásica canción de Queen es la que tararean los celulares ahora. Si se observan las promociones para fin de año (último momento álgido anual en la venta de estos dispositivos) se notará que hay una interesante ofensiva de los celulares “liberados”, es decir, aquellos que pueden funcionar con la red de cualquier operador al utilizar una SIM de éste, pero sin necesidad de ninguna programación o procedimiento.

Conviene recordar que los celulares nacen “liberados” pero luego son bloqueados por los operadores, quienes los configuran para que funcionen con todos los servicios que ofrecen al tiempo que dificultan su utilización en otras redes que no subsidiaron su precio de venta al cliente final. Así, un equipo adquirido vía operador puede llegar a ser un 50% más barato que uno liberado, o incluso más.

Con este diferencial de precio, es normal preguntarse por qué entonces alguien pagaría el doble o más para tener un equipo liberado. Y las razones son varias. Una, quizás la principal, es que hay una mayor oferta y disponibilidad de marcas y modelos en el mercado de liberados que a través de operadores. Éstos deciden qué modelos ofrecer en base a variables comerciales (acuerdo alcanzado con el fabricante por algún modelo en particular), técnicas (hay equipos de mayor consumo de recursos de la red que no son bien vistos) o de servicio (no hay mucho entusiasmo en ofrecer un equipo que permita hacer VoIP). Un ejemplo en Argentina es el caso del iPhone, que si bien es oficialmente provisto por los tres principales operadores celulares, a la hora de comprar son frecuentes las quejas de los clientes por no haber disponibilidad.

Por otra parte, un equipo liberado tiene la ventaja de aceptar cualquier SIM. Esto que algunos ven como positivo localmente (ya que permite aprovechar promociones de distintos operadores) es más evidente aún a la hora de utilizar el celular en el exterior. Ante los costos del roaming (altísimos en todos los mercados, no es una particularidad de Argentina), cada vez más los viajeros optan por comprar una SIM local. Un teléfono desbloqueado la acepta sin problemas, permitiendo comunicarse a costos locales.

El atractivo de los desbloqueados será mayor cuando esté vigente la portabilidad numérica, ya que se podrá cambiar de operador (y de SIM) con mayor facilidad. Y si bien los operadores deberán ofrecer alguna modalidad de desbloqueo para que el terminal no actúe como barrera de salida, siempre será más simple cambiar si el equipo no está bloqueado.

Así las cosas, las cadenas de electrónicos y los supermercados están comenzando a poner más fichas en los desbloqueados. Y la forma de combatir al subsidio de los operadores es ofreciendo los terminales en cuotas, siendo habitual que sean 24. Esta financiación se verá impulsada por los bancos, que apostaron fuertemente durante este año a los LCD y LED y cuya tracción ya no es la de mediados de año. Y no hay que olvidar que un celular de alta gama puede costar como un LCD de 32”. Pero en el caso de los celulares, la venta financiada alcanza también a los equipos de nivel de entrada, llegando a cuotas de menos de $ 10. Quedó comprobado que el valor cuota tiene un impacto fortísimo, aunque el precio final termine siendo notablemente más caro.

Acerca del autor

Enrique Carrier

Analista del mercado de telecomunicaciones y nuevos medios, basado en Buenos Aires, Argentina

Por Enrique Carrier

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