Archivoabril 2011

Para desarrollarte mejor

Es indudable que con la transformación de los celulares en smartphones, éstos se han convertido en verdaderas computadoras móviles. Como tales, las aplicaciones que sobre ellos corren pueden establecer una diferencia en el uso puede hacerse de éstos. Pero el tema se comienza a complicar cuando las plataformas están atomizadas, a diferencia de lo que sucede en el mundo PC, donde hay una que es claramente dominante (Windows) y otras de nicho (MacOS y Linux en sus múltiples variantes). La cosa no es tan simple en el caso de los smartphones, porque en el mercado argentino tan sólo en el 2010 se vendieron equipos con 8 sistemas operativos distintos. Esto surge del informe “Mercado celular argentino” recientemente realizado por Carrier y Asociados.

Más allá de la variedad de sistemas operativos de smartphones en el mercado argentino, en el 2010 el 70% del mercado se concentró en dos plataformas: Symbian (39%) y Blackberry (31%). En tercer lugar se ubicó Android, con un 22%. Muy lejos, Windows (4%) y iOS (3%).

No obstante, en la comparación interanual, es Android quien registró mayor crecimiento (de más del 3.000%) como consecuencia de que fue recién en el 2010 en que este sistema operativo estuvo disponible en diversos modelos y fabricantes (Motorola, Sony Ericsson, LG, Samsung, Huawei y HTC). Más lejos lo sigue el iOS, que avanzó un 323%, aunque con unas 55 mil unidades totales, muy lejos de las 533 mil de Blackberry que creció un 205%. Recién en 4° lugar aparece el líder, Symbian (o Nokia), con un crecimiento del 132%. Las cifras de crecimiento son importantes, pero deben ser consideradas dentro de una categoría que avanzó un  225% en el último año.

Lo curioso es que estas cifras no concuerdan con los desarrollos locales de aplicaciones, especialmente las masivas (diarios, radios, bancos), que parecen orientarse más hacia iOS. Habrá que ver si este año los desarrolladores le prestarán más atención al mercado y menos al posicionamiento.

Caso de estudio

El reciente anuncio de la intención de AT&T de comprar las operaciones de T-Mobile en los EE.UU. disparó todo tipo de comentarios, la mayoría vinculados a la concentración que se daría en el mercado de aquél país. No es para menos: la compra le agregaría 34 millones de clientes y llevaría su participación de mercado al 43%. Pero más allá de esto, la noticia pone al descubierto otras cosas, que tienen que ver más con las consecuencias del modelo de telefonía móvil adoptado por aquél país.

Fieles a su filosofía de laissez-faire, los estadounidenses propician la competencia de infraestructuras. Por este motivo, y a diferencia de lo que sucedió en Europa donde hubo una decisión política de usar GSM como estándar, en los EE.UU. conviven distintas tecnologías de comunicación móvil y sus evoluciones: CDMA, GSM, iDen, WiMax. La compra de T-Mobile por parte de AT&T tiene sentido entonces porque ambos operadores utilizan la familia GSM en su tecnología, y esta es la razón por la que la rumoreada compra de la primera por parte de Sprint no resistía análisis. Ésta opera redes CDMA, iDen y WiMax, por lo que agregar una cuarta sería una locura.

De concretarse la operación, que seguramente será escrutada por las autoridades regulatorias, alrededor del 70% del mercado quedaría en manos de dos operadores, AT&T y Verizon. Para entorpecer aún más la competencia, ambos utilizan tecnologías distintas, ya que el segundo se basa en la familia CDMA. Así, aquél que quisiera cambiar de operador, también tiene que adquirir un nuevo terminal ya que el que tenga será incompatible con su nueva red. Algo que aprendieron los usuarios de iPhone que, provenientes de AT&T, quisieron migrar a Verizon. Quienes insistieron en la movida, tuvieron que comprar un nuevo equipo.

La existencia de múltiples e incompatibles estándares tiene otros efectos negativos. El más evidente es los problemas que genera a nivel de cobertura, ya que los principales operadores deben construir redes en paralelo. De usar las mismas tecnologías, los operadores podrían tener acuerdos de roaming para permitir a sus clientes moverse libremente por el país. Queda claro así que, más allá del aspecto técnico, el modelo de la replicación de infraestructuras puede ser ineficiente desde el punto de vista económico.

Esto también tiene sus consecuencias en el servicio, el cual está focalizado en retener a los clientes bajo modelos pospagos que aseguren el flujo de caja necesario para inversiones de capital. Es por esto que en aquél país hay muy poca innovación en los segmentos de baja gama. Visto así, se entiende por qué la industria estadounidense innova en el high end: iPhone y Android.

Estas particularidades del mercado celular de los EE.UU. se traducen también en dos aspectos vinculados entre sí. Por un lado, son pocas las empresas extranjeras que invierten allí. La más notoria es la alemana Deutsche Telekom, quien a pesar de ser la dueña de T-Mobile, se desprende de ésta. No obstante, conviene aclarar que de concretarse la operación pasaría a ser el principal accionista de AT&T con un 8% de participación. Inversamente, tampoco los operadores móviles locales se aventuran en otros mercados. Todo esto le da al mercado de aquél país una singular insularidad. Es por esto que lo que allí sucede no es automáticamente extrapolable a otros mercados.

Por las nubes

Esta semana Amazon convulsionó el negocio de la música digital con el lanzamiento de Cloud Drive, un espacio de almacenamiento en la nube pensado para que sus clientes suban su música y puedan accederla desde cualquier dispositivo y lugar. En realidad no es cualquier dispositivo, ya que quedan excluidos aquellos de Apple por tener un modelo de comercialización de música distinto y cerrado. Una ausencia que no sorprende.

La propuesta de Amazon es interesante porque cumple con una demanda de los usuarios: simplificar el consumo de música digital. Quienes tengan un reproductor de medios dedicado (tipo iPod), un celular con estas capacidades y/o almacenen sus canciones en una PC saben que cada vez que se renueva un dispositivo o se quiere acceder a contenidos de uno de éstos desde otro el proceso no es transparente. Bajo el modelo basado en la nube de Cloud Drive, los archivos residen en los servidores de Amazon y son accedidos directamente, vía PC o smartphone haciendo streaming a través de la aplicación Cloud Player (que en el caso de la PC, es un iTunes en la nube). El sistema no sólo administra las canciones compradas en Amazon sino que también permite al usuario subir las que ya hubiera descargado o ripeado de un CD, así como descargar su colección para accederla estando offline. No obstante, todos los archivos seguirán residiendo en los servidores de Amazon.

Por supuesto, no todo es tan simple y siempre aparece un pero. Así como Internet no sabe de fronteras, las leyes de copyright no son globales, sino que varían país por país. De este modo, el servicio no funciona (al menos por el momento) en cualquier lugar, lo que incluye a Argentina. De esta forma, un residente en EE.UU. que viaje a Argentina debería primero descargar su colección al dispositivo elegido antes de partir.

Más allá de sus limitaciones, que no son técnicas sino legales, el anuncio de Amazon es trascendente por varias razones. Por un lado, innova en materia de comercialización de música digital, dando en principio la propiedad del archivo al comprador, que puede reproducirlo independientemente del dispositivo de compra original (aunque por ahora no en cualquier lugar). Por el otro, demuestra que su know how en el manejo de complejos data centers es un activo valioso, que está transformando su negocio de la simple venta de bienes a la provisión de servicios, buscando la diferenciación en un negocio commoditizado. Finalmente, se trata de una buena noticia para las discográficas quienes deberían dar la bienvenida a un competidor fuerte para Apple, quien estuvo marcando el rumbo de la industria desde el lanzamiento del iPod. Un poder más distribuido será más sano para todos.

Linkeando

  • Proyección de futuro: Con 80 años, Warren Buffet está lejos de considerarse un retirado y sigue pensando a 10 años o más. A pesar de su gran olfato inversor, afirma que no invierte en Apple porque no lo hace en industrias que no puede imaginarse dentro de una década. Como bonus, el video que acompaña el artículo se entiende por qué sigue proyectándose en el futuro. [Huffington Post]
  • Impacientes: Evidentemente, en Facebook no están dispuestos a esperar que todos tenga un smartphone para que puedan acceder al servicio vía red móvil. Por eso, adquirió Snaptu, una empresa que desarrolló una aplicación para FB que puede ser utilizada aún en los teléfonos más básicos. [Read Write Web]

El sueño stalinista

Facebook se está convirtiendo en la ventana indiscreta a la vida de millones de personas. A tal punto que en este video se ensaya una hipotética reducción de las tareas de los servicios de inteligencia, adoptando un modelo de crowdsourcing basado en esta red social. Imperdible.

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