Lo que falta por ver

RIM sabe que en tecnología, un gran producto no es sinónimo de éxito. Ejemplos como el WebOS de Palm o inclusive el moderado despegue de Windows Phone (que obtuvo muy buenos reviews) evidencian que hace falta más que eso. El desafío es mayor si se considera que RIM todavía se encuentra en plena etapa de transición.
Su nuevo CEO, Thorsten Heins, apenas lleva 3 meses en el cargo. Como buen alemán, es ordenado y tiene ideas claras. Quiere que la empresa se focalice y se muestra decidido a eliminar “distracciones”. Es un hombre accesible y dispuesto a escuchar (por ejemplo, luego de terminar su exposición ante analistas de la industria, se quedó conversando informalmente con éstos hasta que sus colaboradores se lo llevaron “por la fuerza” para cumplir con otros compromisos). Esto marca un cambio respecto de la anterior conducción. No obstante, no es particularmente carismático, y esto puede ser relevante en momentos en que la motivación de la propia tropa juega un rol importante.
En esta transición, RIM no ha designado aún a dos piezas claves dentro de su estructura: un CMO y un COO. En el primer caso, al menos la campaña de marketing ya parece definida y girará alrededor del concepto de “Blackberry people” entendiendo como tales a individuos enfocados, eficientes y sociales. Pero este mensaje deberá implementarse para el lanzamiento comercial de BB10 antes de fin de año. En el segundo caso, conviene recordar que los mejores planes fracasan si falla la ejecución. Así, el reloj corre contra RIM.
También la empresa deberá administrar un período de tiempo (¿18 meses?) entre el lanzamiento del primer producto con BB10 hasta que todos los demás estén unificados bajo esta plataforma. Aquí conviene recordar que no se trata de una situación simple. BB10 estará inicialmente en los equipos de alta gama de RIM, mientras que los otros seguirán con BB7. Sin embargo, en el low end, habrá una creciente presión de equipos basados en Android cada vez más baratos. Y esta presión puede ser letal. Lo puede atestiguar Nokia, que vio en su último trimestre como fabricantes de bajo costo basados en Android erosionaron sus ventas en los segmentos sensibles al precio.
El otro gran desafío es atraer desarrolladores para la nueva plataforma. Por lo pronto, RIM anunció que asegurará un ingreso de US$ 10.000 a cada aplicación para BB10, en la medida en que cumpla con ciertas características. A su favor juega que todas las aplicaciones desarrolladas para Playbook correrán en BB10, incluyendo aquellas adaptadas desde Android. Esto hoy equivale a casi 25 mil aplicaciones. Nada mal para un debut sin fecha cierta aún.
Finalmente, mientras dure esta transición, RIM deberá someterse al rigor de los analistas financieros, quienes muchas veces manejan los tiempos en términos de Q. Está claro que la situación de la empresa no cambiará sensiblemente durante los próximos trimestres, por lo que sus acciones seguramente seguirán siendo castigadas. Los mercados son muy impacientes.
Sin dudas, los próximos meses serán claves para el futuro de la empresa, por lo que habrá una enorme presión que requerirá espaldas para soportarla y voluntad para sobrellevarla. El negocio de los celulares es implacable y el paso del cielo al infierno se da a velocidades inusitadas.

Acerca del autor

Enrique Carrier

Analista del mercado de telecomunicaciones y nuevos medios, basado en Buenos Aires, Argentina

Por Enrique Carrier

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