¿Cuánto pesan unos segundos?

La semana pasada, el gobierno anunció, a través de la resolución 45, cambios y armonización en la forma de facturar de las empresas de telefonía celular. Básicamente se trata de que, en 90 días, todos los operadores móviles facturen únicamente por el tiempo efectivamente comunicado y no a partir del instante en que se aprieta la tecla “send”. En otras palabras, ya no se podrán facturar esos segundos que van hasta que se responde del otro lado, sea el interlocutor o su casilla de mensajes.
Quizás muchos se desayunen ahora con esta forma de cobrar, pero vale aclarar dos cosas. Localmente no existía un criterio único para la facturación de los distintos operadores, tal cual lo exponen los considerandos de la norma. Y si bien generalmente estos segundos se cobran, se lo hace únicamente si la llamada se concreta. A nivel internacional, y como también lo indican los considerandos, esta práctica es habitual y conocida como “send to end”. Es decir, que se factura como comunicación desde que se aprieta la tecla “send” para comenzarla hasta que se hace lo propio con la tecla “end” para finalizarla. No obstante, y como sucede en algunos casos locales, no se cobra el tiempo de aire cuando la comunicación no se concreta.
Más allá de los antecedentes, y poniendo el foco en lo que vendrá, cabe preguntarse cuál será el impacto en el gasto de los usuarios. Si bien es difícil hacer un cálculo certero sin contar con información del patrón de llamadas, sí puede hacerse una aproximación utilizando ciertos datos públicos.
Hay que partir de la base de que la facturación promedio por línea, según surge de los balances de los operadores, ronda los $ 50 mensuales. De éstos, aproximadamente la mitad corresponde a servicios de valor agregado (SMS, datos), con lo cual, sólo unos $ 25 corresponden a comunicaciones de voz. Es sobre este monto que el cambio en la tarifación incidirá.
No obstante, hay que considerar que no todas las llamadas se verán afectadas. Por un lado, cada vez es más común contar con determinada cantidad de números gratis. En las llamadas a éstos, el comienzo de la tarifación no tiene incidencia. En el resto de las comunicaciones de voz sí sentirá el impacto del cambio aunque únicamente en aquellas llamadas que estén cercanas a redondear el minuto. Al agregar los pocos segundos que lleva establecerse la comunicación, sólo aquellas que sean de, por ejemplo, 55 segundos se verán afectadas, no así las de 1:05 minutos, que con o sin el tiempo agregado seguirán facturándose como de 2 minutos.
No obstante, sí será más perceptible el impacto de la medida para los operadores. Esto será así por el mero hecho de que la diferencia que surja hay que multiplicarla por los millones de líneas que tienen en servicio. Una variación de $ 1 a $ 2 promedio por línea llega rápidamente a varios millones por mes.
En resumen, se trata de una medida justa, aunque con un impacto mayor para los operadores que para los usuarios.

Acerca del autor

Enrique Carrier

Analista del mercado de telecomunicaciones y nuevos medios, basado en Buenos Aires, Argentina

Por Enrique Carrier

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