¿Que 20 años no es nada?

Esta semana se cumplieron 20 años desde el envío del primer mensaje de texto a un celular. Pero luego de haber conocido un crecimiento exponencial, el servicio que introdujo la comunicación de datos por las redes móviles y que fuera un gran impulsor de la adopción de la telefonía celular en los segmentos jóvenes y de menores recursos se enfrenta a un destino oscuro.
La llegada de Internet significó el comienzo del fin para los SMS por el surgimiento de los servicios OTT. Éstos tienen la ventaja de no tener un costo adicional al abono de datos a la que agregaron otras, pero quizás no tan definitorias. Así comenzó el proceso de sustitución de los SMS. El primer servicio en ganar gran popularidad fue el BBM de Blackberry, pero a pesar de ésto, su modelo cerrado (el servicio sólo está disponible para usuarios de Blackberry) dio lugar al surgimiento de alternativas multiplataforma. De éstas, la que mejor capitalizó la situación fue Whatsapp, convertida hoy en una de las aplicaciones móviles más populares, con unos 250 millones de usuarios estimados a nivel mundial. Las claves de su éxito fueron no sólo ser multiplataforma sino también no necesitar registración (utiliza el número de celular tanto para identificar al usuario como a sus contactos), lo que simplifica notablemente el proceso para comenzar a utilizarla. Además, tienen el plus de no exponer a sus usuarios a publicidad (ni planear hacerlo). También hay otras características, como permitir mensajes más largos o acuses de recibo, pero que no fueron novedades introducidas por esta aplicación.
También esta semana, y buscando apalancarse en la gran cantidad de usuarios móviles que ya tiene, Facebook anunció el lanzamiento (de despliegue progresivo) de su aplicación Messenger. La misma permitirá crear una cuenta tanto con el usuario de FB como, y aquí viene lo interesante, únicamente con el nombre y apellido del usuario y su número de celular. Pero el objetivo de Facebook es lograr que por usar el servicio de Messenger, estos usuarios decidan sumarse a la red social. Un objetivo difícil, porque con la inmensa popularidad con que hoy cuenta esta red social, quien no se unió aún es porque tiene claros motivos para mantenerse al margen. No obstante, esto no disuade a Facebook de intentarlo.
A pesar de las múltiples alternativas a los SMS, éstos cuentan con una ventaja que aún no pudo ser empardada por ninguno de sus competidores: un mensaje de texto puede llegar a cualquier usuario de celular en el mundo, sin importar si cuenta o no con determinada aplicación. La interoperabilidad de los SMS es total. Pero esto no alcanzará para detener el período de acelerada erosión en el cual ha ingresado. Erosión que terminará con lo que algunos califican como el negocio legal más lucrativo del mundo (por ahora).

Acerca del autor

Enrique Carrier

Analista del mercado de telecomunicaciones y nuevos medios, basado en Buenos Aires, Argentina

Por Enrique Carrier

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