Cuando meses atrás el gobierno anunció que retendría para sí (a través de Arsat) el espectro devuelto por Movistar, dio una estocada final a las aspiraciones de Nextel de utilizarlo para poder comenzar a dar servicios celulares (técnicamente, lo que hoy ofrecen es SMR o Specialized Mobile Radio). ¿Significa esto que Nextel está condenada a desaparecer? En absoluto.
En realidad, la búsqueda de un plan B comenzó tiempo atrás, aún antes de que se conociera la medida del uso del espectro 2 y 3G por Arsat. Los 3 años de sucesivas postergaciones en la subasta del mismo fueron suficientes para liquidar los planes de desarrollar una red 3G que le costaría a Nextel unos US$ 1.000 millones que llegaría obsoleta al mercado que, para entonces, debería estar desplegando 4G.
Una alternativa que están evaluando seriamente es la de reutilizar el espectro con que cuentan (que funciona en la banda de los 800 MHz) para montar una red LTE. De hecho, en EE.UU. Sprint, empresa que oportunamente comprara la operación de Nextel en aquél país, está en pleno proceso de reutilizar esta frecuencia para dar servicios de 3 y 4G. De esta forma, Nextel tendría un horizonte de desarrollo y evolución tecnológica, y lo haría sobre una frecuencia baja, lo que permite una mayor cobertura por radiobase. Esto significa que requerirá de un menor despliegue de antenas, lo cual no es un tema despreciable tanto en términos económicos como también operativos. Uno de los puntos conflictivos en el despliegue de redes es tener que acordar municipio por municipio la instalación de las antenas.
Si en cada crisis hay una oportunidad, este bien podría ser un caso.