El devenir del mercado de comunicaciones móviles y más particularmente el rol del Estado en la materia se ha convertido en un juego de intrigas, donde abundan los rumores y especulaciones y escasean las certezas.
Hoy, lo único concreto es que Arsat cuenta con una cantidad de espectro similar a la del resto de los operadores y que su intención es actuar como mayorista para que PyMEs de telecomunicaciones (cooperativas, ISP y otras telcos) puedan sumar servicios móviles a su oferta. Pero todavía no está definido (o al menos comunicado públicamente) si esto se logrará con una red propia (lo que demoraría su puesta en funcionamiento comercial) o utilizando las redes de los operadores actuales (en algún formato a definir).
Otro tema es qué pasara con el bendito 4G (o LTE para ser más precisos), tecnología que ya está disponible comercialmente en países como Brasil, Bolivia, Colombia, Paraguay y Uruguay. En Argentina no sólo aún no hay fecha para llamado a licitación, sino que las condiciones en las cuales se maneje el espectro necesario podrían ser muy distintas de las actuales. Esto surge de declaraciones del Ministro de Planificación, quien según la agencia Télam (y reproducido por otros medios) sostuvo que “se desarrollará la 4G con un sentido estratégico, para aumentar la competencia y no para consolidar el actual esquema de concentración”. En otras palabras, parece descartar una licitación donde sólo puedan participar los actores actuales.
La cosa se pone más enigmática cuando afirma que “no se va a adjudicar el 4G a una sola empresa sino que se va a hacer una administración estratégica para garantizar el acceso de todos los prestadores interesados en igualdad de condiciones y con las inversiones necesarias para brindar un servicio de calidad”.
Por otra parte, según publicó el Ministerio de Planificación en su sitio web, pareciera haber un acercamiento de Arsat con la vietnamita Viettel, el mayor operador de aquél país y que es propiedad del Estado. Viettel fue una de las empresas interesadas en participar de la subasta del espectro devuelto por Movistar que finalmente quedó en manos de Arsat. En su sitio web destacan que buscan oportunidades de expansión en Latinoamérica (entre otras geografías). Así, Viettel podría convertirse en un socio con experiencia en la operación de redes y servicios móviles.
La eventual asociación con Viettel sería un indicador de que Arsat busca desarrollar su propia infraestructura. De ser esta la única alternativa que maneja la empresa estatal, no estará en condiciones de dar servicio en forma masiva durante el presente año. Aunque tal vez sí pueda comenzar a darlo en forma puntual, algo similar a cómo comenzó el desarrollo de la TDA.
Habrá que seguir esperando definiciones para ver qué forma va tomando el escenario futuro de las comunicaciones en Argentina.