La semana pasada, la industria móvil tuvo su pico de presencia mediática con motivo del MWC (Mobile World Congress) que se realizó en Barcelona. Y si bien no hubo anuncios explosivos, lo que allí pasó sirve para tomar el pulso de la industria y ver cuáles son los temas del momento.
Hay algo que sí no se le puede pedir al MWC: que haya lanzamientos de productos estrella. No es el ámbito adecuado. Demasiadas novedades se producen en los días que dura el evento, lo que diluye cualquier lanzamiento que allí se produce. Por eso, novedades como el Blackberry Z10 o el Samsung Galaxy 4 se presentan fuera de esas fechas, los que le permite tener una atención más concentrada de los medios y su público.
No obstante, no sólo del high end vive la industria. Algo que quedó bien claro de algunos lanzamientos así como de las charlas/paneles que allí tuvieron lugar, es que fabricantes y operadores están con la mira puesta en la mayoría que aún no tiene acceso a los smartphones. Algo que se resume con la frase “the next billion people” o los próximos mil millones de usuarios. Y para que esto ocurra, entre otras cosas, los fabricantes deben ingeniárselas para lograr dispositivos que estén en los US$ 50 o menos (una telco india fue más allá, situando este valor en los US$ 30). Un desafío no menor.
Pero el incentivo es que así como hay una gran oportunidad en el mid end, esta es mucho mayor en el low end. Y no es únicamente por un tema de escalas. El atractivo de celulares que se conecten a Internet en países menos desarrollados (sean emergentes, tercer mundo, subdesarrollados o la definición que más se ajuste) es que la infraestructura de banda ancha fija es acotada, especialmente en términos de cobertura. Por lo tanto, el acceso móvil no es un producto complementario sino sustituto. Se abre entonces una oportunidad inmensa.
Por otra parte, mejorar la oferta para el segmento low end del mercado tiene una importancia capital. Las tasas de penetración de smartphones se acercan a la saturación en varios de los mercados desarrollados. Hay que buscar el crecimiento en otro lado. Algo de lo cual ya son conscientes los inversores de Apple y por eso la castigan en el valor de su acción.
En línea con este razonamiento es que se le prestó mucha atención a los anuncios respecto del Firefox OS, una plataforma para celulares que tiene la ventaja de ser realmente abierta, gratuita y basada en HTML5. Esta tiene diversas ventajas.
Para los operadores, se trataría no sólo de una cuña en lo que ven como el duopolio Apple-Android/Google, lo que de por sí ya implica un valor importante para éstos. Tampoco que, como Android, sea gratuita. Ni que sea totalmente abierta como para que los operadores puedan customizarla a piacere. Su principal ventaja es que está diseñada para correr bien en hardware de bajas prestaciones, lo que ayudaría a alcanzar los niveles de precio en terminales para avanzar en el low end.
A los desarrolladores, una plataforma basada en HTML5 les permite ofrecer sus aplicaciones por fuera de las tiendas como iTunes o Google Play, sin depender de sus decisiones. Además, en un escenario donde hay una continua fragmentación de las plataformas existentes (apps que corren en Android 4 pero no el 2, por sólo citar un ejemplo), el uso de HTML5 puede incentivar a los desarrolladores a focalizarse en una plataforma estandarizada (en la medida en que ésta adquiera volumen, obviamente). Finalmente, hay una ventaja adicional. Se puede cambiar de plataforma sin perder las aplicaciones.
Tampoco estuvo ausente la discusión entre operadores y proveedores de servicios OTT. No obstante, a pesar de algunos tenues avances, éstos tienen que encontrar la fórmula para convivir en armonía. Un paso interesante es el que dio Facebook asociándose con operadores para proveer acceso gratuito o con descuento a sus servicios vía celular.
Entre los operadores fueron comunes los reclamos por regulaciones menos rígidas y más claras, menores impuestos al consumidor y más espectro (un bien que escasea en todo el mundo, no sólo en Argentina).
Finalmente, pudo notarse también que la industria sigue con atención el tema de los pagos móviles, si bien el ritmo de avance es más lento que el proyectado años atrás.
También es interesante observar de lo que no se habló. Así como ya desde hace un tiempo la TV móvil dejó de ser un tema (por más que aquí se siga insistiendo a nivel gubernamental con el tema, pero es claramente un asunto político), ahora lo que también desapareció fueron los celulares 3D. Evidentemente, el foco estuvo en otro lado.