Cuando hacia fines de los 90 comenzaron a surgir las primeras aplicaciones de VoIP, resultaba claro que su principal víctima serían las llamadas de larga distancia. Efectivamente, irrelevancia de la distancia en el mundo IP lo convertía en un sustituto ideal. Sólo faltaba entonces que la infraestructura acompañara, cosa que sucedió luego con la masificación de la banda ancha. Así, el impacto de la VoIP en la telefonía era inevitable. Pero esta tecnología también encontraría su lugar en las llamadas locales, donde su mayor beneficio ya no sería tanto el precio de la comunicación sino otras virtudes. Así, un 45% de quienes usan sistemas de VoIP (tipo Skype) establecen con ellos comunicaciones locales. Esto surge del informe “Usuario online – 2013” recientemente publicado por Carrier y Asociados.
En líneas generales, el uso de aplicaciones de VoIP creció en el último año, habiendo pasado de ser usado por el 40% de los usuarios de Internet en 2012 a un 50% en 2013. Y prácticamente 1/3 de éstos las utilizan diariamente. Esta relación es más alta entre los segmentos más jóvenes así como en los niveles socioeconómicos más altos.
En cuanto al destino de estas comunicaciones, mientras que entre los adultos todavía es más habitual que sean internacionales, entre los más jóvenes la relación se invierte, siendo marcadamente más usuales los destinos locales. Se trata de generaciones acostumbradas a evitar la telefonía fija. Primero con los mensajeros instantáneos (remontándose a las épocas del ICQ), luego con los mensajes de texto, más tarde con la voz a través del celular y ahora con las aplicaciones de VoIP, tanto desde la PC como desde las variantes para celular (el mismo Skype, Vibe, BBM y otros).
En el caso de los segmentos más jóvenes, la VoIP presenta algunas ventajas. Las más evidentes son que no gastan en esa comunicación y que, al marcar presencia, las comunicaciones vía estas plataformas suelen concretarse. Adicionalmente, en el caso de aquellos que viven aún con sus padres, el uso de VoIP permite establecer comunicaciones no sólo sin utilizar la línea telefónica común, sino que éstas se dan de manera directa, sin mediar ningún otro integrante del hogar que atendiera el teléfono y que pudiera inquirir respecto de quién llama. Cabe destacar que es habitual que no respondan a los llamados al fijo, ya que saben que no son los destinatarios de los mismos.
En resumen, y particularmente en el caso de los más jóvenes, la combinación de celular y PC para realizar llamadas hace cada vez más que la telefonía fija sea un servicio redundante.