Archivoagosto 2013

Marcas socializadas

Unos años atrás, cuando arrancaba en Argentina el furor de las redes sociales y más particularmente el de Facebook, no sólo los individuos se subían a esta ola, también las empresas, como tales o través de sus marcas. Los primeros lo hacían entusiasmados, muchas veces por contagio. También estuvo el efecto nostalgia, con no pocos adultos ingresando a las redes para reencontrarse con su propio pasado (ex parejas de la juventud o adolescencia, compañeros de secundaria, etc.). En el caso de las empresas, el ingreso tenía otras motivaciones. Varias decían “tenemos que estar”, aunque no pocas veces sin una estrategia clara respecto de esa presencia. No se trataba únicamente de decidir si participar en las redes para vender, fidelizar o atender a sus clientes. También hubo (y hay) mucha experimentación respecto de cómo hacerlo. Esto se evidencia en que la presencia de marcas/empresas en las redes sociales no parece haber cumplido con las expectativas de los usuarios. Mientras un año atrás un 47% de los usuarios de redes sociales manifestaba haberse vinculado con una marca/empresa por esta vía, este valor descendió al 29% este año. Esto surge del informe “Uso de redes sociales en Argentina 2013” recientemente publicado por Carrier y Asociados. Estos datos indican que, luego del entusiasmo inicial por vincularse con empresas/marcas, los usuarios las abandonan desencantados.
Visto por nivel socioeconómico, se observa una clara tendencia a utilizar más las redes sociales para vincularse con marcas/empresas en la medida en que éste sube. Así, lo hace un 39% de los ABC1, un 29% de los C2/C2 y un 20% de los D/E que participan en redes sociales.
En cuanto a los motivos para vincularse con una empresa/marca, prevalecen aquellos que tienen una base comercial por encima de la relación con el cliente. Los principales son estar al tanto de los nuevos productos (73%), informarse sobre descuentos y promociones (50%) y recién después tener acceso a soporte/atención al cliente (37%).

En los tres casos, las mujeres son más activas que los hombres, presentando mayores grados de participación. Proporcionalmente, éstas se muestran más activas vía Facebook, mientras que los hombres lo son en Twitter.

Caminos que se bifurcan

Esta semana Blackberry estuvo en las noticias debido al anuncio que indica que la empresa formó un comité especial para explorar “alternativas estratégicas para mejorar el valor e incrementar la escala en pos de acelerar el despliegue de BB10”. Esto incluye, entre otras opciones, establecer joint ventures, asociaciones estratégicas, alianzas o la venta de Blackberry, según lo declarado por la propia empresa.
Más allá del anuncio, no se trata de una idea nueva. Ya había estado dando vuelta entre los directivos de la empresa antes del lanzamiento del BB10. Sin embargo, y con buen tino, decidieron postergar cualquier decisión hasta que éste estuviera en el mercado para no sumar distracciones en medio de uno de los cambios más importantes para la empresa en su historia.
Si bien el BB10 demostró ser una plataforma sólida y moderna, superior en algunos aspectos a sus competidores y que los distintos equipos presentados obtuvieron excelentes reviews, es claro que en tecnología no alcanza con tener un buen producto. Los  ejemplos abundan. El problema es más bien estratégico, con un mercado que está cambiando y una empresa que no tiene las características que éste demanda.
En momentos en que los smartphones acaban de superar en ventas a los feature phones (básicos y sociales), está claro que se trata de un mercado que en adelante, para lograr volumen, demandará equipos de bajo costo, aspecto fundamental para que una plataforma logre escalas atractivas. Y justamente, el talón de Aquiles de Blackberry es que aún no logró tener equipos de su nueva plataforma que sean de nivel de entrada. En un mercado donde el crecimiento global está del medio para abajo, Blackberry sólo tiene un modelo, el Q5, pero cuyo precio lo hace poco atractivo (alrededor de US$ 400). No tener un equipo con un precio de nivel de entrada no le permite capitalizar su marca en mercados emergentes, donde todavía goza de participaciones de mercado interesantes, pero siente la presión de smartphones basados en Android. Hay evidentemente una imposibilidad de llegar a menores precios que se evidencia con el lanzamiento esta semana del BB 9720, que usa la plataforma BB7 y no la BB10 y que apunta principalmente a mercados emergentes. Evidentemente, los requerimientos de hardware del BB10 no le permiten funcionar en las configuraciones de nivel de entrada de hoy.
En este escenario, Blackberry siente la debilidad de no tener la capacidad industrial ni las escalas que tienen hoy muchos de los que más venden, como Samsung, Apple, LG, Lenovo o ZTE. Escalas que son fundamentales porque permiten comprar componentes a menores precios, logrando entonces costos más competitivos.
Por el lado del high end, donde participa con sus modelos Z10 y Q10, se trata de un segmento ya copado por Samsung y Apple fundamentalmente, y donde desbancarlos no es una tarea fácil para una plataforma alternativa (como bien puede testimoniarlo Nokia con sus Lumia). Se trata de un mercado de reposición, donde cada vez menos habrá usuarios dispuestos a dejar caer sus inversiones en apps y en comodidad utilizando una plataforma ya conocida.
Así, los caminos que se analizarán serán diversos.
Uno sería lograr volumen y precios competitivos licenciando su plataforma BB10 (vía licenciamiento puro, asociaciones, joint ventures, etc.). No será una tarea sencilla en momentos en que Android es el Windows de los smartphones. Sin embargo, el hecho de que este mercado se encuentre ampliamente dominado por Samsung abre la puerta a buscar un camino alternativo. Particularmente para fabricantes de menor porte, que podrían ver en el BB10 la puerta de entrada a segmentos corporativos y de gobierno, amén de mercados donde Blackberry todavía sigue siendo fuerte (en África, Asia y Latinoamérica) y podrían capitalizar una eventual migración de los equipos de plataformas BB7 o previas.
La venta total de la empresa no es una salida obvia, aunque sí podría haber algunos interesados en mejorar su situación en el mercado de smartphones al tiempo que accederían a ciertos segmentos propios de Blackberry. Se menciona el caso de Lenovo (que volvió a tocar el tema esta semana). De concretarse, se repetiría la historia de cuando adquirió el negocio de PC de IBM: una empresa en expansión accediendo a cuentas corporativas y una marca global. Si bien Lenovo es muy fuerte en China, lo que le da el 4º lugar en el mercado de smartphones, tiene nula presencia fuera de aquél país. Blackberry podría ser un instrumento interesante, si es que no lo condenan por ser chino, como ya pasó con Huawei y ZTE en los EE.UU.
Otros “aconsejan” que Blackberry se desguace, liquidando su negocio del hardware, vendiendo sus  patentes y enfocándose en software y servicios, especialmente aquellos orientados a grandes organizaciones. Se trata de una propuesta típica de quien sólo mira balances, pero tendría costos altísimos que sólo se asumirían de llegar la empresa a una situación terminal. No es el caso, al menos por ahora, siendo que Blackberry no tiene deudas y tiene ciertos activos que todavía pueden apalancarla. Claro que la dinámica de la industria es tal que nadie está a salvo de nada en el mediano plazo.
Sea cual fuere el camino que finalmente se tome, lo ideal sería que la decisión llegue más bien temprano que tarde. Si hay algo que produce un desgaste lapidario, es la incertidumbre.

Linkeando

  • No todo es volumen: A pesar de ser Android la plataforma dominante del mercado de smartphones, muchas de las apps siguen siendo publicadas primero para iOS. Costos, complejidad, ganancias, piratería, entre las razones de este curioso comportamiento. [The Guardian]
  • A presión: En la búsqueda de un mercado único para las telecomunicaciones en Europa, la autoridad en la materia no la tiene fácil. Las empresas la critican por no entender el negocio y ahora la autoridad de la competencia le reprocha ser poco ambiciosa. [Financial Times – requiere suscripción gratuita]
  • Los chicos crecen: Amazon no sólo pasó de ser una librería online a ser el mayor retail online del mundo. Su negocio de servicios cloud, menos conocido por el gran público, sigue dando muestras de su capacidad. Ahora con un sistema de notificaciones para móviles que seguramente atraerá a muchos desarrolladores. [Telecoms]

Twits selectos

Caveat emptor

Una de las paradas obligadas para los argentinos que viajan a los EE.UU. es la tienda de electrónicos Best Buy. Tengan cuidado si se encuentran con esta cajita negra. No hace nada, no funcionará al llegar al hogar y habrá un modelo nuevo en 4 semanas. Una creativa denuncia contra el consumismo tecnológico.

La hora de las tablets

Una de las características de la tecnología en la actualidad es la aceleración en la velocidad que adquieren los cambios. Hacia el 2008, las ventas de notebooks en Argentina superaron las 500 mil unidades, dando inicio a un profundo recambio de las PC de escritorio por las portátiles que tuvo su hito 2 años después, en el 2010, cuando estas últimas representaron más del 50% de las PC vendidas. Pero esto ocurría a casi 20 años de la aparición de las primeras portátiles que por entonces se denominaban laptops. En el caso de las tablets, este proceso se está dando a una velocidad mucho mayor, considerando que la primera iPad fue anunciada en enero de 2010 y que este año se superaría la mítica cifra de 500 mil unidades vendidas en el año en el país.
Si bien los tiempos actuales son un poco más complicados para el desarrollo de productos mayormente importados (en el 2008 no había cepo cambiario ni restricciones a las importaciones), el segundo semestre suele mostrar un incremento notable en las ventas (quizás por efecto de fechas claves como día del niño, de la madre y navidad). Tanto en 2011 como en 2012, en el segundo semestre los despachos de tablets se multiplicaron por 3 o más respecto del primero. Si a eso se le suma el envión de consumo propio de un período electoral, el 2013 debería superar holgadamente el medio millón de unidades (sin contabilizar los equipos ingresados individualmente por quienes viajan al exterior y que son muchos). Así, estaríamos en niveles similares o superiores a los de las notebooks en 2008 y camino hacia un escenario donde para 2015 o 2016 se vendan más tablets que PC.
Más allá del paralelismo con las notebooks, también se observa el atractivo de las tablets cuando se evalúan las intenciones de compra de las mismas. De los dispositivos que los actuales usuarios de PC en el hogar planean comprar, las tablets aparecen en el segundo lugar, con un 19%, no muy detrás de las notebooks que alcanzaron el 24% de las menciones. Además, conviene destacar que estos valores podrían ser más altos habida cuenta de que un 28% no supo contestar. Esto surge del informe “Acceso a Internet y tecnología residencial” publicado por Carrier y Asociados.

Un dato a tener en cuenta es que los nombres de los fabricantes de las tablets suelen diferir de aquellos de las PC (sean portátiles o de escritorio). En el mercado local, para el primer semestre de este año el liderazgo es claramente de Samsung, con 28% de participación, triplicando la de Coby y Apple que registran un empate técnico. Entre las 5 primeras marcas, solamente Apple provienen del mundo de las PC (Samsung tiene un perfil más amplio), lo que marca que más allá del cambio del formato, también se está produciendo un cambio de actores. Para la industria, este dato evidencia el impacto de la revolución en curso.

¿Castigar o solucionar?

Esta semana, los operadores móviles estuvieron en las noticias luego de que el diario Clarín publicara un artículo en el que se anunciaban ajustes de las tarifas de estos servicios para el mes de septiembre. Desde el gobierno la reacción no se hizo esperar (algo llamativo considerando la fuente de la información) y ese mismo día emitió un comunicado en el cual anunció medidas para frenar estos aumentos, argumentando los problemas en la calidad del servicio y las ganancias registradas por las empresas. Cabe recordar que los últimos ajustes de tarifas se realizaron en octubre del año pasado (hace 10 meses) ya que hubo un intento fallido de ajuste en febrero de este año.
Ante ambas noticias hubo dos reacciones. Aquellos a favor del “congelamiento” ya que en definitiva a nadie le gusta pagar más por lo que consume, y aquellos en contra, habida cuenta del proceso inflacionario que atraviesa Argentina. Más allá de las estadísticas oficiales, el mismo se evidencia no sólo en los aumentos de precios de todos los productos de la economía sino también en los ajustes salariales que apuntan a mitigar el impacto de los primeros.
Está claro que el problema de fondo no es el ajuste per se, sino la inflación reinante. Los ajustes serían injustificables si no hubiera inflación. Pero ese es un tema que se pretende ocultar bajo la alfombra, aunque cada vez con menos resultados.
Más allá de esto, conviene preguntarse si un congelamiento de tarifas es efectivamente una solución a los problemas de calidad de servicio o si no servirá para que estos se acrecienten. Hasta ahora los congelamientos artificiales de precios y tarifas no han demostrado ser un camino eficaz. En el caso de bienes físicos, lo que vemos son faltantes o aparición de nuevas versiones de un mismo producto que eluden así el congelamiento. En el caso de los servicios esto no es posible, por lo que terminan redundando en menores gastos e inversiones de las empresas prestadoras, empeorando la calidad del servicio en lugar de mejorarla. Esto se puede ver en los casos de la electricidad, el transporte público y tanto otros. Así, “castigar” a las empresas puede redituar en el corto plazo, pero en el mediano este castigo se hace extensivo hacia los consumidores. Una victoria pírrica en la que todos terminan perdiendo.
Si lo que el gobierno pretende es que los precios no suban tiene que empezar por actuar sobre las causas de la inflación. Si se trabaja sólo en las consecuencias, está demostrado que los problemas se multiplican en lugar de reducirse. Por otro lado, si lo que se busca es mejorar la calidad del servicio, son múltiples los caminos a recorrer en paralelo. Algunos ya han sido anunciados por las autoridades, como el establecimiento del reglamento de calidad de servicio o facilitar el ejercicio de la portabilidad numérica. Pero no son suficientes. También debería formar parte de la agenda otras medidas, como habilitar más espectro, destrabar la instalación de nuevas antenas e incentivar la competencia (se está por cumplir un año de la asignación de espectro a Arsat y todavía no se hizo público su modelo técnico y comercial de operación).
En definitiva, uno de los objetivos del gobierno debería ser solucionar los problemas que van surgiendo y no crear nuevos o profundizarlos. Y el castigo sólo debe ser aceptado como parte de la solución a los problemas, no como “la” solución. La opción no debería ser castigar vs solucionar.

Linkeando

  • Fuera de foco: Desde el lanzamiento de la promoción de Tierra del Fuego como zona favorecida para la producción de electrónicos, se generó la discusión en torno de si lo que se hace en la isla es fabricar o ensamblar. Más allá de que son muy pocos los lugares en el mundo donde efectivamente se fabrica, el punto a discutir no es éste sino por qué los precios de los productos siguen siendo tan altos a pesar de las exenciones impositivas. [La Nación]
  • Sacándose chispas: La Comisión Europea viene insistiendo desde hace un tiempo con hacer del continente un mercado único para las telecomunicaciones. Pero es acusada por la GSMA de falta de entendimiento sobre cómo opera la industria. [Telecoms.com]
  • Detrás de las noticas: El anuncio de la compra del mítico Washington Post por parte del fundador de Amazon generó revuelo en la industria de las noticias y muchas dudas detrás de las motivaciones por la operación. Las especulaciones de este artículo son quizás una buena referencia. [ZD Net]

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