Archivofebrero 2014

Twits selectos

Avanzada coreana

En un año, el 2013, en que el mercado celular argentino tuvo una leve caída en materia de terminales vendidos, sólo 3 marcas lograron vender más que en el 2012. Y, sorpresa, las 3 son orientales: Samsung, LG y Huawei.
Con un crecimiento en unidades del 25%, Samsung se convirtió en el amo y señor en materia de celulares. Logró una participación del 42% sobre el total frente a un 33% en el 2012. Más impresionante fue su avance en materia de smartphones, donde pasó del 27% al 49% en el último año. Una amplia gama de productos que abarca todas las necesidades y posibilidades y la potencia de su marketing convirtieron a Samsung en una fuerza arrolladora en el mercado local.
Por su parte, LG creció un 55%, mostrando una notable recuperación, alcanzando el 9% de share en la general y el 12% en smartphones. En ésta última categoría, muy atomizada detrás de Samsung, alcanzó a ubicarse en el 2º lugar, aunque en un empate técnico con Blackberry.
El caso de Huawei es más modesto, ya que si bien registró un crecimiento del 28% en unidades, apenas si llega al 1% de participación total. O sea, parte de un piso bajo, aunque no es menos meritorio en un año en que muchos de sus competidores perdieron terreno.
Estos incrementos estuvieron fomentados por el avance de los smartphones, categoría que creció un 30% en unidades y que terminó representando el 56% de los celulares despachados. Así, de paso, se confirmó que el 2013 fue el año de quiebre, donde los smartphones pasaron a ser más de la mitad del mercado en ventas anuales.

Para Nostradamus

Pronosticar no suele ser tarea sencilla. A fin de cuentas se trata de adelantar el futuro, el cual siempre es incierto en alguna medida. Pero en el caso del mercado tecnológico local, y más particularmente el vinculado a la electrónica, pronosticar cómo será el 2014 se ha vuelto un desafío mayor. Los acontecimientos de los últimos dos meses (¿por qué las cosas se complican tanto hacia fin de año?) han introducido un factor incertidumbre mayor al habitual para el corto plazo, lo que implica que estimar con precisión qué ocurrirá este año se haya vuelto todo un desafío.
Desde el cambio de ministros, quedó en claro que el gobierno buscaba acelerar el ritmo de la devaluación del peso, por encima de la inflación (tanto real como oficial). Pero el salto brusco que se produjo en enero tuvo múltiples efectos. El más obvio fue el encarecimiento automático de todo producto importado o con una alta participación de componentes o insumos extranjeros, tal cual sucede con la producción de Tierra del Fuego que afecta a celulares, tablets, PC y televisores. Un encarecimiento en términos relativos naturalmente impactará negativamente en los volúmenes. Pero claro, un efecto colateral de la devaluación fue una disparada en la inflación. Si bien el coletazo inicial fue exagerado (fruto de la incertidumbre y de los temores por el costo de reposición) lo cierto es que el salto se produjo. Y si el remedio elegido sigue siendo el accionar de comerciantes y empresarios “inescrupulosos”, es difícil pensar que se llegará a una solución al problema en el corto plazo. La resultante es que los precios crecen más rápido que los salarios, con lo cual gran parte de la demanda tendrá menos recursos disponibles para comprar tecnología. La cosa se agrava cuando, ante la aceleración de la inflación, naturalmente comienza a retacearse la financiación. Ya esta semana varios comercios anunciaron el fin de los 12 pagos con tarjeta de crédito. En resumen, estas últimas semanas trajeron una suba de los precios relativos (por devaluación e inflación) y una restricción al crédito (tarjetas). El resultado natural será sin dudas un impacto negativo en las ventas.
En el caso particular de la producción de Tierra del Fuego, de donde provienen el 100% de los celulares y el grueso de los televisores (no tan así tablets y PC), el panorama será más sombrío si finalmente se cumple el pedido del Poder Ejecutivo de que los productores de la isla reduzcan en un 20% sus importaciones. Si esta reducción se llevara a cabo, no hay que pensar linealmente en una reducción del 20% en unidades. Los productores enfocarán sus importaciones en los productos de más alta gama que es donde más inciden los beneficios impositivos en el precio final. Así, la caída en unidades podría ser mayor al 20% mencionado. Es claro que el pedido de reducción de importaciones a Tierra del Fuego surge de la escasez de reservas, la cual seguramente también afecte a los importadores (caso tablets y PC) que verán sus pedidos “demorados”.
En definitiva, el 2014 se presenta con un combo de devaluación, inflación, restricciones al financiamiento y al acceso a divisas que reducirán la oferta y subirán sus precios relativos. Con este escenario, ya la pregunta no es si habrá caída en los volúmenes de ventas de electrónicos, sino cuál será su nivel. Llamen a Nostradamus.

Reacomodando fichas

Este verano (austral) tuvo algunas noticias relevantes que impactaron en la industria tecnológica. Pero quizás las más saliente fue la operación Lenovo/Google/Motorola. La misma sorprendió no porque Google tuviera entre manos un negocio floreciente del cual se desprendió, sino porque no hubo ninguna filtración previa al anuncio oficial. Todo un logro.
Los beneficios de esta transacción para ambas partes no tardaron en hacerse evidentes. Google retuvo las preciadas patentes y se deshizo de un negocio deficitario que está muy lejos de su expertise y de su foco, al tiempo que elimina un potencial conflicto con sus clientes fabricantes que producen equipos Android. Por otra parte, la breve experiencia como fabricante seguramente le aportó un importante know how sobre el complejo negocio de sus clientes. Esto no implica que Google se desentienda del negocio del hardware. Tal como lo adelantó su fundador, enfocarán sus esfuerzos en hardware hacia dispositivos de automatización hogareña y wearable computing. Dos negocios menos comoditizados y con un gran potencial de crecimiento.
Para Lenovo se trata principalmente de ganar un acceso clave al mercado estadounidense así como a una red de distribución (que incluye a las valiosas relaciones con operadores) a nivel mundial. Conviene recordar que si bien Lenovo ya es uno de los jugadores top del mercado de smartphones, su posición se basa fundamentalmente en su fortaleza en el mercado chino. La incorporación de Motorola le da una plataforma global muy necesaria para seguir creciendo. Por otra parte, seguramente Lenovo, cuyo negocio es la fabricación, logrará mayores eficiencias que las que podría haber obtenido Google, como ya lo demostró luego de absorber el negocio de PC de IBM años atrás.
Desde una perspectiva más distante, lo concreto es que luego de esta operación, Lenovo se alzó con los dos mayores símbolos del hardware estadounidense, cada uno líder y pionero en su momento: IBM en PC y Motorola en celulares. Un verdadero Pac Man y todo un símbolo del avance chino en el mundo moderno.

Linkeando

  • Extreme makeover se necesita: La reciente caída de la acción de Twitter, a pocos meses de su IPO, tuvo que ver con las dificultades del servicio para retener a sus usuarios. En este comentario, una acertada visión sobre las fallas del servicio, que favorece más al que publica que a quien consume, reclamando un rediseño profundo. [Monday Note]
  • Bajando costos: La autoridad de transportes de Londres anunció que a mediados de este año sólo se podrá pagar con dinero electrónico en los míticos autobuses de la ciudad. La medida implicará un ahorro anual de casi US$ 40 millones, aunque impactará a sólo el 1% de los pasajeros que aún pagan en efectivo. [ATM Marketplace]
  • Negocios son negocios: Eso debe haber pensado Mark Zuckerberg cuando decidió ir en contra de sus pasos y comenzar a evaluar la posibilidad de que se pueda usar Facebook anónimamente. No está pensado tanto para el servicio en sí como para las nuevas aplicaciones. Igualmente, es todo un cambio para alguien que criticó fuertemente el uso anónimo de Internet. [Business Insider]

Twits selectos

Al infinito y más allá

La estampida de precios en los electrónicos al momento de la devaluación del peso a fines de enero fue realmente delirante. A tal punto que la suba en un mismo día en un local de Garbarino llegó a los perplejos medios especializados del exterior. Incluye documento fotográfico. Y eso que el producto en cuestión es “Made in Argentina”.

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