Archivoabril 2014

3G para todos

Con un fuerte impulso de ventas en el último año, donde alcanzó una participación del 73% de los terminales vendidos en el país, el 2013 pasará a la historia de las telecomunicaciones argentinas como el punto en el cual la tecnología 3G fue la dominante, tanto en ventas como en parque instalado. Necesitó 7 años desde su lanzamiento local para lograrlo, según surge del informe “Mercado celular argentino 2014” recientemente publicado por Carrier y Asoc.
El ascenso de 3G como tecnología mayoritaria se logró no sólo gracias al aporte de los smartphones que también fueron mayoría de ventas en 2013 con el 56% (todos 3 o 4G), sino también por el de los socialphones (equipos más básicos que permiten acceso únicamente a algunas aplicaciones de datos, principalmente de socialización), de los cuales el 62% cuentan con conectividad 3G.

El crecimiento de las ventas de equipos 3G en el 2013 fue tan marcado que llevó a que su base instalada también superara la mitad del parque de equipos en uso, alcanzando 52% de participación.

En momentos en que Argentina se encuentra demorada en la asignación de porciones de espectro adicionales que permiten desplegar nuevas tecnologías, el paso de 2 a 3G es algo positivo. Esta última es más eficiente en el manejo del espectro lo que ayuda a descomprimir parcialmente el exceso de demanda por capacidad que sufren las redes locales actuales.
Es interesante notar que a pesar de no disponer todavía, y por un tiempo aún indeterminado, redes 4G (o LTE para evitar confusiones) sí se venden equipos con esta tecnología, representando ya a algo menos del 1% del parque. Por supuesto que si, como en el caso de nuestros países vecinos (Uruguay, Brasil, Bolivia, Paraguay o Chile), ya dispusiéramos de redes 4G, la participación de equipos con esta tecnología sería mayor. Esto es así porque algunos fabricantes de smartphones la incluyen en sus diseños originales y en ciertos casos no se justifica hacer una versión local con sólo 3G. Así, algunos equipos de alta gama tienen chips 4G (como el Samsung S5). Sin embargo, otros modelos diseñados originalmente con 4G son producidos localmente en versiones “rebajadas” a 3G para evitar el costo adicional que significa incluir capacidades que no serán utilizadas, salvo por aquellos que viajan al exterior.
Esto permitiría no sólo a los usuarios de equipos que hoy son de gama alta y media disfrutar de mejores prestaciones, sino que también descomprimiría a las redes actuales, lo que aportaría una mejora a su desempeño. Sin embargo, respecto a la posibilidad de comenzar a desplegar tecnologías 4G, desde las autoridades no hay más que silencio de radio. Irónicamente.

Capeando la transición

No es ninguna novedad que los últimos tiempos han sido negativos para Blackberry. Su plataforma más moderna, el BB10, no tuvo el éxito de ventas esperado y hoy el grueso de los ingresos sigue proviniendo de la plataforma tradicional, el BB OS7. Esto impactó fuertemente su negocio de hardware (los terminales) a lo que se sumó que la empresa tomó la decisión estratégica de poner el foco a largo plazo en los negocios de mayor potencial de crecimiento: el software, los servicios y la mensajería. Así, Blackberry tiene que tener la vista en el futuro pero sin descuidar en paralelo al presente que lo depositará en aquél.
En este contexto, llamó la atención el anuncio de reflotar hardware de generación anterior como es el Bold 9900, para varios el mejor dispositivo de la vieja guardia. Muchos ven a este movimiento como un paso hacia atrás en momentos que todos los cartuchos debieran estar puestos en los objetivos hacia adelante. No obstante, para alcanzarlos Blackberry debe sobrevivir y para ello necesita la facturación que los equipos tradicionales todavía le dan. Buscando una evolución menos disruptiva contra su propia base de usuarios (como fue el caso del Z10), reflotar el Blackberry tradicional servirá de transición hacia un nuevo modelo de Bold anunciado para este año. El mismo mantendrá las características físicas del 9900 pero corriendo sobre el más moderno y estratégico BB10. De hecho, el CEO de la compañía dejó en claro que este retorno a las fuentes no debe interpretarse como giro completo de 180 grados. El hardware (los terminales) serán parte del negocio por al menos los próximos 2 años, para nadie arriesga predecir qué sucederá después.
De hecho, los recortes de personal (y otros costos) que está llevando a cabo la empresa alcanzaron a áreas otrora estratégicas, como el grupo de tecnología inalámbrica. El actual modelo de la compañía pasa por dejar de desarrollar ciertas tecnologías que ya están integradas en los más modernos chipsets estándares de los cuales se abastece toda la industria. Una forma inteligente de bajar costos, más aún cuando la estrategia ya no pasa por el hardware.
Esta es la filosofía detrás de su último lanzamiento, el Z3, un equipo moderno pero de precio accesible, construido con componentes estándares de la industria, destinado inicialmente al mercado de Indonesia pero que será un primer ingreso en el segmento de smartphones de precio por debajo de los US$ 200. Por sus características se evalúa la posibilidad de lanzarlo en Argentina antes de fin de este año. El mismo no lo fabricará la empresa canadiense sino la taiwanesa Foxconn. Lo hará bajo un modelo de ODM (fabricante que diseña y fabrica para terceros) y no ya de OEM (fabricante que sólo fabrica en base a un diseño de terceros). La diferencia es clave: Blackberry aspira a desarrollar la plataforma para que terceros con mayor capacidad industrial diseñen y fabriquen los equipos. Así las cosas, la continuidad de la disponibilidad de equipos para la plataforma BB10 dependerá cada vez más del atractivo que ésta pueda generar para que otros fabricantes de hardware la adopten, sea bajo la marca Blackberry (como será el caso del Z3) o, por qué no, bajo otras marcas.
En resumen, Blackberry apunta sus cañones al software. Pero mientras se produce esta transición, la empresa canadiense alimentará sus arcas con la producción de equipos de tecnología anterior pero aún demandada. Como decía el quíntuple campeón mundial de F1, Juan Manuel Fangio, “para ganar, primero hay que llegar”. En eso está Blackberry. Y para llegar al largo plazo, no hay que descuidar el corto. No obstante esto, es una decisión arriesgada de la cual sólo el tiempo dará su veredicto.

Cambio de ramo

Haciendo equilibrio en la mutación de su modelo de negocios, esta semana Microsoft anunció que dejará de cobrar por las licencias de Windows para equipos de hasta 9 pulgadas. Esto es, básicamente, celulares y algunas tablets. La movida es una jugada a dos puntas. Por un lado, apuntalar la creciente popularidad de Windows Phone, su plataforma para smartphones y por el otro, mantener los ingresos generados por las licencias de Windows para PC, un negocio en retracción lenta pero constante, que le asegura todavía una interesante fuente de ingresos.
Ahora que está por quedarse con Nokia, empresa que representa el 80% de los smartphones con Windows Phone, no tiene lógica que los terceros paguen por usar WP cuando tienen Android disponible sin costo. Y sin un Google compitiendo activamente en el hardware. Lo que más necesita hoy Microsoft es que la plataforma WP se popularice, no los ingresos directos de ésta.
En este nuevo modelo, los ingresos vendrán de los servicios, como las herramientas de Office 360 (donde ya no se compra la licencia sino que se transforma en un abono mensual o anual), la plataforma de mensajería Skype, el servicio de almacenamiento OneDrive, el mail Outlook y otros actuales y futuros. Todos apuntando a transformar la mayor empresa de software en otra de servicios en la nube.
A pesar de que el panorama está bastante claro, quedan dudas respecto de la elección de 9 pulgadas como límite para la gratuidad de Windows. Este límite deja a las tablets más grandes y equipos convertibles fuera de los beneficios de un OS gratuito, lo que no ayudará mucho a la empresa en su lucha con Apple (y su iPad basado en iOS) y Android (que motoriza al resto de las tablets en el mercado). Evidentemente, Microsoft ve a las tablets en dos: las más pequeñas casi como phablets (con o sin conectividad celular) y las más grandes como una extensión del mercado de PC.
Lo relevante es que los primeros pasos en una transición desde el software como producto hacia el software como servicio están dados. Mientras tanto, se ordeña al máximo a la vaca lechera.

Linkeando

  • No todos los WiFi son iguales: Si bien la tecnología celular es quien se lleva la mayor atención en comunicaciones inalámbricas, el viejo y difundido WiFi sigue evolucionando. El camino es hacia una mayor capacidad y eficiencia espectral, lo que se traducirá en mayores velocidades y nuevas posibilidades. [CNN]
  • Avance ponible: Las tecnologías “wearables” o ponibles son una de las próximas fronteras en dispositivos inalámbricos conectados. Por eso Intel compró a un fabricante de pulseras con sensores. El objetivo no es lanzar productos con su marca sino definir diseños de referencia, chipsets y otras tecnologías para que terceros fabriquen y comercialicen los productos. Cuando estén disponibles significará sin dudas un impulso adicional para un negocio en pleno Big Bang. [Business Insider]

Twits selectos

Games of Social Networks

Muchos ya habrán comenzado a disfrutar de una nueva temporada de Game of Thrones, la serie de HBO que logró que una temática históricamente nerd alcanzara una notoria popularidad. Aprovechando el momentum, aquí se emparenta a cada una de las casas que compiten por el trono con distintas redes sociales.

Your sidebar area is currently empty. Hurry up and add some widgets.