Archivoagosto 2014

Twits selectos

  • Online killed the offline star: estrellas de YouTube más populares que celebrities tradicionales para teens yanquis variety.com/2014/digital/n…
  • Netflix es cosa seria. Acaba de superar a HBO en ingresos por abonados (pero todavía no en ganancias o Emmys) mashable.com/2014/08/06/net…
  • Mientras negamos por años las limitaciones de espectro, en el mundo buscan nuevas frecuencias para mover más datos arnnet.com.au/article/551520…
  • Regulador yanqui frena concentración en móviles: Sprint (3°) desiste de comprar a T-Mobile (4°) telecompaper.com/news/sprint-ab…
  • Efecto convergencia: Telefónica afirma ser ya una “compañía de video” mediatelecom.com.mx/index.php/agen…
  • Esto no sólo es futurista, sino también muy útil navdy.com
  • Berner: “Tiene que haber cada vez más antenas. Sin duda, falta muchísimo”. Hasta hace poco, el problema según gob era la falta de inversión
  • Esto es brillante (vía @bryantafel) twitter.com/iamdevloper/st…
  • Ojo con los resultados de las telcos en Argentina. Hay que considerar la depreciación del peso. Los balances no se ajustan por inflación
  • Argentina: reducción de los subsidios del operador disparan ventas de celulares liberados ieco.clarin.com/economia/Celul…
  • Ojo con los smartphones chinos: Xiaomi, líder en ventas en China. Se viene la expansión internacional? canalys.com/chart/index.ht…

Participaciones diferentes

Así como no todas las personas son iguales en el mundo offline, lo mismo sucede en el online. Y a la hora de vincularse e interactuar vía redes sociales, donde participan 21 millones de argentinos, también afloran diferencias de perfil. Esto surge del informe “Uso de redes sociales en Argentina – 2014”, publicado por Carrier y Asociados.
En función del uso y participación en las redes sociales, el informe identifica cuatro perfiles:

  • Conversadores: participan activamente en redes sociales posteando comentarios, publicaciones, videos, etc. en forma habitual.
  • Acompañadores: disfrutan de unirse a los grupos y plegarse a las conversaciones, acompañando la interacción más que disparándola.
  • Espectadores: miran y leen las publicaciones de los Conversadores y Acompañadores pero es inusual que participen comentando.
  • Inactivos: tienen perfil en alguna red social, típicamente Facebook, pero casi no lo usan.

En línea con su mayor participación general en redes sociales así como su mejor aptitud para la comunicación, se destaca la presencia de mujeres en la categoría “conversador”, donde alcanzan al 41% frente al 25% de los hombres. Aquí pesa tanto la frecuencia de uso como la capacidad de generar nuevos temas. Por otra parte, y apalancado por la particularidad de estar siempre a mano, el involucramiento es notablemente más alto entre los que se conectan principalmente desde el móvil donde casi la mitad de los usuarios son conversadores. Esta categoría de usuarios pierde penetración entre los adultos mayores de 50 años.
En el otro extremo, un 18% son usuarios inactivos con un bajo compromiso en el uso. Es más habitual encontrar en este perfil a hombres adultos y mayores. A su vez, los usuarios cuyo principal dispositivo de conexión es la PC son más inactivos (21% vs. 13% móvil).
Por el lado de los usuarios inactivos es donde surgen distintas tendencias en función de la red social utilizada. Facebook ha perdido cierto compromiso por parte de sus usuarios, dado que sus usuarios inactivos han aumentado del 10% al 17% en el último año. Se confirma así con números que hay cierto desencanto con la mayor red social entre algunos de sus usuarios. Algo inverso a lo que sucede en Twitter que presenta una mejora en el involucramiento de sus usuarios, dado que los mismos han disminuido casi a la mitad, logrando la misma proporción de inactivos que Facebook: 17%. Facebook presenta mayor cantidad de usuarios hombre inactivos (23%) mientras que Twitter tiene mayor proporción de inactivos entre adultos de más de 50 años (36%) y de NSE bajos (24%).

De enemigo a amigo

Desde que Netflix ganó popularidad con su servicio de streaming de video, las quejas de los operadores se comenzaron a hacer escuchar cada vez con más frecuencia, ya que deben mejorar su infraestructura para hacer frente a las crecientes demandas por capacidad. Este aumento del tráfico vendrá de la mano no sólo de más usuarios consumiendo video a través de Internet, que en algunos casos ya está llevando a hogares a prescindir de servicios de TV paga (fenómeno que también comienza a darse en Argentina). También influirá la tendencia a que el video sea de mayor calidad, lo que eleva el tráfico. No sólo hoy comienza a dominar el video en HD, sino que Netflix también tiene contenidos en 4K, que cuadruplica la resolución y por lo tanto la cantidad de datos a transmitir. Todo muy lindo. El tema es quien paga la factura.
Los más grandes pudieron hacer valer su peso, exigiendo a Netflix que se haga cargo, aunque fuera parcialmente, de los mayores costos asociados. En EE.UU. Netflix ya tiene acuerdos con Comcast, Verizon y acaba de sumar esta semana a AT&T. Todos ellos tienen demasiados abonados como para que Netflix acepte perder clientes por deficiencias en la calidad de la transmisión. Distinto es el caso de los ISP más pequeños, con menos poder de negociación. Sin embargo, también hacen oír su voz, con críticas atendibles.
En este escenario, llama la atención al lector desprevenido el anuncio realizado esta semana por Antel, según el cual el operador de telecomunicaciones estatal uruguayo comenzará a ofrecer los servicios de Netflix a sus clientes, tanto de banda ancha fija como móvil. La noticia es más llamativa aun cuando se toma conciencia de que Antel tiene un amplio dominio del mercado fijo (98%) y del móvil (49%). ¿Por qué entonces querría Antel recargar sus redes con más tráfico? La respuesta es simple y tiene que ver con algo planteado desde aquí tiempo atrás [ver “Repensando la neutralidad”]: Antel cobra por tráfico y no por ancho de banda. De esta forma, cuanto más tráfico, más facturación. Y ésta entonces puede financiar las inversiones realizadas para mejorar la capacidad de las redes.
En un país como Argentina, donde cala hondo la idea de que el Estado debe tender a subsidiar los consumos para que éstos tengan precios “sociales”, puede ser llamativo que un monopolio estatal (es lo que es en banda ancha fija) aplique criterios microeconómicos a sus políticas tarifarias. Pero esta lógica económica tiene también lógica social: cada uno paga por lo que consume. No hay usuarios de bajo consumo subsidiando a los de alto consumo a través de una misma tarifa.
Seguramente, el modelo de pago por uso en la banda ancha fija comenzará a popularizarse, asemejándose a lo que actualmente sucede con la banda ancha móvil. No será sencillo aplicarlo a los abonos actuales, pero en un futuro no muy lejano, en la medida en que los ISP ofrezcan anchos de banda superiores a los actuales, no debería sorprender que esta mayor capacidad venga atada a cuotas de tráfico. Se pagará por uso, como se hace hoy con otros servicios básicos, como la luz y el gas. Entonces, ya ningún ISP se quejará por la existencia de servicios como el de Netflix. Es más, los incentivarán.

Si la montaña no va a Mahoma

Luego del fracaso del video en 3D, que prendió algo en el cine pero no así en la TV, la industria audiovisual (particularmente los fabricantes de equipos) apuestan sus fichas a la tecnología 4K o UHD, que básicamente implica imágenes con el cuádruple de píxeles que el full HD y por lo tanto de definición. Pero, como suele suceder, se da el famoso tema del huevo y la gallina. Los fabricantes impulsan sus equipos con la nueva tecnología, pero la falta de contenidos frena sus ventas. Los productores de contenidos no quieren desarrollar para la nueva tecnología si esta no está suficientemente difundida. Y las redes de distribución también son renuentes a invertir en modernizarse si no hay demanda.
En el caso de 4K, ya hay algunas experiencias, como lo hizo Netflix que grabó la segunda temporada de su serie “House of cards” con esta resolución. También Sony grabó algunos partidos del último mundial de fútbol en 4K. Pero por ahora es muy poco lo que hay como para incentivar a los consumidores a pagar por una tecnología aún cara y no estándar.
Con este escenario puede llamar la atención que los últimos chips de Qualcomm para smartphones y tablets incluyan la capacidad para reproducir video 4K. ¿Para qué poner esa capacidad en estos dispositivos si no hay contenidos? La respuesta es que también pueden grabar en 4K. Así, al menos inicialmente esta capacidad será utilizada más para el contenido generado por el propio usuario que para consumir material de origen profesional. Será un importante aporte al desarrollo del estándar.

Linkeando

  • Escalada: Las relaciones chino-americanas son de amor-odio. Necesidad y recelo. Pero así como en EE.UU. muchas veces boicotearon operaciones de empresas chinas en aquél país, cada vez más ahora el gobierno chino se mete con empresas americanas, con las tecnológicas a la cabeza. Cuatro visitas de funcionarios del gobierno chino a oficinas de Microsoft en un mismo día son un ejemplo de la situación. [New York Times]
  • ¿Veranito?: Esta semana Twitter presentó mejorías en sus cifras. Algunos las vieron como paso adelante real. Otros simplemente como el efecto positivo del mundial en el uso del servicio. Pero este podría haber traído más actividad, no tan así más usuarios. Habrá que esperar al próximo Q para ver si esta golondrina fue verano. [New York Times]

Twits selectos

Show off

Dicen que lo bueno de los eReaders es que la gente que los ve no puede saber lo que están leyendo. Especialmente en casos de lecturas non sanctas o de escaso prestigio literario. Pero para otros también esto puede ser una debilidad si lo que se pretende es impresionar a los demás con sus lecturas. Hete aquí una solución para estos últimos.

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