Reconfigurando

Esta semana se publicó el decreto 677 que puso en marcha la AFTIC (Autoridad Federal de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones), la nueva autoridad de aplicación en todos los temas que hagan a las telecomunicaciones y más allá. De esta forma, sin sorpresas en el contenido y las prioridades, comienza a reglamentarse la ley Argentina Digital, sancionada en diciembre pasado.
Se escucharon críticas varias, que van desde la conformación del nuevo organismo, hasta la inclusión en el mismo de Arsat, lo que convierte a la AFTIC en un regulador-competidor. Pero nada de esto es nuevo. Todo esto ya estaba previsto en la ley Argentina Digital. Por lo tanto, los cuestionamientos a muchos de estos puntos hoy sólo son una queja. Habría que haberlos hecho más insistentemente en el momento en que se trató de la ley. Pero entre el apuro por aprobarla y la ignorancia de los legisladores en la materia (es lógico que no sepan, pero podrían asesorarse mejor) ya no hay mucho derecho al pataleo.
A pesar de esto, hay quizás dos puntos seriamente cuestionables en lo que hace a la constitución de la Autoridad de Aplicación. Una política y la otra técnica. Por el lado político, la creación de AFTIC es legal, pero quizás no legítima. Con un gobierno que está a 6 meses de terminar su mandato, que los cargos más importantes sean definidos por el Poder Ejecutivo deja a la política actual del gobierno como herencia para el próximo. Se podría haber votado la ley aclarando que la constitución del Regulador se haría luego de la asunción del próximo gobierno. De esta forma, ambos mandatos durarían lo mismo. Pero los legisladores miraron para otro lado o se durmieron. Ambas causas son igualmente graves.
Por el lado técnico, muchos reclaman que la selección de autoridades para el Regulador debería haberse hecho por concurso. Esto hubiera sido importante, ya que una actividad tan dinámica como la tecnológica avanza mucho más rápido de lo que puede hacerlo la regulación. Por lo tanto, y para no estar corriendo siempre detrás de los acontecimientos hubiera sido preferible garantizar la idoneidad de los integrantes de AFTIC. Eso no sucedió, se privilegió el reparto político de las sillas. Así, hoy sólo resta esperar que quienes deban designar a los funcionarios tengan buen criterio y asesoramiento.
Lo concreto es que a fin de mes habrá una AFTIC con sus autoridades designadas. Y a partir de allí, la nueva ley terminará de tomar forma con las sucesivas reglamentaciones que la nueva Autoridad de Aplicación comenzará publicar. Va a estar entretenido.

Acerca del autor

Enrique Carrier

Analista del mercado de telecomunicaciones y nuevos medios, basado en Buenos Aires, Argentina

Por Enrique Carrier

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