E se restiamo?

Luego de una compleja ingeniería societaria y financiera, finalmente esta semana Telefónica dejó de tener participación en el capital de Telecom Italia como consecuencia de la venta de sus acciones al grupo francés Vivendi. Se trató de una operación que incluyó no sólo activos en Italia sino también en Brasil.
Para Telefónica, seguramente es un alivio. Su inversión en Telecom Italia (TI) le trajo más dolores de cabeza que alegrías. Cuando Telefónica ingresó al capital de TI en el 2007 lo hizo a un precio de € 2,82 por acción, mientras que esta semana vendió las últimas que le quedaban a € 1,18, o una pérdida del 58%. Pero también le trajo conflictos con los reguladores de Brasil y Argentina, países donde ambas empresas tienen posiciones relevantes que naturalmente generaron tensiones con los reguladores.
Es interesante especular respecto de cuál será el impacto de esta desinversión de Telefónica en TI en Argentina y que tiene que ver con algunas versiones que indicarían que los italianos no están ahora tan convencidos de irse de Argentina. O al menos no en las condiciones que pautaron en su momento con los mexicanos de Fintech.
Cuando TI decidió poner en venta su participación en Telecom Argentina lo hizo por varios motivos. Necesitaba los fondos para desendeudarse y la argentina era una operación poco valiosa porque no le permitía recibir giros de utilidades al tiempo que le generaba presiones del regulador por su relación con Telefónica. Así, acordó su venta a Fintech a un precio que estaba un poco por debajo de su valor técnico (al menos eso es lo que decían los que entienden del tema). Pero la transacción no terminó nunca de aprobarse y el escenario fue cambiando.
Durante ese tiempo TI encontró formas de desendeudarse más efectivas, como sacar a la bolsa su el 40% del capital de Inwit, su división de torres de telefonía móvil. También el paso del tiempo los llevó a estar a un paso de las elecciones presidenciales en Argentina, lo que podría implicar ciertos cambios en la política económica, como permitirles a las multinacionales girar dividendos al exterior (al menos los futuros si no los pasados). Adicionalmente, en este tiempo la ley Argentina Digital habilitó a las empresas de telecomunicaciones como Telecom Argentina a dar servicios audiovisuales, lo que podría ser un interesante canal de distribución para los contenidos de Vivendi, hoy el principal accionista de TI.
Tampoco hay muchas certezas de que el regulador termine de aprobar la venta a Fintech. Muchos dicen que esto nunca ocurrió debido a las vinculaciones de los mexicanos con el Grupo Clarín, por lo que no querían ser ellos quienes les entregaran el negocio a su archienemigo. Pero con la creación de la AFTIC, serán los mismos funcionarios actuales quienes, al menos en teoría, deberían seguir al frente de la regulación del sector de las telecomunicaciones en la próxima gestión. Por lo tanto, tampoco da la impresión que vayan a haber una aprobación luego del cambio de gobierno.
Así, no sería muy descabellado pensar que los italianos estén reconsiderando su salida de Argentina. ¿Será? Habrá que esperar.

Acerca del autor

Enrique Carrier

Analista del mercado de telecomunicaciones y nuevos medios, basado en Buenos Aires, Argentina

Por Enrique Carrier

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