El juego de las especulaciones

La toma de control de Telecom por parte de Fintech encierra para muchos el primer paso de una avanzada de Cablevisión, o quizás el mismo Grupo Clarín, para ingresar en este operador. El interés de Clarín por Telecom no es nuevo ni secreto. No obstante, imaginar cómo sería este proceso muestra que no todo es tan simple como resulta a priori.
Desde el punto de vista societario, en una eventual relación ampliada, Fintech tendría mucho más peso que Cablevisión. A su 40% de CV le sumaría el control de Telecom, quizás con una participación mayor si además de las acciones que eran de Telecom Italia, el mercado acepta la oferta que Fintech hizo por las acciones que flotan en la Bolsa. Ni hablar si, como especulan varios, el próximo paso para Fintech sea la compra de las acciones del Grupo W. El momento para esta operación es el indicado, ya que los inversores en acciones sostienen que el papel de Telecom está barato y tiene mucho margen para crecer de realizarse las inversiones adecuadas. Si CV quisiera fusionarse después de que esto suceda, le será muy costoso tomar el control.
Desde el punto de vista técnico, combinar las redes fijas de Telecom y de CV implica un desafío importante. También podría serlo desde una perspectiva regulatoria. Se puede estimar que, en un escenario de fusión, el regulador exigiría a la nueva empresa desprenderse de una de sus dos redes fijas. La opción más fácil técnicamente sería la red de CV en la medida en que la de Telecom estuviera apta para dar todo tipo de servicio. No obstante, esto implicaría resignar muchos clientes codiciados, que consumen banda ancha y servicios de TV con un ARPU (ingreso promedio por abonado) más que interesante, aproximadamente un 68% más alto que el del combo telefonía y banda ancha de Telecom. Otra alternativa, sería desprenderse de la red fija de Telecom, algo más complejo por su integración con la red de Personal, pero factible técnicamente. Más allá que se trate de la actual red fija de Telecom o de CV, es difícil de imaginar muchos candidatos a comprarla. Quizás el más indicado (con los datos de hoy) sea Claro, a quien su falta de una red fija lo debilitará frente a ofertas convergentes de sus competidores. Pura especulación.
Si efectivamente la estrategia del Grupo Clarín fuese ingresar a Telecom, muchos se preguntan cuál fue entonces el objetivo de comprar Nextel. Algunos lo ven como un plan alternativo si una aproximación con Telecom (y con Personal) no fuese posible. Pero es un camino difícil, con mucha inversión por delante para reconvertir la red de Nextel en una red móvil convencional, condicionado por la obtención de espectro y con una base de usuarios que no sólo está en retirada (como se puede observar en los últimos balances de Nextel mientras estaba en manos de NII) sino que tampoco responde al perfil masivo del negocio principal de CV. Un escenario que obligaría a CV/Nextel a salir a capturar clientes en un mercado ya maduro (la promesa de la IoT todavía está a unos años luz en términos de volumen), focalizándose en su base de clientes de servicios fijos.
Pero no hay que olvidar que el Grupo Clarín dispone de licencias de uso de espectro en 3,5 GHz, que actualmente utiliza para dar servicios de banda ancha fijos. La combinación de este espectro con la infraestructura de Nextel le podría permitir dar servicios de banda ancha fija. Y, de poder cambiar el destino para el cual le fue otorgada esa frecuencia, podría también servir para servicios móviles. Si nada de esto fuera viable, la infraestructura de antenas de Nextel podría tornarse en un negocio inmobiliario, arrendando sus sitios (ya instalados, aprobados y funcionando) a otros operadores móviles.
Más allá de lo que efectivamente suceda, a fin de cuentas son todas especulaciones, esta variedad de escenarios pone en evidencia la conveniencia de contar con un marco regulatorio donde no haya restricciones, que libere todo. Y todo, es todo. Que cualquier pueda dar TV, tanto por cable como por aire, incluido el satélite. Y donde todos tengan acceso a dar servicios móviles, lo que considerando la restricción del espectro exige un planteo acertado del modelo OMV. Hoy el escenario es de tres fuertes actores del negocio móvil (Claro, Telecom y Telefónica), lo propio en el negocio de banda ancha (Cablevisión, Telecom y Telefónica) y dos en el caso de la TV paga (Cablevisión y DirecTV). Una liberalización total quizás concentre estos servicios en sólo tres grandes operadores, con lo que algunos de estos nombres desaparecerían. Pero si estos tres compiten entre sí en todo el país, sumado el aporte de operadores locales en determinados servicios, habremos dado un importante paso hacia adelante en el desarrollo de una infraestructura moderna y en competencia que el país necesita.

Acerca del autor

Enrique Carrier

Analista del mercado de telecomunicaciones y nuevos medios, basado en Buenos Aires, Argentina

Por Enrique Carrier

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