Esta semana, en el marco de las jornadas internacionales de ATVC (Asociación Argentina de Televisión por Cable), resultó novedoso observar la relevancia de Telecom, empresa que luego de su fusión con Cablevisión es el gran referente de la industria. La ocasión sirvió de excusa para que su CEO, Carlos Moltini, organizara un café con varios periodistas que habitualmente cubren al sector convergente, para charlar sobre los planes de la empresa para el futuro cercano.
Como no podía ser de otra forma, se arrancó por el impacto de la devaluación del peso en una industria tan dolarizada en sus costos, particularmente en los planes de inversión previstos, de aproximadamente US$ 5.100 millones para el trienio 2018-2020. Si bien todavía la polvareda ocasionada por la devaluación no se ha asentado, nadie duda de que ese plazo previsto originalmente no se cumplirá. Como esa inversión se financiará con recursos propios, todo dependerá de cuánto de la devaluación pueda trasladarse a los precios. Como antecedente, Moltini afirmó que en el pasado ese pass through o traslado a precios era del 100%. Si bien no lo dijo, en esta ocasión la situación probablemente sea distinta, ya que una de las formas de reducir el déficit fiscal acordado con el FMI implica mantener un tipo de cambio alto que licúe los gastos en pesos. De ser así, quizás habrá que pensar más en 4 años que en 3 años y algunos meses.
El tema sirvió para aclarar que el postergado bono por US$ 1 mil millones que Telecom planea lanzar, y que debido a la inestabilidad económica de los últimos meses hoy está en el freezer, no afectará los planes de inversión. La intención del bono no es financiar inversión sino cambiar el perfil de la deuda actual de Telecom.
Ya yendo más específicamente al negocio en sí, y como consecuencia del legado de Cablevisión, Telecom aparece como el patriarca de la industria de la TV por cable. Moltini aprovechó para comentar sobre el acuerdo marco firmado con Red Intercable, una asociación de 230 pymes cableras que se basa en la sinergia para proveer servicios que individualmente no podrían ofrecer (o les sería mucho más complicado) en las 580 localidades atendidas. La idea es que los miembros de Red Intercable se conviertan en revendedores de los productos de Telecom, sea Cablevisión, Fibertel, Personal o Flow. Esto les permitirá a estos operadores ofrecer servicios móviles, como OMV puros o con mayores grados de integración de la red, como, por ejemplo, poniendo sus propios sitios de antenas, cableados, etc. Pero también hay mucha expectativa depositada en Flow, que podrá ser revendido tanto como aplicación o como box (utilizando set top boxes), lo que en la práctica convertirá a Telecom en un distribuidor mayorista de contenidos, pudiendo llegar también allí donde no tenga red propia. De esta forma, lo que inicialmente fue considerado una debilidad, la independencia de los contenidos de la red, se transforma en una ventaja. La intención de Telecom es llegar con Flow a todos los puntos del país. De hecho, Moltini no descartó que en un futuro Flow se venda como un servicio OTT independiente del operador. La falta de apuro tenga quizás que ver con que las redes capaces de operar productos como Flow de manera fluida, no abundan por el momento. Pero sin dudas, es una tendencia a prestarle atención [ver “La mutación de la TV”].
Moltini se mostró satisfecho con la performance de Flow, a pocos días de cumplirse dos años de su lanzamiento, indicando que ya alcanzó el millón de usuarios entre box y la app. Y aprovechó la charla para anunciar que en breve Flow ofrecerá también acceso a Netflix. De esta forma, Netflix no sólo llegará al público que no tiene un Smart TV (y que hoy recurre a dispositivos tipo Chromecast o a ver los contenidos en una PC, tablet o smartphone), sino también porque así llega a quienes no tienen tarjeta de crédito. Si bien Telecom no es el primer operador de TV paga que ofrecerá Netflix (el pionero local fue Telecentro) no deja ser llamativo que hasta hace no tanto se pensaba que Netflix era el enemigo de la TV paga. Hoy son socios. En línea con esto, durante su exposición en un panel previa a la charla en cuestión, Moltini dejó entrever que hay conversaciones para acordar lo mismo con Prime Video pero quien todavía no se decide a hacerlo es Amazon, no Telecom.
Por otra parte, el ejecutivo no se mostró muy preocupado por las demoras en la aprobación de la llamada “ley corta”. Es que el estatus actual de la regulación no sólo inhibe la oferta de TV satelital a las empresas TIC. También las fechas vigentes para poder disponer de propuestas integradas que incluyan TV le permitirían salir abiertamente al mercado al menos 6 meses antes que con las fechas previstas en la ley que ya obtuvo media sanción del Senado y hoy aguarda su tratamiento en Diputados.
Finalmente, y ya abordando la fusión en sí misma, la empresa se encuentra en plena revisión de procesos y sistemas que tiene que ver no sólo con la unión de las dos operaciones sino también con la oferta convergente de sus productos. Un proceso que estiman llevará todo el 2019 antes de darse por concluido.
Ya fuera de las declaraciones, de la charla pudo observarse que luego de la aprobación de la fusión los ejecutivos de Telecom están más distendidos para hablar de sus planes a futuro. Y también es innegable el ADN aportado por Cablevisión, con la TV (y su mutación en Flow) con un papel protagónico en los planes de la empresa. También se nota en una cultura de ir siempre a fondo, como lo hizo durante los últimos años del gobierno anterior con el que estuvo enfrentado duramente, durante la transición que los llevó a la fusión y que mantiene en la actualidad y está imprimiendo en la nueva Telecom. Esto, combinado con su poder de lobby, que lo tiene y es mucho y evidente, la posiciona como el jugador que marca el ritmo de la industria local, más allá de las simpatías o antipatías que despierte.