Como consecuencia de factores endógenos y también exógenos, el mercado móvil argentino comienza a sufrir un “envejecimiento” de sus terminales. La caída de las ventas en los últimos dos años implica estirar los ciclos de renovación. Esto surge del informe “Mercado celular argentino 2019” elaborado por Carrier y Asociados.
El mercado local cuenta oficialmente con 59 M de líneas en servicio, de las cuales sólo están en actividad con teléfonos unas 46 M (descontando las líneas no nominadas así como aquellas utilizadas por otros dispositivos, como los M2M). Por otra parte, durante los 4 años del período 2015-2018, ingresaron al mercado argentino casi 48 M de terminales móviles, tomando en cuenta tanto a los ingresados oficialmente como aquellos que lo hicieron sin declarar. O sea que hacen falta, en teoría, prácticamente 4 años para renovar completamente el parque de teléfonos.
Para este año la situación sólo se haría más marcada. Con proyecciones que sitúan las ventas para el 2019 en alrededor de los 8 M (nuevamente entre oficiales y “extraoficiales”), ya las ventas de los últimos 4 años serían de 42 M, insuficientes para renovar la totalidad del parque.
Si los 8 M para el 2019 terminan confirmándose, la caída sería del 42% respecto del 2015, año récord en que el total del mercado alcanzó los 13,8 M. Claro que también en ese año arrancaba el 4G, lo cual era una motivación adicional para renovar anticipadamente el terminal y salir de la congestión que significaba la red 3G en aquél entonces.
Por supuesto que la principal causa de esta caída tiene que ver con el contexto económico que atraviesa el país. Pero también incide (de manera difícil de cuantificar) la falta de innovación de los últimos tiempos, lo que le resta atractivo a renovar el terminal, un fenómeno que se está dando internacionalmente.
Así las cosas, es difícil determinar cuál sería el volumen “crucero” del mercado local fuera de un contexto recesivo como el actual, aunque seguramente debería estar por encima de los 12 M de unidades. Una cifra que hoy parece un sueño distante.