La noticia tecnológica más mediática (localmente) de esta semana fue que el argentino Thiago Lapp, cuyo nombre “artístico” es K1ng, compitió en el mundial de Fortnite en Nueva York y terminó quinto en la categoría individual, lo que le significó ganar un premio de U$S900.000.
Acostumbrados a la voracidad fiscal local, a la par de la difusión de la noticia que exaltó el orgullo nacional de muchos, fue tema de los medios el tratamiento impositivo que recibiría ese premio por parte de la AFIP. Más específicamente si le corresponde o no pagar impuesto a las ganancias. Una discusión en el fondo poco relevante, ya que el recaudador de los EE.UU. (el IRS) se quedará con el 30% del premio. Así, acuerdo sobre doble imposición mediante entre EE.UU. y Argentina, la discusión se reduce al 5% adicional que implicaría una alícuota del 35% a cobrar localmente.
Pero quizás igualmente relevante aunque menos visible fue que la noticia le abrió los ojos a los no-gamers sobre lo desarrollado del mundo de los eSports. Se trata de un negocio que se calcula movió unos US$ 4,5 millardos en 2018. El mismo tiene dos grandes ejes: lo vinculado directamente al juego y el marketing y publicidad que gira a su alrededor. En el primer eje están los jugadores (en solitario o en equipos), los juegos propiamente dichos (en este caso Fortnite pero la variedad es enorme), las ligas o torneos (como en el que participó K1ng), las plataformas de streaming que transmiten las competencias (caso Twitch, YouTube, Mixer y otras), y los seguidores, quienes asisten en persona (pagando un ticket) a esos torneos y consumen (software, servicios, hardware, etc.). En el segundo eje se encuentran los desarrolladores y publicadores de los juegos (quienes usan los eSports para promocionar sus juegos), fabricantes de hardware específico para gamers. También marcas y anunciantes, con acuerdos de patrocinio que crecieron un 117% en el último año. Y no faltan los inversores, como Bitkraft, un fondo de inversión que apuesta a los eSports como futuro del entretenimiento digital.
Una forma de ver la relevancia que están cobrando los eSports en Argentina lo da que Movistar Play, la plataforma audiovisual OTT, tiene un canal dedicado íntegramente a esta temática. Adicionalmente, Movistar patrocina a nivel global a un equipo de eSports, los Raiders.
Por otra parte, resultó interesante la entrevista realizada por TN al entrenador de K1ng a su arribo de los EE.UU. luego del torneo y que sirve además como radiografía de cómo están cambiando los consumos audiovisuales de los más jóvenes (técnicamente, centennials).
Por lo mencionado, está claro que hay que dejar de lado la denominación peyorativa “jueguitos” (como se refieren los entrevistadores del video) porque es cosa seria y un negocio multimillonario en crecimiento, como bien quedó demostrado.