Crisis y oportunidad

Esta semana, Nokia atrajo la atención de la industria de las telecomunicaciones, más precisamente la móvil, al anunciar su ingreso a la Open RAN Policy Coalition, un grupo de lobby a favor del desarrollo del uso de tecnologías abiertas en las redes móviles, particularmente en el acceso de radio. Si bien Nokia ya era parte del Open RAN Alliance (el grupo que trabaja en los estándares abiertos para la conectividad móvil), su ingreso al grupo que está enfocado a hacer lobby a favor de esta tecnología no es un indicador que pase desapercibido.

Básicamente, quienes impulsan el Open RAN buscan una tecnología abierta e interoperable entre el equipamiento de radio (RAN) y el core (o núcleo) de la red, con hardware y software neutral para el proveedor. Las arquitecturas RAN tradicionales, entre ellas las de Nokia, pero también de Huawei y Ericsson, usan hardware e interfaces propietarias. El tema de las tecnologías abiertas se potencia con la evolución de las redes hacia la virtualización, donde tareas que llevan adelante distintos componentes de hardware propietario de las redes migran a software en servidores administrados como una única entidad, la red virtual. No obstante, es conveniente aclarar que la virtualización se puede dar tanto dentro de redes que son propietarias como abiertas. Pero sin duda facilita el camino para estas últimas.

La principal ventaja de los modelos abiertos es la posibilidad de contar con diversidad de proveedores, algo que siempre atrajo a los operadores quienes quieren evitar “casarse” con un proveedor determinado para desplegar sus redes. Esto pesa más que el factor costos, ya que, según los primeros casos de uso, lo que se ahorra en hardware propietario es compensado en alguna medida con mayores costos de software y de integración.

Si bien la movida hacia el Open RAN no es nueva, últimamente comenzó a despertar un mayor interés del gobierno de los EE.UU. en su búsqueda por encontrar soluciones alternativas a Huawei. Sin un gran vendor de red estadounidense (el último fue Lucent), EE.UU. no tiene un actor nacional que puede competir con Huawei en su propio terreno. Pero la posibilidad de empezar a atomizarle el mercado no ya con un gran jugador sino con varios jugadores más especializados es quizás el único camino por seguir para alcanzar sus objetivos.

Si bien Open RAN Policy Coalition no se identifica oficialmente con una postura anti china, el contexto geopolítico juega a su favor. También hay que tener presente que, así como la mayoría de sus miembros es estadounidense, ninguno es chino. Por lo tanto, el marco es el ideal para asegurarse el apoyo (político y económico) del gobierno de los EE.UU. a una tecnología percibida por algunos funcionarios como el arma para luchar contra Huawei, y, por lo tanto, contra China.

Se puede decir que Nokia es una empresa abierta a seguir nuevos caminos. Fue el primer proveedor importante en unirse a la Alianza Open RAN, que se enfoca en desarrollar estándares para redes abiertas, y fue miembro fundador del Telecom Infra Project (TIP). Ha trabajado con Rakuten en la red 4G LTE totalmente virtualizada del operador de telefonía móvil en Japón. Pero más allá de esto, ¿por qué Nokia se suma al grupo de lobby a favor del Open RAN?

En los últimos meses Nokia ha estado en el centro de rumores de compra hostil y, para complicar su panorama, viene perdiendo terreno en el mercado chino, donde quedó fuera de las últimas grandes compras de los tres principales operadores. Esto hizo que recientemente el proveedor finlandés confirmara que se retiraría por completo del mercado RAN para 5G de China. Por lo tanto, no tiene ningún compromiso con aquel país que vuelva desaconsejable su presencia en la Open RAN Policy Coalition.

De esta forma, Nokia busca capitalizar no sólo la adopción de Open RAN (una tecnología que inclusive está siendo probada en Argentina) entre operadores permeables a la posibilidad, posicionándose como un jugador clave para la transición entre un modelo y otro por su escala y relevancia. También apunta a aquellos mercados donde hay restricciones a la participación de Huawei. Esto sumado dentro de un contexto internacional post pandemia, donde crece la desconfianza hacia China en varios países (por temas sanitarios, políticos y económicos), lo que lleva a buscar una menor dependencia de esta superpotencia mundial.

Por otra parte, también podría verse favorecida con el apoyo económico que la coalición solicita al gobierno de los EE.UU. para la inversión en investigación y desarrollo, así como para propiciar la diversidad de proveedores, muchos de los cuales son de aquel país. De este modo, se cumpliría con el objetivo de los EE.UU. de estimular a los fabricantes y desarrolladores de aquel país a ingresar en la cadena de suministro de 5G, impulsando fabricación nacional de tecnología y software en lugar de depender de China.

Por supuesto que el estándar Open RAN aún no está maduro y no alcanza para un proveedor con decir que es abierto, sino que tiene que responder en entornos reales de operación. Pero la pandemia ayuda, postergando o alargando planes de despliegues de 5G en varios países. Un tiempo que un sector de la industria está dispuesto a capitalizar.

Acerca del autor

Enrique Carrier

Analista del mercado de telecomunicaciones y nuevos medios, basado en Buenos Aires, Argentina

Por Enrique Carrier

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