Con el lanzamiento del iPhone 12 la semana pasada, una de las primeras reacciones, como siempre sucede, fue determinar cuánto costará adquirir este equipo en Argentina. Acto seguido, surge la cara de espanto.
Según información periodística, el modelo de iPhone 12 que en su país de origen (EE.UU.) es de US$ 943 tendrá en Argentina un precio final de US$ 2.100. Esto al cambio oficial que es el que utilizan los importadores. En esta marcada diferencia de precio juegan dos factores: el fiscal (impuestos varios y aranceles) y el microeconómico.
Desde el punto de vista fiscal, es conveniente recordar que, al no producirse en Tierra del Fuego, el iPhone no cuenta con los beneficios de los productos de la isla. Pero esta asimetría fiscal no es la única explicación en el diferencial de precio. También juega fuerte unas economías de escala muy bajas, que deben absorber los costos operativos de su comercialización en volúmenes decididamente modestos.
Apenas el 1% de los celulares que pasaron por Aduana en el 2019 fue un iPhone, unas 76 mil unidades. Y de éstas, un 80% fue ingresado por los operadores móviles (Claro, Personal y Movistar). El 20% restante fue importado por minoristas, con volúmenes promedio de unos pocos cientos. Que el iPhone tenga una participación en los equipos en uso del 7% da cuenta del altísimo volumen de equipos que no quedan registrados al ingresar al país, ya sea por ser “importaciones individuales” como también aquellos que no son declarados por revendedores.
Con volúmenes tan bajos de ventas, que para los importadores no operadores equivalen a menos de 4 unidades diarias, los costos fijos de su comercialización (locales, sueldos, ganancia de la empresa, etc.) pasan a convertirse en un ítem no menor en la estructura de costos. Se forma así un círculo vicioso de bajos volúmenes por impacto del costo fiscal.
En otras palabras, el iPhone seguirá siendo un producto notablemente más caro en el mercado argentino comparado con las otras marcas, algo que no se verifica a nivel global. Como dato positivo, este mayor precio le agrega glamour a su imagen de marca. No todo es negativo.