Esta semana, Argentina recibió a una delegación del gobierno de los EEUU enfocada en el tema telecomunicaciones. Durante su estadía, no sólo tuvieron reuniones con funcionarios vinculados al sector telecomunicaciones y empresas, sino que también organizaron una conferencia sobre redes de telecomunicaciones 5G, ciberseguridad, y, el punto más relevante, diversificación de proveedores para infraestructura crítica de telecomunicaciones.
La delegación estuvo encabezada por Amit Mital, director principal para Ciberseguridad del Consejo Nacional de Seguridad (con acceso directo a POTUS), acompañado por funcionarios del Departamento de Estado, el Bureau Federal de Investigaciones (FBI), la Administración Nacional de Telecomunicaciones e Información (NTIA), y el Programa de Desarrollo de Derecho Comercial del Departamento de Comercio (CLDP). El caso de Mital despertó envidia entre varios. Se trata de un funcionario con vasta experiencia en temas de ciberseguridad (fue CTO de Symantec) y en la industria tecnológica en general. O sea, un funcionario con amplios conocimientos sobre el tema que gestiona.
El timing de la visita no fue el mejor debido a la imprevista gira europea del presidente de la Nación que incluyó también al secretario de Asuntos Estratégicos, lo que le impidió llegar a los estratos más altos de la administración nacional. Sin embargo, la delegación tuvo entre sus interlocutores a funcionarios del Enacom, de la SubTyC (Subsecretaría de Telecomunicaciones y Conectividad) y de Arsat. Los temas abordados pueden resumirse en dos: 5G y Open RAN.
El tema 5G ha sido una constante en la agenda del gobierno de los EEUU desde hace años, tanto a nivel de política doméstica como internacional, con una referencia ineludible: Huawei. Sabido es que, sin importar el color político del gobierno en cada momento, los EEUU ha tenido en estos últimos años a Huawei como el principal blanco en materia seguridad y geopolítica de las telecomunicaciones. En este contexto, la visita del presidente argentino al CEO y fundador de Huawei durante su viaje a China en el mes de febrero de este año [ver “Geopolítica y 5G”] seguramente fue un disparador para que el gobierno de los EEUU sea más enfático respecto de su posición (y aspiraciones) en este tema.
La relevancia de 5G se debe a que será (más tarde o más temprano) una infraestructura clave, sobre la que funcionarán no sólo las comunicaciones de las personas sino también distintas soluciones basadas en IoT, tanto industriales como gubernamentales. De allí también que sea foco de la ciberseguridad por el impacto que podría tener cualquier tipo de manipulación de las redes sobre las que funcionan actividades tan estratégicas y sensibles (espionaje, sabotajes, etc.).
Si bien la actitud hacia 5G por parte del gobierno de los EEUU no es nueva ni desconocida, sí fue novedad el énfasis puesto en la tecnología Open RAN (O-RAN), que podría cumplir el doble objetivo. Por un lado, esmerilar la presencia de Huawei en las redes móviles (como ya le pasó en el negocio de los smartphones). Por el otro, ser una oportunidad para empresas estadounidenses de recuperar el terreno perdido en el negocio del equipamiento para infraestructura móvil, de gran importancia en la geopolítica. Ambos temas lógicamente tienen que ver con la “diversificación de proveedores”, pero en el caso de O-RAN esto es más evidente aún.
Open RAN, que significa Red de Acceso de Radio Abierta, es una arquitectura de red que promueve la interoperabilidad a través de hardware, software e interfaces abiertos. Esto contrasta con lo que sucede actualmente, donde el equipamiento que compone estas radiobases suelen ser soluciones que integran hardware y software que, aunque basadas en estándares, emplean tecnologías propietarias que no pueden interoperar con soluciones de otros proveedores. Por el contrario, lo que la arquitectura Open RAN busca es desagregar los componentes de hardware, software, protocolos e interfaces, empleando tecnologías abiertas que puedan comunicarse y funcionar entre sí, independientemente del proveedor de cada uno de estos componentes.
El objetivo de O-RAN es generar un ecosistema abierto de proveedores, fomentando la innovación, acelerando tiempos de despliegue y llegada al mercado, y reduciendo costos (aunque esto es relativo ya que implica más costos en integración de componentes de diversos proveedores). En lo que interesa a los EEUU, la apertura de la RAN habilita un ecosistema multifabricante. De esta forma, lo que se busca es restarle poder a Huawei al abrirle el mercado a nuevos competidores. Y a su vez, significa una oportunidad para el ingreso de vendors estadounidenses en un mercado en el que hoy no tienen un peso significativo.
Algo que también fue diferente en esta visita es que, por primera vez al menos públicamente, el gobierno de los EEUU introdujo el aspecto financiación, informando que, a través de la USTDA (US Trade and Development Administration), las empresas privadas en Argentina podrán acceder a los recursos disponibles para financiar proyectos 5G. Un dato muy importante ya que, como dice la canción, “Money makes the world go round”.