Lo que pasa en Vegas…

Esta semana tuvo lugar en la ciudad estadounidense de Las Vegas una nueva versión del MWC (Mobile World Congress). Si bien no tiene la escala y convocatoria del mismo evento que se realiza en Barcelona, sirve para tomar el pulso de lo que está sucediendo en el sector a nivel global.

El evento tiene una marcada impronta estadounidense, donde el despliegue de 5G está avanzado. Allí, hasta el momento, la killer app de la tecnología 5G es el acceso fijo inalámbrico (FWA) que ha tenido un gran éxito y que explica la gran mayoría del crecimiento de los accesos fijos de banda ancha (cableados o inalámbricos).

No obstante, llama la atención que ciertos temas vinculados a 5G de los que se habla desde antes de que la tecnología estuviera disponible, todavía están en etapas iniciales. Uno es el caso del network slicing. Se trata de un modelo de arquitectura que permite dividir una red física en múltiples subredes virtuales dedicadas o “slices”. Cada una tiene su propia capacidad y requisitos específicos, lo que permite brindar servicios personalizados y adaptados a diferentes grupos de usuarios o aplicaciones. En este sentido, el MWC sirvió de ámbito para anunciar la primera red nacional con estas características. Considerando que el despliegue comercial de 5G en los EEUU comenzó hace 4 años, da la pauta de que esta tecnología todavía está recorriendo un largo camino.

Por otra parte, es sabido que el aprovechamiento de las características y funcionalidades de una red 5G dependen no sólo de la disponibilidad de ésta sino también de la existencia de dispositivos (más allá de smartphones) así como de la madurez de nuevos procesos y formas de hacer las cosas. Estos últimos todavía están en proceso de desarrollo, con anuncios de acuerdos entre operadores y proveedores de tecnología para expandir el ecosistema de dispositivos 5G.

En pocos países la tecnología 5G tiene aristas tan políticas como en EEUU, anfitriones de esta edición del MWC. Como parte de su guerra tecnológica con China en general y Huawei en particular, los EEUU redoblaron su apuesta a impulsar el Open RAN como una forma más segura de infraestructura, no dominada por empresas extranjeras (y particularmente chinas). Por lo tanto, no llamó tanto la atención que el Departamento de Defensa de aquel país ofreciera su apoyo explícito a esta tecnología. No obstante, hubo menciones específicas al temor de que EEUU quede relegado en materia de definición de estándares en telecomunicaciones. Por ello, el gobierno destinó US$ 1.500 millones para acelerar el despliegue comercial de redes RAN abiertas e interoperables (o sea, Open RAN).

Por lo que pudo observarse en estos días, 5G es una tecnología a la que le queda mucho desarrollo por delante.

Acerca del autor

Enrique Carrier

Analista del mercado de telecomunicaciones y nuevos medios, basado en Buenos Aires, Argentina

Por Enrique Carrier

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