- Luz amarilla: La crisis económica que afecta principalmente a las economías más desarrolladas tendría también su impacto en la industria tecnológica. Afirman que hasta un 44% de las empresas de telecomunicaciones y tecnología corren riesgo de entrar en cesación de pagos o bancarrota en los próximos 2 años. Atemorizante. [Telecom Paper]
- Ábrete Bada: Quizás como respuesta a la compra de Motorola por parte de Google, pareciera que Samsung está buscando mayor margen de maniobra, potenciando su sistema operativo para móviles Bada. El próximo paso sería hacerlo abierto para que más gente desarrolle para esta plataforma y que sea también adoptada por otros fabricantes. [BGR]
- Estatal y virtual: Interesante proyecto en Brasil para crear un MNVO (operador virtual de red móvil) cuyo objetivo sería no sólo dar un celular como parte de su plan social Bolsa Familia, sino que éste sirva como instrumento financiero que permita realizar pagos móviles. [Business News Americas]
¿Nuevo operador móvil?
En momentos en que, luego de la convocatoria a la licitación de espectro para telefonía móvil, se baraja la idea de un mercado celular con más actores, sorprendió la noticia de que Virgin Mobile se prepara para desembarcar en Latinoamérica, incluyendo a Argentina.
Virgin Mobile opera en Australia, Canadá, Francia, India, Sudáfrica y Reino Unido y cuenta con unos 15 M de suscriptores. En todos los casos lo hace bajo el modelo de operador virtual (MNVO). Esto hace que no necesite adquirir espectro sino acordar con operadores con infraestructura propia para el uso de la misma, revendiendo el servicio bajo su propia marca.
El mercado latinoamericano es atractivo porque tiene una población de más de 550 M de habitantes y atraviesa un momento económico más que favorable ante la revalorización de los commodities, al tiempo que cuenta con una locomotora económica mundial como es Brasil. A pesar de esto, son muy pocos los MNVO en operación en la región, modelo que es la especialidad de Virgin Mobile.
La empresa anunció que espera poder comenzar a operar en el territorio en los próximos 12 a 15 meses, aunque por el momento no se anunció ningún acuerdo con los operadores establecidos para ver quién o quiénes serán los proveedores de la infraestructura. Sin dudas, será un agregado interesante para un mercado maduro donde más que atraer nuevos clientes podrán focalizarse en determinados segmentos de consumidores, como suelen hacer los MNVO.
Celulares para todos
En momentos en que en la industria de las telecomunicaciones resulta cada vez más claro que el futuro implicará la coexistencia transparente entre redes móviles y fijas se impone pensar en las dos realidades distintas que afectan a cada servicio y, ulteriormente, a las políticas de conectividad de cada país. En consecuencia, y para incentivar la competencia, el tratamiento de las infraestructuras fija y móvil debe ser claramente distinto, respetando las particularidades de cada tecnología.
En el caso de las redes fijas no debería haber mayores restricciones legales a su despliegue. Se trata de un recurso infinito, ya que se pueden tender tantas redes como sea económicamente viable o políticamente aconsejable. Es lo que vemos en las principales ciudades del país, donde a las redes de las telefónicas incumbentes (Telecom y Telefónica) se suman las de otros operadores, sean estos en su origen empresas de telecomunicaciones (iPlan, Global Crossing, Metrotel, etc.) u operadores de TV por cable (Cablevisión, Telecentro, Supercanal y otros). En localidades más chicas puede haber sólo dos (telefónica o cooperativa y operador de cable), o a veces sólo una, especialmente si el cablero no adaptó aún su infraestructura para proveer servicios de banda ancha de doble vía. No hay entonces necesidad de imponer restricciones legales.
Distinto es el caso de la telecomunicaciones móviles o por caso también las fijas pero inalámbricas. Se trata del uso de un recurso finito como es el espectro, lo que limita el número de actores que pueden participar. Esto se refleja en el caso de la telefonía celular, donde tal como fueron distribuidas las frecuencias, sólo hay lugar para cuatro operadores. Siendo que la torta de espectro es fija, no hay forma de sumar más comensales que no sea cortando porciones más chicas. En algún punto, se quedarán todos con hambre.
Esta situación tiende a generar entonces condiciones de competitividad claramente distintas a futuro. Aquellos que posean redes fijas y móviles tendrán una ventaja competitiva considerable respecto de aquellos que sólo tengan fijas. Y esto eventualmente podría significar la desaparición o al menos la marginación de todos aquellos que no dispongan de una pata móvil.
Previendo esta situación, una futura licitación de espectro para servicios móviles debería tenerla en cuenta. Para ello, se podría reservar una porción de espectro equivalente a la de un operador móvil tradicional pero con la restricción de poder operar sólo como mayorista, teniendo por objeto poner su red al servicio de otros operadores y no a clientes finales directos. Algo así como un operador de red que tenga el espectro y la infraestructura necesaria, cubriendo los aspectos tecnológicos de la operación, y dejando a sus clientes (operadores de menor tamaño económico y/o alcance geográfico acotado) el manejo de la relación comercial con el usuario final, bajo un modelo de MNVO (Operador Virtual de Red Móvil). Se podrá debatir desde la ideología si este rol debería reservarse a un operador estatal (caso ARSAT) o privado, pero está claro que resultaría muy conveniente para la industria y usuarios en general.
Se podrá argumentar en contra de esta propuesta que el modelo de MNVO ya está contemplado y es lo que da lugar a Nuestro, el operador virtual que ofrece el servicio sobre la red de Telecom Personal. Si bien esta es una alternativa válida, los operadores que cuentan con espectro y red no están obligados a ponerla a disposición de terceros, al tiempo que puede dar lugar a recelos por parte de los operadores virtuales en función de que su proveedor es también su competidor. En el caso de un operador puramente mayorista, éste no sólo no competiría con sus clientes, sino que tendría todo el interés en que éstos den el servicio usando su red.
Este modelo tiene pocas probabilidades de implementarse en la licitación por el espectro que acaba de anunciarse porque las bases no lo contemplan como algo obligatorio. Pero teniendo en cuenta de que en breve deberá licitarse espectro para los servicios de 4G, es quizás el momento de considerar esta propuesta, enriquecerla y mejorarla. No pediremos royalties.
Especulando con el espectro
Finalmente, y luego de varios meses de retraso, esta semana el gobierno lanzó el llamado a licitación por frecuencias para servicios de telefonía móvil. Se trata en realidad del proceso para la reasignación de aquellas que había devuelto Movistar como consecuencia del exceso que tenía (desde el punto de vista regulatorio) fruto de la fusión entre Movicom y Unifón en el 2004.
Lo que está en juego no promete cambiar mucho los usos y aplicaciones actuales. Sí tiene el potencial, aunque limitado, de introducir cambios en los actores del mercado. Así, lo interesante es jugar con los distintos escenarios posibles en función de quienes resulten los adjudicatarios de este preciado bien escaso.
Por lo pronto, Movistar queda fuera del proceso ya que es el único operador del país que tiene el máximo que autoriza la regulación, 50 MHz. Seguramente, tanto Personal como Claro intentarán hacerse de lo que les hace falta para alcanzar el tope regulatorio, lo que igualmente dejaría un sobrante que, con limitaciones, podría dar lugar a un nuevo operador. Y acá es donde la cosa se pone interesante.
El primero que surge fuera de los tres grandes es Nextel, empresa que se encuentra abocada en toda la región a una transición tecnológica que requiere de frecuencias distintas a las que ya tiene. Nadie cree que Nextel pretenda cambiar su perfil de empresa enfocada en el segmento de empresas para apuntar al mercado masivo. Por esto mismo sería a quien mejor le cierre comprar la cantidad de frecuencia que habría disponible. Con ésta podría introducir nuevos servicios, especialmente aquellos de datos.
También suena fuerte el nombre de Telecentro, el mayor operador de Triple Play del país que además obtuvo, a principios de año, una licencia para dar servicios de telecomunicaciones móviles, si bien no ha ofrecido este servicio por no contar con el espectro necesario. En este caso, siendo que su operación se centra en el AMBA (Área Metropolitana de Buenos Aires), podría alcanzarle con adquirir frecuencias para esta área únicamente.
Otro candidato es Cablevisión, quien manifestó en reiteradas oportunidades su voluntad de participar del negocio, y ha confirmado que se presentarán en esta ocasión. Hay quienes creen que la empresa del Grupo Clarín no tiene chances debido a su enfrentamiento con el gobierno nacional. En este caso, si la empresa no resultara adjudicataria por razones cuestionables, se corre el riesgo de una judicialización que retrase el proceso de asignación de las frecuencias, con lo que la industria en general se vería perjudicada.
Por otra parte, y en vista a la evolución tecnológica, resulta cada vez más claro que quien quiera jugar seriamente en el negocio de las comunicaciones, especialmente con presencia en el mercado masivo, necesitará contar con servicios móviles. Y aquí es donde entran a escena actores de menor envergadura, como la mayoría de los operadores de TV por cable o las cooperativas telefónicas. Además de su menor tamaño, todos tienen en común operar en áreas geográficas acotadas. Así, acceder a una licencia se hace inviable. Surge entonces la alternativa de una red mayorista. En este caso, no sería descabellada la participación de Arsat, quien ya adelantó su intención de participar en el negocio móvil aunque con servicios de 4G, y que podría pretender el espectro para crear una infraestructura que permita a operadores medianos y pequeños operar bajo el modelo de MNVO (operador virtual).
No obstante toda esta especulación, el escenario más probable que surge es el de Personal y Claro completando su cuota de espectro permitido a lo que se sumaría Nextel, con una clara estrategia de expansión de sus servicios en toda la región, ampliando su cobertura y rango de servicios. La no inclusión en la licitación de espectro nuevo, especialmente el necesario para dar servicios 4G, hace que haya poco lugar para cambios radicales en este segmento. Habrá que esperar hasta entonces para ver si el juego se abre para el ingreso de nuevos operadores.
Definiciones de CV
Esta semana tuvimos oportunidad de conversar cara a cara con Carlos Moltini, CEO de Cablevisión. Por supuesto, el affaire de la licencia fue el tema central, haciendo el ejecutivo una defensa muy documentada de la postura de la empresa. Como es sabido, el tema ingresó en el terreno judicial, por lo que su definición está en manos de terceros. Pero más allá de esto, la charla dejó otros aspectos interesantes para reproducir.
El primero fue que Cablevisión es consciente de la evolución natural de la tecnología, aceptando y hasta propiciando el ingreso de las empresas de telecomunicaciones al negocio de la TV paga. Por supuesto, ante lo que consideran como asimetría de capacidad económica y recursos, pretenden que esta luz verde esté sujeta a ciertas condiciones, como ser la igualación del alcance geográfico de las licencias, u otras a convenir. No obstante, significa un cambio importante respecto del tradicional discurso de los operadores de cable, que basaban su rechazo en aspectos legales. Está claro que las leyes deben acompañar la evolución de la tecnología y no impedirla. Y esto, que parece casi un juego de palabras, es toda una definición que permitiría encarar el tema del Triple Play desde un debate más racional y técnico y menos politizado que el que se dio hasta el momento.
El segundo fue el interés de Cablevisión por ingresar al negocio de la telefonía móvil, habida cuenta de que a mediano plazo la tendencia es al cuádruple play o, como preferimos denominarlo, al “doble net”. Es decir, poder dar servicios tanto a través de redes fijas como móviles. La intención sería que CV participe de la subasta de frecuencias de telefonía celular anunciada para este año pero que aún no tiene fecha cierta (recordemos que lo que se recaude se destinaría a la financiación del backbone de Arsat). No obstante, y como aún no se conocen las condiciones para participar de la subasta, habría que ver si CV estaría habilitada para participar. Dependerá de si el gobierno habilita el ingreso de nuevos operadores o si la subasta estará limitada a los actores actuales. La posibilidad de dar servicio bajo el modelo de MNVO (operador virtual en base a infraestructuras de terceros) podría ser una alternativa, aunque da menos margen de maniobra, por lo que no sería tan atractiva aunque sí podría ser transitoria.
Fuera de la charla, pero siempre en relación a Cablevisión, en ocasión de la presentación de los resultados trimestrales de Telecom, su presidente, Franco Bertone, tuvo un gesto de cortesía no habitual entre competidores. Aseguró que Fibertel “no va a desaparecer”, agregando que “hay un millón de clientes de Fibertel satisfechos y esa es la realidad del mercado”. Por otra parte, afirmó que no hubo una migración significativa (utilizó el término “marginal”) de clientes del operador de TV por cable hacia la telco como consecuencia del conflicto entre la empresa y el gobierno. Todo un guiño hacia el operador del Grupo Clarín que podría marcar el inicio de una nueva etapa en la relación entre empresas competidoras que no excluiría al gobierno.
Los tiempos que vienen dirán si estamos ante un período en el cual las diferencias comiencen a solucionarse en base al diálogo y la negociación o si fue sólo una ilusión, fruto de la ingenuidad.
Noticias incompletas I
Sorprendiendo a todos, hacia el fin de la semana pasada se anunció el acuerdo entre los principales socios de Telecom Argentina, TI y el Grupo W, por el cual ponían fin a las disputas que los tuvieron como protagonistas durante un tiempo por muchos considerado como demasiado largo.
Más allá de la renovación del “affectio societatis” entre italianos y argentinos, lo cierto es que la confrontación reciente dio lugar a la intervención de diversos organismos regulatorios y con instancias en la justicia. Así, más allá de que es positivo que las diferencias se arreglen directamente entre los interesados, muchos procesos se pusieron en marcha y habrá que ver si se detienen. Más aún cuando hubo tanto interés político detrás.
Un dato interesante es que uno de los directores de Telecom y miembro del Grupo W, Gerardo Wertheim, en sus declaraciones a la prensa luego de alcanzado este acuerdo, afirmó que se buscaba hacer del operador local una multinacional argentina, más allá de su presencia actual en el país y en Paraguay. Y a los pocos días el sitio Infobae Profesional publicó que Telecom se encuentra negociando un acuerdo de MNVO (operador virtual) en Uruguay a través de la estatal Antel. Quizás esta expansión regional sirva como argumento para que las autoridades dejen las cosas como están. Habrá que ver cómo sigue.
Al fin es nuestro
Luego de casi un año desde su anuncio en agosto pasado, a partir de la semana próxima el nuevo operador móvil “Nuestro” comenzará a ofrecer sus servicios.
Bajo el modelo de MNVO (operador virtual de red móvil) utilizando la red de Personal, “Nuestro” está formado por algunas cooperativas telefónicas, cansadas de esperar por la promesa que nunca llegó: tener frecuencia asignada para dar el servicio por sus propios medios. “Nuestro” comenzará sus operaciones en Villa Gesell y se espera que rápidamente se expanda a otras localidades, ya que según sus autoridades, el objetivo es llegar a fin de año a 180 ciudades, proyectando unas 200.000 líneas en 24 meses y 1,3 millón en cinco años.
Los objetivos parecen razonables habida cuenta de que “Nuestro” llega al ruedo en momentos en que la penetración del servicio está madura. Así, deberán ganar clientes pero no tanto a través del precio, ya que compran el acceso a la infraestructura a precio mayorista a Personal. Un camino puede ser a través del servicio al cliente, donde la proximidad mayor a éste que la de los grandes operadores puede ser un activo valioso. La otra alternativa, no excluyente, es el armado de paquetes de servicios con aquellos ya provistos por las distintas cooperativas (ej: telefonía, TV, etc.).
El desafío que las cooperativas tienen por delante no es menor. No sólo por las particularidades del negocio en este contexto. También porque al ser una suerte de consorcio entre múltiples empresas, las discusiones, que de por sí nunca son simples cuando hay dinero de por medio, sea por el reparto de ingresos como por la realización de inversiones, serán complejas. No es fácil poner de acuerdo a tantos socios, cada uno cacique en sus tierras. Sin dudas, un caso interesante para seguir.