Inflación celular

Si hay un tema sobre el cual existe una gran dispersión de criterios es en los utilizados a la hora de determinar cuántas líneas celulares hay en Argentina. Pero a veces, aún la diferencia de criterios no alcanza para explicar ciertas discrepancias.
Esto sucede cuando se consideran las cifras que surgen del Indicador Sintético de Servicios Públicos (ISSP), que publica mensualmente el INDEC. Según el informe del mes de abril (que cubre la información al mes de marzo), la cantidad de líneas celulares en servicio es de 41,7 millones. Sin embargo, esto contrasta con los datos que surgen de los informes trimestrales de los distintos operadores (Claro, Movistar, Nextel y Personal), ya que sumando las cantidades declaradas entre todos se llega a que son 39,6 millones las líneas en servicio. La pregunta obvia es ¿de dónde surgen esos 2,1 millones de líneas adicionales que contabiliza el INDEC? ¿Será un ayudín para mejorar las cifras de consumo de servicios públicos?
 

 
Para agregar confusión a la sopa de números, se puede agregar el criterio de contabilizar las líneas en uso efectivo. Aquí el terreno es mucho menos firme, ya que se trata de determinar cuántas de esas líneas técnicamente en servicio (es decir, que mínimamente pueden recibir un llamado o un SMS) están efectivamente en uso. Allí, y según nuestras propias estimaciones, el número desciende considerablemente, alrededor de un 20% para ubicarse en unos 31 millones. Este número es similar a la población argentina con más de 10 años, lo que no significa que todos y cada uno de los mayores argentinos de 10 años o más tengan un celular. Aquí entran en juego no sólo las líneas de los individuos sino también las contratadas por empresas y, con un rol creciente, las líneas destinadas a usos M2M (machine to machine) que son utilizadas para sistemas de monitoreo remoto.
Más allá de todas estas cifras, sí queda en claro que la penetración del servicio se encuentra en un punto próximo a la saturación. Por lo tanto, el crecimiento en líneas tenderá cada vez más a ser vegetativo (esto es, alimentado por los más jóvenes que acceden a su primera celular), por que los mayores ingresos vendrán por el lado de vender más a los clientes existentes que de la incorporación de los nuevos. Este es el gran desafío que tiene hoy la industria, que abarca no sólo a los operadores sino también a los fabricantes de terminales y los proveedores de contenido. Un desafío que seguramente cambiará el negocio.

Acerca del autor

Enrique Carrier

Analista del mercado de telecomunicaciones y nuevos medios, basado en Buenos Aires, Argentina

Por Enrique Carrier

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