Mirando hacia atrás

Para no desperdiciar el pequeño mercado de quienes apostaron (y perdieron) al formato de discos HD, Warner Bros. lanzó un programa que permite cambiar los discos de las películas del estudio que hayan sido adquiridas en el formato discontinuado por los mismos títulos en formato Blue-Ray. El consumidor debe seleccionar en forma on-line el título que desea “up gradear”, pagar un costo por título (US$ 4,95) más gastos de envío (US$ 6,95), mandar las tapas por correo y esperar unas semanas para recibir en su casa sus nuevos discos azules.
Si bien es una medida bienvenida para aquellos que apostaron al formato perdedor, no deja de ser una muestra más de los inconvenientes que generan los formatos físicos. Para los consumidores involucra tener que interiorizarse del proceso de cambio y, en especial, pagar por los títulos que deseen cambiar. Aquellos cinéfilos que reiniciaron su colección pasando del DVD al HD y cuenten con decenas de títulos en este formato seguramente considerarán la conveniencia de apostar nuevamente a un formato físico que puede tener corta vida.
La medida hace pensar en que se trata de quemar los últimos cartuchos que le quedan a los formatos físicos, en momentos en que la tendencia claramente es a la distribución online de contenidos en video, ya sea a través de descargas (legales e ilegales) así como de streaming. Sin dudas una forma más accesible, cómoda y económica que la de utilizar discos (concepto típico del mundo de los átomos, no de los bits). Por otra parte, pone en evidencia de que en líneas generales a los estudios cinematográficos se les dificulta la transición entre el modelo analógico y el digital. Cosa que claramente no le está sucediendo a su público.

Acerca del autor

Enrique Carrier

Analista del mercado de telecomunicaciones y nuevos medios, basado en Buenos Aires, Argentina

Por Enrique Carrier

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